ERC blinda la mesa y sugiere a Junts replantearse su papel en el Govern ante el boicot

Esquerra ha respondido con dureza al boicot de Junts a la mesa de diálogo, escenificado este fin de semana por los posconvergentes en un congreso dedicado en gran medida a dilapidar la estrategia negociadora con el Gobierno de Pedro Sánchez. Los republicanos no tienen ninguna intención de ceder ante sus socios independentistas y mantienen firme su hoja de ruta, con la reunión del foro pendiente de concretar para la semana que viene.

“Lo cierto es que el camino se hace andando, y estamos justamente buscando cómo resolver conflictos, que no se resuelven solos, y lo que hay que hacer es actuar”, ha advertido la portavoz republicana, Marta Vilalta, quien se ha esforzado en dejar claro que no se moverán ni un ápice de su postura pese a las críticas de Junts.

“No esperaremos a nadie”, “no podemos esperar a que JxCat venga a la mesa o que se pongan de acuerdo entre ellos, no esperaremos, porque necesitamos una resolución democrática del conflicto”, ha abundado tras la reunión ejecutiva del partido.

Para contrarrestar las presiones posconvergentes, ERC se agarra a dos argumentos: el partido de Laura Borràs y Jordi Turull no tiene “plan B” más allá de las algaradas públicas; y la apuesta por el diálogo y la negociación está incluida en el plan de Govern suscrito hace un año por posconvergentes y republicanos para la Generalitat.

En JxCat, ha señalado Marta Vilalta, “no hemos visto ninguna alternativa” a la vía del diálogo, porque “¿en qué consiste pasar a la acción?, hemos visto proclamas pero no cómo se concretan”. Y aquí incluso ha sugerido a los posconvergentes que se replaneen su papel en el Govern si ya no están de acuerdo con la hoja de ruta. “Si alguien está incómodo, que tome las decisiones pertienentes”, ha avisado para añadir a renglón seguido que son sus socios quienes “tiene que resolver su incomodidad”. “Desde ERC damos apoyo a este Govern para que pueda seguir liderando, especialmente con la figura del presidente Aragonès”.

Vilalta ha matizado después sus declaraciones dejando clara la viabilidad del Ejecutivo, aunque de sus palabras se desprende la nueva herida -honda y profunda- que ha abierto el congreso de Junts en el seno independentistas.

Sobre la causa por presunto fraude contra la presidenta del Parlament, Laura Borràs, Vilalta ha precisado que el escrito de la Fiscalía “no cambia” el posicionamiento de ERC, que cree que el delito de prevaricación por el que se acusa a la también presidenta de Junts es presunta corrupción.

“No es ERC quien decide qué son delitos de corrupción o no, lo que decide ERC es cómo actuar ante los delitos de corrupción y es siempre siendo muy claros”, ha sostenido, preguntada por el artículo del reglamento del Parlament que obliga a suspender a los diputados a los que se abra un juicio oral por estos delitos.