Salud

Profesionales de Vall d’Hebron diseñan un caminador para agilizar la recuperación de los trasplantados de pulmón

Gracias a este aparato, los pacientes pueden empezar a moverse y deambular al poco tiempo de ser intervenidos, reduciendo así el riesgo de complicaciones y la estancia hospitalaria

Una paciente camina por los pasillos del hospital con el caminador doméstico creado en Vall d'Hebron tras someterse a un trasplante de pulmón
Una paciente camina por los pasillos del hospital con el caminador doméstico creado en Vall d'Hebron tras someterse a un trasplante de pulmónVall d'Hebron

Cuando un paciente se somete a cirugía es importante que éste empiece a movilizarse lo antes posible porque el permanecer encamado retrasa la recuperación y aumenta el riesgo de sufrir complicaciones y ello es especialmente evidente en aquellas personas que han sufrido algún tipo de cirugía torácica, sobre todo si se trata de un trasplante de pulmón.

Son personas que llegan a la intervención después de haber estado mucho tiempo enfermas, muchas de ellas conectadas las 24 horas del día a una bomba de oxígeno y algunas sin ni siquiera poder salir de casa porque se ahogan. Su cuerpo en el momento del trasplante está ya muy deteriorado y ha sufrido mucho durante un largo periodo de tiempo, por lo que es importante que vuelvan a caminar lo antes posible tras el trasplante, que recuperen su musculatura...”, explica el doctor Alberto Jauregui, jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar de Vall d’Hebron.

Además, tal y como indica el doctor, “el trasplante de pulmón es de los más complicados porque, al margen de ser muy agresivo, éste es el único órgano que está en contacto con el exterior, lo que lo hace más frágil y vulnerable”. Al respecto, Jauregui advierte que “los pulmones producen secreciones, que, si se quedan en estos órganos, pueden dar lugar a neumonías, de ahí también la importancia de que los pacientes trasplantados se movilicen lo antes posible tras haberse sometido a la cirugía”.

Es por todo ello que desde que el paciente ingresa en la UCI, los fisioterapeutas le incentivan a levantarse con la mayor precocidad posible, sin embargo no existe ningún dispositivo creado específicamente para permitir a las personas recién trasplantadas de pulmón levantarse y deambular con seguridad. “Los andadores tradicionales, los que están en el mercado, están pensados para los pacientes con algún traumatismo, aquéllos que han sufrido alguna cirugía en las piernas o huesos, pero no se adaptan a las necesidades de quien ha sufrido un trasplante de pulmón”, constata Jauregui, quien recuerda que “si bien éstos andadores ayudan a caminar, no disponen de los elementos necesarios para transportar los tubos y bolsas que normalmente lleva colgando una persona trasplantada, como las sondas, sueros, drenajes, la bomba de oxigeno...”

Ante este contratiempo, los fisioterapeutas recurren a las sillas de ruedas convencionales para ayudar a los pacientes a caminar tras haber sufrido una cirugía torácica de esta magnitud, pero como señala el doctor, este instrumento tampoco acaba de satisfacer las necesidades de este tipo de paciente. “Ellos se apoyan en la silla para caminar y colocan todos aquellos elementos que llevan colgando en el lugar de la silla donde habitualmente se sienta el paciente y a su lado va el fisioterapeuta para controlar que no se caigan, pero eso no les acaba de ofrecer la seguridad suficiente como para levantarse y deambular a las pocas horas de la intervención”.

Ante este panorama, el doctor Jauregui tuvo acceso a un vídeo de un paciente intervenido en un hospital de Toronto de un trasplante de pulmón que se encontraba caminando por la UCI del centro médico ayudado por un aparato de cinco ruedas de fabricación casera, que contaba con todo lo necesario para que el paciente pudiera trasportar también todos los elementos que llevaba colgando de su cuerpo con total facilidad y comodidad. “Lo habian hecho en el propio hospital”, destaca Jauregui, quien entonces pensó en hacer lo mismo en Vall d’Hebron con la colaboración del personal del taller de mantenimiento del hospital. “El equipo de mantenimiento se involucró en el proyecto pensando solo en mejorar el bienestar del paciente”, señala al respecto el doctor.

El resultado es un prototipo realizado con material del hospital reciclado que, como asegura Jauregui, “se adapta a las necesidades del paciente ya que para su fabricación se consultó a los profesionales del centro, como cirujanos y fisioterapeutas, así como a los propios pacientes” para conocer qué requisitos debia cumplir el caminador. “Es incluso mejor que el que hicieron en Toronto”, asegura el doctor, ya que “éste no solo cuenta con los elementos necesarios para cargar la bomba de oxígeno, las sondas, sueros, drenajes y demás, sino que además también dispone de un sillín para que el paciente pueda sentarse a descansar si lo necesita y una placa para garantizar que fisioterapeuta puede ver el monitor”.

“Nuestro caminador permite al paciente levantarse con tranquilidad y seguridad, sin todos los cables y elementos colgando por todos lados, al poco tiempo de haber sido intervenido”, señala Jauregui, quien pone de relieve que “una cosa tan sencilla puede marcar un antes y un después para estos pacientes”. De hecho, el prototipo de caminador está a disposición de los pacientes de la UCI de Vall d’Hebron desde el pasado mes de febrero y en este tiempo ya ha dado muy buenos resultados. “Da mucha seguridad, tanto a pacientes como a los profesionales, de manera que las personas que han sido trasplantadas del pulmón empiezan a moverse y a deambular después de la cirugía mucho antes de lo que lo hacían cuando no disponían de este aparato y ello les permite dejar el hospital e irse a casa mucho antes”. De hecho, si “un paciente trasplantado estaba cerca de un mes hospitalizado antes de tener este nuevo caminador, ahora está entre 15 y 20 días”, afirma el doctor.

La satisfacción de pacientes y personal de Vall d’Hebron, que en 2019 fue el centro que más trasplantes de pulmón realizó en Europa, es tal que el hospital ya ha planificado la fabricación de dos caminadores más, y en esta ocasión ya no con material reciclado. “De esta manera, Vall d’Hebron contará con tres caminadores, uno para los pacientes de la UCI, otro para los de semicríticos y un tercero, para la planta de hospitalización”, comenta Jauregui, quien además avanza que se están planteando “crear un cuarto caminador para los niños pequeños”.

A la larga, incluso, si se confirman las bondades de este nuevo artilugio, es muy posible que se generalice su uso en todo el hospitaly para todo tipo de cirugía, ya que como pone de relieve el doctor “el éxito no está solo en la cirugía, sino también en el acompañamiento antes, durante y después”.