Carlos García, responsable de comunicación de Too good to go

«Los catalanes están tirando una media de 35,66 euros al mes en comida»

Carlos García, responsable de comunicación de Too Good To Go España

Barcelona es la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021 y, por lo tanto, durante todo octubre va a acoger un amplio programa de actividades dirigidas a abordar la necesidad de impulsar un sistema alimentario más responsable y sostenible. En este sentido y tal y como pone de relieve un estudio de Too Goog To Go, la aplicación que lucha contra el desperdicio de alimentos, es clave poner el foco en el despilfarro de comida.

-¿Cuál es el volumen del desperdicio alimentario en Cataluña?

-Según los últimos datos de la Generalitat, en Cataluña se desperdician cada año unas 260 mil toneladas de comida. En este sentido, en el estudio de Too Good To GO comprobamos que los catalanes estaban tirando una media de unos 35,66 euros al mes en comida, lo que vendrían a ser como unos 428 euros al año. Esto estaría un poco por debajo de lo que sería la media española, que se sitúa en los 39,15 euros mensuales.

-¿Pero los catalanes somos conscientes de esta situación a la hora de hacer la compra? ¿Procuramos ajustar al máximo posible nuestra compra a nuestras necesidades?

–Cada vez, la sociedad está un poco más concienciada sobre el problema del desperdicio alimentario. Es cierto que todavía se ha de hacer mucho trabajo, porque se siguen tirando más de 1300 millones de kilos de comida en los hogares españoles, pero hay un nivel de concienciación superior como demuestra el hecho de que la tasa de crecimiento del desperdicio en los hogares está cada vez siendo mucho más baja. Así, por ejemplo, el año pasado el desperdicio de alimentos aumentó un 0,8% en nuestro país y eso indica una tendencia a la baja, porque en 2019 esa tasa de crecimiento era del 1% y en el 2018 fue del 8,9%. Eso pone de relieve que cada vez estamos más concienciados, pero eso no quita que todavía haya que hacer mucho trabajo.

–Pese a ello, se genera desperdicio. ¿En qué fallamos?

-Al final, intervienen todos los eslabones de la cadena alimentaria por querer proveer siempre a los clientes y tener siempre todo tipo de productos en los estantes de los supermercados, tenemos excedente de producto. Además, también hay que concienciar a los consumidores de todo aquello que tenemos a nuestro alcance. Así, por ejemplo, cuando vamos a un supermercado y nos encontramos con una manzana que brilla muchísimo y otra que no brilla tanto, siempre tendemos a comprar la que brilla porque pensamos que es mejor, pero en realidad hay que aprovechar también esa fruta y verdura fea porque tiene el mismo sabor, o incluso mejor, que cualquier otro producto. Y en este sentido, las empresas y administraciones deben llevar a cabo más acciones de concienciación sobre este desperdicio,

-¿Qué podemos hacer a nivel doméstico para reducir el número de alimentos que arrojamos a diario a la basura?

-Se pueden hacer cosas muy sencillas, como planificar la compra y bajar al supermercado con una lista hecha previamente; colocar los productos en la nevera o la despensa en función de la fecha de consumo preferente o de caducidad para dar prioridad a lo que vaya a tardar menos en estropearse; colocar bien los productos dentro de la nevera y, en este sentido, poner por ejemplo las frutas y verduras, que necesitan estar más frescas por más tiempo, en los cajones de los estantes inferiores porque son la parte más fría; poner un poco de creatividad en la cocina para aprovechar ingredientes que han sobrado de otras comidas.

-¿Qué papel juega la fecha de consumo preferente en lo que se refiere al desperdicio de alimentos?

-Se calcula que cerca de la mitad de los consumidores no sabe cuál es la diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente y esto está provocando que mucha comida que podría estar en buen estado y se podría seguir consumiendo después de la fecha de consumo preferente esté siendo desperdiciada. Por dar un dato, se calcula que, a nivel europeo, el 10% del desperdicio de alimentos se produce por una mala interpretación de la fecha del etiquetado. La fechad e consumo preferente, lo que nos indica es el momento hasta el cual el producto conserva la calidad prevista, es decir, que si tiene buen sabor, tiene buen olor y buen aspecto, una vez pasada esa fecha, se puede seguir consumiendo. En cambio, un producto no se debe consumir una vez ha pasado su fecha de caducidad porque podría ser un riesgo para la salud.

-Se suele vincular el desperdicio al mundo de la hostelería o los supermercados, pero ¿qué papel juegan los hogares en este sentido?

-Se calcula que casi la mitad de todo el desperdicio de alimentos se produce en los hogares , mientras que la hostelería representaría cerca del 14% y la distribución,el 5%.

-¿Cuáles son las consecuencias de ese desperdicio?

-Más allá de las consecuencias económicas y sociales, el desperdicio de alimentos también conlleva un impacto medioambiental, porque cada vez que tiramos comida desaprovechamos los recursos que se han usado para producir esos alimentos. Dos ejemplos: casi el 30% de la tierra agrícola se usa para producir alimentos que luego no son consumidos o tirar un plátano a la basura equivale a desperdiciar la misma cantidad de agua que dejaríamos correr por un grifo de la ducha durante 10 minutos. Además, se calcula que el desperdicio alimentario es responsable del 10% de emisiones de gases de efecto invernado.