El Centro de Oftalmología Barraquer ha puesto en marcha un podcast, Descansa la vista, en el que se abordarán las principales dudas en el ámbito de la visión para fomentar la difusión de la salud ocular. De esta manera, los especialistas del centro, junto con otros expertos, ofrecerán información rigurosa, precisa y accesible a la ciudadanía sobre las diferentes patologías oculares y la visión. El primer capítulo de este podcast, que se acaba de estrenar, trata acerca de la catarata.
-¿Qué son las cataratas? ¿A qué perfil de paciente afectan?
-A nivel anatómico, la catarata es el envejecimiento de una lente que tenemos dentro del ojo que se llama cristalino y es la que nos permite acomodar. Es decir que uno, cuando es joven, es capaz de ver de cerca y de lejos y, cuando llega a los 45 años, esa lente empieza a deteriorarse y hace que no podamos enfocar bien. Con el paso de los años, esa lente, que teóricamente es trasparente, deja de serlo y el impacto que tiene es que dejamos de ver. Esto nos pasa a todos, aunque hay algunas enfermedades que hacen que te pueda pasar un poco más rápido que al resto de la población. En general, todo el mundo va a tener cataratas y es partir de los 60 años cuando es normal ver cierto grado de catarata y hay que tener en cuenta que hay muy poca gente a la que ésta le quita muy poca visión y, por lo tanto, puede convivir con ella.
-¿Existen factores de riesgo?
- El factor de riesgo más importante, desde luego, es la edad, pero hay muchos que no conocemos. Se ha dicho que el sol podía ser un factor de riesgo, pero eso no está demostrado, y hay enfermedades que pueden dar un avance más rápido, como puede ser la diabetes o incluso la miopía y otras enfermedades más peculiares.
-¿Cuáles son sus síntomas?
- Lo normal es que disminuya la cantidad de visión, pero también pasan otras cosas: puede haber visión nublada, puede aparecer alguna dioptría de miopía o mayor sensibilidad a la luz, es posible que quien tiene catarata necesite más luz para leer o que, incluso, vea halos al rededor de las luces...Además, tras la operación, muchos pacientes se dan cuenta que con la catarata se les había deteriorado la visión de los colores.
-¿Cuál es su tratamiento? ¿Qué importancia juega el diagnóstico precoz?
- Es una intervención para absorver esa catarata, el critalino, y sustituirla por una lente nueva. Si sacáramos el cristalino y no lo sustituyéramos por esa lente nueva sería como si de golpe te pusieran 14 dioptrías. Cuando ponemos esa nueva lente, nosotros podemos decidir el número de dioptrias que tiene y podemos elegir el tipo de lente. Muchos pacientes no tienen una catarata avanzada, sino que es incipiente, pero optan por operarse porque se quieren quitar las gafas. El diagnóstico precoz es fundamental por dos motivos: para que la visión no se deteriore y no perdamos en calidad de vida y para saber qué es lo que tenemos que hacer. Es decir, no a todo el mundo se le puede poner cualquier lente y el diagnóstico preoperatorio es importantísimo. Es clave hacer un buen estudio previo para saber qué es lo que debemos hacer. En cuanto a la intervención, aplicamos la anestesia, ya sea en gotas como a través de una anestesia en la que se bloquea todo el ojo para que el paciente ni vea ni sienta. Una vez empezamos la cirugía, básciamente, lo que vamos a hacer es unas incisiones muy pequeñas -la mayor tiene 2,2 mm- y por ahí vamos a introducir como una serie de aspiradores, que van a permitir que absorbamos esa capa. Este procedimiento dura una media de unos 20 minutos.
-¿Cómo es el postoperatorio? ¿El paciente recupera la visión inmediatamente?
-Tras la operación, el paciente se va a casa con un pequeño vendaje, que se puede retirar a las horas o al día siguiente. Cuando se destapa el ojo, la visión es normalmente un poco deficitaria pero, a la semana, seguramente el paciente ya estará bastante contento. No solemos operar los dos ojos a la vez, dejamos pasar un tiempo entre ambas intervenciones. En el postoperatorio, es muy importante que el paciente haya entendido muy bien qué es lo que se la hecho, qué lente se ha colocado y qué periodo de adaptación hay, porque una cosa es la visión del día siguiente, pero, en función del tipo de lente que usamos, hay fenómenos de neuroadaptación. En las lentes más complicadas, nuestro cerebro se ha de adaptar a esa nueva visión que capta y eso puede durar seis meses. Por último, lo normal es que los pacientes operados se tengan que poner lágrimas artificiales por la sequedad, sobre todo en el primer año.
-¿Una vez operada la catarata, está puede volver a aparecer?
- Cuando colocamos la lente lo hacemos sobre una superficie membranosa por la que pueden crecer algunas células, que hacen que la visión vuelva a bajar. Lo llamamos catarata secundaria, pero en realidad no es una catarata y tiene solución: hay que limpiar la lente con un láser y, generalmente, se hace una vez en la vida.
- ¿Pese a su incidencia, la catarata es aún desconocida?
- Hay desconocimiento y por eso hemos iniciado esa campaña con un podcast, en el que queremos reivindicar que, aunque se ha vanalizado, se trata de una cirugía no extenta de complicaciones y que el personal que hace esa intervención ha de estar preparado, porque nos estamos jugando la vista. Con el podcast, tratamos de acercar al público cómo funciona el tema y, lo más importante, cómo se comportan las lentes, porque sin esa información, el paciente puede estar muy descontento.