Mobilidad

El Racc desaprueba el modelo de servicio metropolitano de bicicleta pública

El 4º Barómetro RACC de movilidad ciclista en Barcelona sugiere que una red metropolitana integrada, compatible en toda el AMB, y la bicicleta eléctrica podrían ser los dos motores principales del impuso de la movilidad ciclista

El hecho de compartir el carril bici con los VMP es una de las circunstancia que más inseguridad causa a los ciclistas
El hecho de compartir el carril bici con los VMP es una de las circunstancia que más inseguridad causa a los ciclistasAndreu DalmauAgencia EFE

El uso de la bicicleta en Barcelona como medio de transporte se ha consolidado y, de hecho, evidencia una tendencia al alza, como demuestra el dato que apunta que en los últimos 11 años, los desplazamientos ciclistas en la ciudad han aumentado un 47% en días laborables, hasta alcanzar la cifra de los 144.950 desplazamientos diarios, pese a que aún no se han recuperado los niveles previos a la pandemia, cuando la media diaria era de 159.385, según los datos de 4º Barómetro RACC de la movilidad ciclista en Barcelona.

En este contexto, la bicicleta pública tiene un peso destacado, ya que representa el 34% del total -25% mecánica y 9% eléctrica- en el ámbito urbano y el 7% -4% mecánica y 3% manual- en lo relativo a los accesos a Barcelona y además se presenta como impulsora de la movilidad ciclista, como demuestra el hecho de que el 41% de los usuarios de la bicicleta son recientes, es decir, tienen menos de dos años de experiencia, pero en el caso de los usuarios del servicio público ese porcentaje alcanza el 56%, lo que pone de evidencia que “normalmente, las personas usan el Bicing y eBicing para probar si les convence esta modalidad de transporte para acabar comprándose su propia bicicleta si es el caso”, explicó ayer Alba Rey, autora del informe, para a continuación indicar que el 56% de los usuarios valoran con un notable o un excelente el servicio de bicicleta pública.

En cuanto al tipo de desplazamientos en bicicleta, cabe señalar una clara diferenciación entre la mecánica, que suele usarse para trayectos cortos o de poca duración, y la eléctrica, que en un 53% de los casos se utiliza para trayectos de más de 30 minutos y en la mitad de las ocasiones se recurre a ella para viajes de más de 10 kilómetros, lo cual indicaría que, pensando en un servicio metropolitano de bicicleta pública, la eléctrica debería jugar un papel destacado.

En este sentido, es destacable que el 39% de los usuarios del sistema público asegura que haría desplazamientos metropolitanos si hubiera continuidad del servicio entre municipios y, en la misma línea, cabe señalar que el 39% de los ciclistas que también cogen transporte público alguna vez, los cuales representan el 32% del total, dicen haber subido la bicicleta al tren o al bus, lo cual sería indicativo de que han probado el transporte intermodal.

Así pues, a tenor de estos datos está claro que se ha producido un incremento del uso de la bicicleta, a la vez que los carriles para circular con este medio han aumentado un 15% respecto al 2020, aunque no ha sucedido lo mismo con la red de aparcamiento, que solo han crecido un 0,1%, sin embargo, a día de los desplazamientos con este medio de transporte solo representan el 3,3% del total de los que se producen dentro de la ciudad y el 1,1% de los que se producen en la conexión entre Barcelona y el Área Metropolitana, de manera que el uso de la bicicleta sigue siendo minoritario en el repartimiento modal y aún tiene mucho margen de crecimiento..

En este contexto y aprovechando el impulso que está tomando en los últimos años la bicicleta, desde el RACC animan a las administraciones a apostar por crear un ámbito metropolitano de la bicicleta pública, que no iría en la línea del proyecto de bici metropolitana que ya se ha resuelto recientemente en concurso, sino que abogaría por una red integrada con tarifa única y la posibilidad de usar la misma bicicleta en cualquier municipio metropolitano, así como también por promocionar una buena ratio de bicicletas eléctricas para aquellos desplazamientos más largos o con pendientes.

Sobre el proyecto de bicicleta metropolitana que ya ha sido resulto en concurso y que contempla el uso de diferentes bicicletas en los distintos municipios, a la vez que no apuesta por una red integrada con tarifa única, el presidente del RACC, Josep Mateu, indicaba ayer durante la presentación del barómetro que “caerá por su propio peso”. “Acabaremos teniendo un modelo integrado con una única bicicleta, pero con retraso en el tiempo”.

Una formación obligatoria

A partir del informe que la entidad presentó ayer, el RACC lanza otra serie de recomendaciones en relación al uso de la bicicleta. Por un lado y dado que solo el 11% de los ciclistas considera que encuentra red ciclable en todo su recorrido habitual sería necesario resolver estos problemas de conexión, ya que, de otro modo, los usuarios de la bicicleta recurren, mayoritariamente, a la calzada (59%) y a las aceras estrechas de menos de 5 metros de anchura (26%) para circular. Además, puesto que el 68% de los ciclistas ve inseguro compartir carril con los autobuses en las calles de velocidad máxima de 30km/h , sería conveniente resolver ciertos aspectos problemáticos en lo que se refiere a la seguridad, entre los que también cabría destacar el diseño de los carriles con cruces o rotondas. que generan insatisfacción en el 29% de las personas encuestadas.

Además, resulta evidente que el compartir los carriles bici con los Vehículos de Movilidad Privada (VMP), cuya presencia en estas vías se ha multiplicado por tres en los últimos 5 años, no resulta confortable para los ciclistas, a quienes estos vehículos son los que más inseguridad les genera (24%), por delante incluso de los autobuses (22%) y los camiones (23%), y, en los accidentes en los que se han visto implicados otros usuarios de la vía, en la mayoría de los casos se trata de VMP (29%)

Según el RACC, también sería adecuado crear una red de aparcamientos seguros, ya que el 79,5% de los ciclistas acaba dejando la bicicleta en sus casas (68%) o su garaje (11,5%) por la noche, mientras que solo el 20% recurre a los estacionamientos públicos en la calle y es que el 82% de los robos se producen, según los encuestados, en este tipo de aparcamiento. Por ello, el 49% de los ciclistas urbanos valoran positivamente los párkings masivos subterráneos de pago

Por último, las recomendaciones de la entidad en materia de seguridad pasan por fomentar una formación obligatoria y gratuita para los usuarios de la bicicleta que no tengan conocimientos previos del reglamento, ya que el 33% de los ciclistas admite no conocer la normativa de circulación, y concienciar sobre los riesgos que entraña este medio de transporte. En este contexto, cabe señalar que el 48% admite que se salta los semáforos en rojo, el 42% dice circular a más velocidad de la permitida y hay un incumplimiento generalizado del uso de los elementos obligatorios de seguridad, aunque el 47% de los adultos, siete puntos más que en 2019, dice llevar casco, pese a que no es obligatorio, igual que el 11% afirma tener un seguro específico de bici. También se ha observado un incremento del uso de elementos de distracción, como los auriculares o el móvil, que pese a no estar permitidos los usan el 41% y el 35% de los ciclistas, respectivamente.