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El Govern da por cerrado “al 87%” un pacto con el PSC para los Presupuestos

Los socialistas niegan que el acuerdo esté atado, exigen ampliar El Prat y el Hard Rock y fijan la semana que viene como decisiva

El líder del PSC, Salvador Illa, durante una sesión plenaria en el Parlament ante el president Pere Aragonès
El líder del PSC, Salvador Illa, durante una sesión plenaria en el Parlament ante el president Pere AragonèsDavid ZorrakinoEuropa Press

El Govern de Pere Aragonès quiere acelerar como sea la aprobación de los Presupuestos catalanes en un contexto de crisis económica y con los precios por las nubes. Esquerra, que busca proyectarse como partido de gestión al frente de la Generalitat, necesita atar cuanto antes un acuerdo y ya presiona en público: ayer, el Ejecutivo de Pere Aragonès desveló un primer pacto con el PSC por valor de 5.386 millones. Un preacuerdo, filtrado a la prensa y que cubriría «el 87%» de los puntos de la propuesta del PSC en 147 medidas sobre salud, energía, derechos sociales, industria, conocimiento, educación, gestión del agua y movilidad.

En este juego de presiones y filtraciones, desde el Palau de la Generalitat aseguran que los socialistas exigen ahora propuestas adicionales valoradas en 5.000 millones de euros más, de los que 3.000 millones serían para este mismo año. Para encajar estas peticiones, según esas mismas fuentes recogidas por las agencias, solo habría dos vías: «Inflar artificialmente» la previsión de ingresos, en un contexto en el que la economía se está desacelerando y el próximo año el PIB crecerá menos de la mitad, recuerdan desde el Ejecutivo; o bien desplazar el compromiso de gasto a años futuros, una «ingeniería presupuestaria» que «no sería responsable».

Y en este punto, el Govern reprocha al PSC que no quiera aumentar impuestos, por lo que «los ingresos no pueden crecer para cubrir el aumento de gasto» que piden los socialistas. Cabe recordar que el acuerdo de ERC con los Comunes sí que incluye un aumento del impuesto de Patrimonio, una nueva tasa para los pisos vacíos y otro tributo para los alimentos ultraprocesados, medidas que los socialistas rechazan.

De hecho, desde el partido de Salvador Illa niegan que el acuerdo esté cerrado, aseguran que quedan por negociar aspectos muy importantes como la mencionada fiscalidad i cuatro macro proyectos –trabajar en la ampliación del aeropuerto de El Prat, culminar el Hard Rock, el Cuarto Cinturón de Barcelona y una segunda fase del plan de Cercanías– para poder rubricarlo.

«Si tienen ganas de tener Presupuestos y avanzar, saben que tienen que encajar estas propuestas», avisó ayer la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero. En su propuesta, los socialistas también piden que el «CIS catalán» pase a depender del Parlament y no de la Generalitat; frenar el despliegue de las «embajadas» del Govern en el exterior y replantear las territoriales; y suprimir el plan piloto de una renta básica ciudadana. Tres compromisos muy difíciles de asumir para el gabinete de Pere Aragonès por sus fuertes connotaciones políticas para el independentismo.

En esta recta final de las negociaciones, el PSC y el Govern se reunieron ayer, y tienen previstos otros dos encuentros mañana y el jueves. Al margen, el Ejecutivo catalán sigue en negociaciones con Junts para tratar de resolver la ecuación imposible y atar un «pacto de país» a «cuatro» con posconvergentes, socialistas y Comunes. Sea como fuere, el objetivo es tener listo un acuerdo la semana que viene para tramitarlo ya en el Parlament, habilitado a partir del lunes 9 como periodo hábil tras la Navidad.