Municipal

La inmobiliaria de Colau en Barcelona

El Ayuntamiento ha implementado una agresiva política de compra de viviendas ante la dificultad de cumplir con las promociones prometidas

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, asiste a la inauguración de las viviendas cooperativas de Cirerers en Nou Barri
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, asiste a la inauguración de las viviendas cooperativas de Cirerers en Nou BarriDavid ZorrakinoEuropa Press

El Ayuntamiento de Barcelona batió el año pasado su propio récord en lo que a la compra de edificios de viviendas se refiere. El gobierno de la alcaldesa Ada Colau, gracias al derecho de tanteo y retracto, se hizo con 13 fincas en 2021, principalmente en los distritos del Eixample y de Gràcia. En total, 382 pisos. En 2020 fueron 79 viviendas y el año anterior, 216.

Así las cosas, en su memoria de adquisiciones, tanto de pisos como de locales, el Ayuntamiento de Barcelona ha detallado que invirtió 108,5 millones en 78 operaciones. El Eixample es el distrito que se llevó la parte más importante -casi la mitad del presupuesto (43,5 millones)-, sobre todo gracias a la adquisición de viviendas: el gobierno municipal compró cinco fincas por un valor de 29,7 millones .En cambio, al otro lado de la balanza se sitúa Sarrià-Sant Gervasi, el distrito en el que el consistorio realizó menos compras patrimoniales. Sólo compró la Casa Tosquella (en el barrio del Putxet) por un precio de 1,2 millones. En cambio, el Ayuntamiento no compró ninguna vivienda ni local en este distrito.

El Ayuntamiento lo repite a menudo: en estos momentos es la administración con mayor ritmo de construcción de obra pública. De hecho, la concejal de Vivienda, Lucía Martín, suele decir que el consistorio barcelonés se ha convertido en la primera inmobiliaria de España. Así, el gobierno municipal tiene 31 promociones en obras o cerca de iniciarlas, que suman 2.115 pisos con fecha de  finalización prevista entre este año y 2024 en los que se calcula que podrán residir 4.500 personas. La inversión municipal asociada a esos proyectos es de 300 millones de euros. Ada Colau, recordemos, se presentó a las elecciones en 2016 con la firme promesa de construir 8.000 viviendas hasta 2025.

La concejal Martín agrega que el Ayuntamiento sondea el mercado inmobiliario para hacer uso del derecho de tanteo y retracto cuando encuentra operaciones de compra venta a punto de cerrarse por un precio inferior al que habitualmente marca el mercado en la zona en cuestión. A veces hasta un 39 por ciento inferior, destaca la propia edil.

El Ayuntamiento trata de esta manera de hacerse con la propiedad de fincas en más o menos buen estado que no requieren de grandes obras de rehabilitación, tal y como hizo hasta hace muy poco tiempo. La compra de edificios que necesitan grandes reformas pone al Consistorio en un brete, ya que las demoras y retrasos despiertan muchas quejas vecinales. La última compra del Ayuntamiento es un edificio de 11 viviendas de obra nueva en la calle Torrent de les Flors, por 10,9 millones de euros.

La compra de vivienda se quedó con la partida presupuestaria más importante (50 millones) y permitió que 13 fincas hayan pasado a ser de titularidad municipal. En cuanto al número total de pisos comprados, Nou Barris se sitúa al frente del resto de distritos, con 198 inmuebles, por encima del Eixample (99), Horta-Guinardó (38), y Gràcia y Sants-Montjuïc ( empatados con 17 inmuebles). Hacen un total de 369 pisos que ahora son del Ayuntamiento, en las siguientes ubicaciones:

  • calle Escolapi Càncer, 1-5, 2, 4-6, y 11-17
  • calle Calabria, 161
  • calle Floridablanca, 106
  • calle Balmes, 16
  • calle Conde Borrell, 55
  • calle Diputació, 48
  • calle Mont-ral, 37 y 39-41 y calle Doctor Letamendi, 103 y 99-101
  • calle Camprodón, 12
  • calle Torrent de les Flors, 142
  • calle Fuente Honrada, 39

El concejal de Presidencia, Jordi Martí, ha asegurado que la intención del Ayuntamiento es seguir comprando más edificios en el futuro, algo que puede acabar incidiendo en un descenso de los precios del mercado. El pasado año el Ayuntamiento también siguió con la apuesta por la compra de locales comerciales vacíos con el objetivo de reactivarlos. En este sentido, el programa de Bajos de protección oficial cerró el 2021 con la compra de 55 locales en todos los distritos (menos Sarrià-Sant Gervasi), sobre todo en Les Corts y Ciutat Vella.

A través del acuerdo presupuestario con ERC para 2021, el año pasado el Ayuntamiento también compró 13 locales calificados como singulares. En total, Barcelona desembolsó 36,7 millones para poder dar una nueva vida a espacios como El Molino y rehabilitar otras fincas como la del Gimnasio Social Sant Pau (todavía sin fecha concreta para construir vivienda pública encima).

  • Gimnasio Social Sant Pau (11,1 millones)
  • antigua editorial Gustavo Gili (9,5 millones)
  • antigua comisaría de la calle Muntaner (1,9 millones)
  • El Molino (6,2 millones)
  • Casa Tosquella (1,1 millones)
  • local para entidades en la calle Alsina (600.000 euros)
  • anexo de la Escuela Àngels Garriga (730.000 euros)
  • locales en la calle de Campreciós 2 (150.000 euros)
  • locales para entidades en la calle de la Verge de Lorda (550.000 euros)
  • locales para entidades en el paseo de Torras i Bages (80.000 euros)
  • almacén municipal en la calle Perú (3 millones)
  • nave adyacente al Mercado de Sant Martí (1,1 millones)
  • local para servicios en la calle del Maresme (420.000 euros)

De cara a este año, Jordi Martí ha explicado que el Ayuntamiento tiene reservado un presupuesto de 55 millones para seguir con la estrategia de compra de viviendas (40 millones) y locales comerciales (15 millones), todo y que los esfuerzos este año serán por activar los inmuebles comprados el año pasado.

La “compra de viviendas en el mercado privado” figuraba en el plan de vivienda de Colau 2016-2025. El documento apunta que la ampliación del parque público no se puede fiar todo a la construcción de vivienda, porque generaría dos problemas: es lento y solo hay solares en determinadas zonas de la ciudad. De ahí la compra de viviendas que permiten ampliar el parque público en todos los barrios, también en zonas céntricas donde los precios son muy elevados y el parque público escaso, y donde no hay suelo disponible para hacer grandes promociones, explican fuentes municipales. Lo que no revelan es el precio metro cuadrado al que acepta comprar el consistorio.