Educación

Un libro de secundaria en Cataluña define a Madrid y Extremadura como países extranjeros

Equipara a ambas autonomías con estados como Costa Rica, Gambia o Panamá

Un millón y medio de alumnos catalanes vuelven al cole con dudas por la COVID
Una profesora da la bienvenida a sus alumnos en la Escola Catalonia de Barcelona, con los alumnos con mascarillas. EFE/Enric FontcubertaEnric FontcubertaEFE

La educación pública catalana sigue cosechando polémicas. Ahora ha sido un libro de segundo de secundaria de lengua catalana (para niños de entre 12 y 13 años), editado por Baula, que define a madrileños, extremeños y malagueños como extranjeros. Así lo ha publicado la Asociación por una Escuela Bilingüe, entidad de referencia favorable al castellano en Cataluña, que ha difundido una captura con la parte del libro para denunciar este caso de “adoctrinamiento”.

El titular del apartado del libro en que aparece ya señala que se hablará de los “gentilicios de los lugares extranjeros” y, a partir de ahí, habla de los sufijos de lugares como Gambia, París, Polonia, Costa Rica, Panamá u Honduras junto a los de Madrid, Extremadura y Málaga. “Pero en Cataluña no hay adoctrinamiento y los libros tienen contenidos rigurosos”, reprocha la entidad, presidida por Ana Losada.

Ya hace unos años, un grupo de profesores elaboraron un informe tras revisar los libros de textos para quinto y sexto de primaria (niños de entre 10 y 12 años) de diferentes editoriales para medir el “adoctrinamiento ideológico” y el trato que se da a Cataluña y a España y llegaron a la conclusión de que este tipo de casos se ha ido generalizando en muchos manuales. “En muchos de los temas tratados en los libros, se ensalza en exceso las diferencias entre los catalanes y los ciudadanos del resto de España, mientras que se reduce o se ignora lo que los une. La Historia se presenta como un constante enfrentamiento entre España y Cataluña, en el que España siempre actúa coartando las libertades, las costumbres, las tradiciones y la lengua propia de Cataluña”, afirmaban.

“En estas relaciones interterritoriales nunca se habla de acciones positivas, de proyectos comunes, de éxitos conjuntos, etc. Muchos de los planteamientos contenidos en estos libros, propician que, en gran parte de los alumnos que estudian en Cataluña, se generen sentimientos diferentes a los que estudian en el resto de España, que utilizan otros textos”, aseguraba este grupo de profesores. “La falta de referencias a las instituciones, entidades y normas compartidas (monarquía, constitución, gobierno de España, estructuras del Estado, servicios educativos, sanitarios, de investigación, deportivos, de defensa, etc.) favorecen que los alumnos catalanes no adquieran la identidad española, es decir que no se sientan españoles, sino sólo catalanes”, concluía.