Entrevista
Luz Guilarte: «El único consenso que hay en Barcelona es la pésima gestión de Colau»
Entrevista con la líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento de la capital catalana
Luz Guilarte (Barcelona, 1971) lidera el grupo municipal de Ciudadanos en Barcelona y aspira a ser la candidata del partido en 2023. Guilarte reivindica que la formación «no tiene techo» y cree que, tras un tiempo de reflexión, volverá a despegar.
–Colau acumula muchos abucheos. ¿Comparte esta reacción ciudadana contra la alcaldesa?
–No soy partidaria en ningún caso de que se hagan escraches a nadie porque nosotros los hemos sufrido, pero los servidores públicos tenemos que estar a lo que la ciudadanía considere, como criticar la pésima gestión del gobierno de Colau y PSC apoyado por ERC, que es una evidencia. Es el único consenso que hay en esta ciudad. Lo que debería de haber hecho Colau es escuchar a la ciudadanía, mucho antes de que se produjera este hartazgo. Esta alcaldesa es muy autoritaria con aquellos que le critican y muy tolerante con aquellos que incumplen las normas.
–¿Son abucheos del independentismo o del cansancio de los vecinos?
–Habrá de todo porque cuando nos acercamos a los barrios, muchos vecinos, aunque no coincidan todos con nuestra ideología, todos coinciden en que están hartos de este gobierno, de la dejadez, de la política de activismo sin gestión.
–¿Qué balance hace de su gestión?
–La ciudad está cada vez más triste, más sucia, más insegura, hay cada vez más personas vulnerables (hay más de 600 familias en la mesa de emergencia habitacional y era antes de la pandemia) y más personas en las colas del hambre. Colau ha abandonado a la ciudadanía y ha convertido la movilidad en una guerra contra la economía; ha destrozado un trazado urbanístico ejemplar, como el del Eixample para poner bloques de hormigón y pintadas; hay plagas y basura en las calles; y, nos llenan de impuestos. Hemos hecho planes de seguridad, pero se niegan a aprobarlo. El primer plan sanitario para la pandemia era un documento de Ciudadanos. Es la decadencia de Barcelona. Hemos hecho la única oposición.
–Si ahora tiene que elegir hoy entre Colau y Maragall gobernando Barcelona, ¿a quién investiría?
–Nunca he tenido que elegir entre Esquerra o Colau. Nosotros lo que dijimos en su momento y propusimos a Valls y PSC fue que no se regalase la alcaldía ni a unos ni a otros, sino que fuese a cambio de algo bueno para la ciudadanía. Ya proponíamos en aquel momento rechazar la subida de impuestos; una movilidad sostenible priorizando planes de ayudas e incentivos para ciudadanía; o, medidas sociales, como incrementar las ayudas a las familias con hijos en 100 euros por cada hijo.
–¿Qué van a votar en los presupuestos 2022? ¿Se abren a negociarlos?
–El Gobierno municipal ha hecho lo que hace siempre, sacar titulares. El año pasado era el presupuesto más expansivo, este será el más alto de la historia... Me temo que cada vez es el peor presupuesto, a nivel confiscatorio, y el menos eficiente, con inversiones que no son útiles para la ciudad, pero que sirven para cumplir con el programa ideológico de Podemos y ERC. Nosotros apoyaremos un presupuesto que revierta la subida de impuestos a los barceloneses, como el 100% de la tasa de los cementerios y la tasa de agua fraude, que es una duplicación de otra que hay en el Área Metropolitana de Barcelona, o que rebaje las tasas de las terrazas. La fiscalidad es uno de los aspectos importantes para nosotros.
–Una de las polémicas más tangibles en Barcelona ahora son las restricciones al coche en una ciudad con altos índices de contaminación. ¿Cuál es su modelo para compatibilizar coche y reducir las emisiones?
–Como no se debe hacer es como hacen los Comunes, que es expulsando al vehículo privado. Lo primero es la eficiencia del transporte público, y no me refiero solo a las líneas céntricas del Metro, sino a conectar muchísimos barrios de la ciudad. También planteamos habilitar parkings a la entrada de la ciudad para dejar los coches y luego moverse en transporte en Barcelona; incentivar a los ciudadanos con planes y ayudas para que la gente pueda comprar un vehículo eléctrico; o, mejorar los puntos de recarga, ya que Barcelona una de las ciudades europeas donde menos hay. También dar licencias para rehabilitar edificios y que sean más eficientes. También se puede cubrir las rondas en lugar de conectar el tranvía, que ha tenido muy poco apoyo.
–Usted concurrió a las elecciones como número dos de Manuel Valls y ahora se ha marchado. ¿Por qué se rompió la coalición? ¿Qué balance hace de su paso?
–En aquella coalición se establecieron unas normas de funcionamiento. Nosotros pusimos a su disposición nuestra estructura y el conocimiento de los barrios. Ahora bien, el señor Valls no cumplió ninguno de los acuerdos y, llegado el momento, tiró por su cuenta y decidió pactar con Colau o PSC sin consultar a Ciudadanos, algo con lo que evidentemente no podíamos estar de acuerdo. Ante esa deslealtad, creíamos que hacía falta romper. El señor Valls vino como se ha ido: se convirtió en el primer trásfuga del ayuntamiento y ha hecho lo que ha creído conveniente.
–¿Cómo debería de concurrir Ciudadanos en 2023? ¿Con sus siglas o en coalición con el PP?
–Creo que Ciudadanos tiene potencia, programa y equipo para concurrir con un proyecto que es el que estamos defendiendo. Estamos en perfectas condiciones de afrontar esas elecciones bajo nuestras siglas y nuestro proyecto.
–¿No temen quedarse fuera del Ayuntamiento si no concurren con el PP?
–Uno tiene que ser consecuente con su posicionamiento y proyecto y el nuestro es muy diferenciado del de los conservadores del PP y al que tiene el PSC. Aun siendo un partido generoso, que ha tratado de fomentar un espacio constitucionalista, toca defender el proyecto que puede cambiar y transformar España, Cataluña y Barcelona. Creemos que es necesario que este espacio se habrá camino.
–¿Cuál debe ser la vía para recuperar fuerza? ¿Cree que ha tocado suelo Ciudadanos?
–En absoluto, seguimos gobernando en muchos lugares. En Cataluña, el 80% de los catalanes tiene un concejal de Ciudadanos. Estamos presentes en 136 municipios. Estamos muy ilusionados con este proyecto. A partir de ahora, habiendo hecho una reflexión y aceptando y trabajando en cambios necesarios y escuchando a la militancia, creo que no tenemos techo.
–Hay sectores críticos del partido que piden la dimisión de Arrimadas. ¿Cree que esa es la solución?
–En todos los partidos es bueno que haya gente que sea crítica, pero también lo tiene que hacer desde el sentido común y explicando realmente en qué basan esas ideas. Pasa en todos los partidos, que grupos minoritarios deberían preguntarse si ese es su proyecto. No hay razón para que Arrimadas dimita.
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