Salud sexual
Cataluña concentra el 58% de casos de infecciones de transmisión sexual a nivel estatal
Desde 2012 a 2019, los diagnósticos en España han experimentado un crecimiento del 1073% y en 2019 se batió el récord de nuevos casos, siendo las zonas más pobladas las que más casos registraron
Desde 2012 a 2019, en España, se ha registrado un incremento de los casos diagnosticados de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de un 1073%, lo que supone un aumento muy importante en solo una década. De hecho, 2019 fue el año en el que se alcanzó el máximo histórico de ITS diagnosticadas desde que existe el registro, con 16.304 nuevos casos, lo que situó la tasa de incidencia en el 67% y Cataluña fue la comunidad autónoma que más diagnósticos concentró, con un 58% del total de toda España.
Es cierto que ha habido una mejora en los sistemas de vigilancia epidemiológica, sin embargo, en cualquier caso, el crecimiento de nuevos casos diagnosticados es alarmante, tal y como apuntan desde Bloom, la plataforma de salud femenina integral que, con el apoyo de Dexeus Mujer y la Fundación Puigvert, ha elaborado el Observatorio sobre las infecciones de transmisión sexual, informe del que se extraen estas cifras.
De los 50.052 casos que se diagnosticaron en 2019, el 64,8% fueron por clamidia, el 15.6% por gonorrea, el 8% por VIH, mientras que la sífilis representó el 5,6%, la hepatitis C el 3,6%, la hepatitis B el 2,3% y el infogranuloma venéreo el 0,1%. Casi todas estas infecciones han experimentado un incremento en los últimos años, pero éste ha sido especialmente significativo en el caso de la gonorrea, que desde el 2015 ha crecido un 729%, y de la clamidia, con un incremento del 480%, siendo ésta la que mayor número de casos registró durante el periodo. En cuanto al VHI, pese a que ha habido un leve crecimiento del 5,6%, el número de casos se mantiene estable durante la última década y, entre 2015 y 2019, solo la hepatitis B ha experimentado una remisión (-41%).
Sobre las posibles causas de este significativo incremento de las ITS EDO (Enfermedades de Declaración Obligatoria), los expertos apuntan a la mejora de las pruebas diagnósticas, a los movimientos de la población, que viaja más, pero sobre todo a un aumento del número de parejas sexuales que podemos llegar a tener a lo largo de la vida, así como de las prácticas de riesgo.
Prevalencia según la edad y lugar
En este sentido, cabe referirse también al Virus del Papiloma Humano (VPH), que si bien no forma parte de la lista de ITS EDO, es la infección de transmisión sexual más común, con un 14,3% de prevalencia en mujeres, de las cuales un 80% se infectará por un tipo de VPH a lo largo de su vida. Esa prevalencia aumenta hasta el 28,8% entre las mujeres de 18 a 25 años y a partir de esa edad decrece de forma progresiva.
Esa misma tendencia se replica en el resto de infecciones de transmisión sexual, con un mayor número de diagnosticadas entre la población más joven. De hecho, en 2019 la mitad de los diagnósticos correspondían a mujeres de entre 15 y 24 años y si se amplía la muerta hasta los 34 años, el porcentaje se incrementa hasta el 80%, según datos del Instituto de Salud Carlos III. A partir de los 35, cuando habitualmente se produce una estabilización en el número de parejas sexuales, se registra un menor número de casos.
En cuanto a una posible estacionalidad de las ITS, lo cierto es que ésta no existe, pero si que se ha evidenciado que a mayor concentración de población, mayor riesgo de contagio. En esta línea, comunidades muy pobladas como Madrid, Valencia o Cataluña fueron las que más casos registraron. Así pues, pese a la ausencia de una condicionante estacional, en el marco de este estudio se ha puesto de manifiesto que existe una correlación positiva entre el flujo turístico de una región y los casos de ITS.
Conductas de riesgo
Para entender más esta cifras, en el marco de este trabajo se realizó también durante el mes de mayo de 2022 una encuesta a mujeres y personas no binarias para conocer sus hábitos en salud sexual y su percepción acerca de su grado de educación sexual y ésta desveló que el 27% de las encuestadas reconoce haber sufrido o haber tenido sospechas de tener una ITS, aunque de éstas solo el 66,5% se hizo la prueba correspondiente, y el 58,76% cree muy o bastante probable haberse infectado por su pareja habitual.
Además, la encuesta pone de manifiesto que el 94,51% ha usado algún método anticonceptivo, siendo el preservativo (49,63%) y las pastillas anticonceptivas (22,61%) los más frecuentes. Sin embargo, resulta preocupante el hecho de que una de cada tres mujeres encuestadas reconoce que ha sido presionada alguna vez para no usar preservativo, el 10% señala que en alguna ocasión se han quitado el preservativo sin su consentimiento y cerca del 30% admite que tiende a relajar su uso cuando bebe. Además, el 11,13% declara haber practicado sexo grupal, el 10,89%, Chemsex y el 9,5% dice recurrir a la marcha atrás de forma habitual.
Ante este panorama, parece imprescindible apostar por la educación, especialmente entre las mujeres, un colectivo en el que las ITS han crecido cuarenta puntos por encima del incremento de casos atribuidos a hombres, y sobre todo, las jóvenes. En este sentido, cabe señalar que el 70% de las encuestadas reconoce que su educación sexual es regular, mala o muy mala y, al respecto, hay que destacar que el 13% desconoce que es una ITS o ETS.
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