25 metros

La curiosa historia de los pisos más pequeños de Barcelona

Su construcción se remonta a 1753 en un barrio bajo jurisdicción militar. Ahora, muchos se han convertido en apartamentos turísticos al lado de la playa

La calle del Almirall Churruca, dos vías reconvertidas en una con las tradicionales viviendas a lado y lado
La calle del Almirall Churruca, dos vías reconvertidas en una con las tradicionales viviendas a lado y ladoAJUNTAMENT DE BARCELONA

De 25 a 30 metros cuadrados, con uno o dos espacios útiles, la cocina integrada y un baño separado. Así son la mayoría de las viviendas de la Barceloneta, el enclave marinero por excelencia convertido en destino turístico y paraíso de los pisos de alquiler vacacional tras el boom de los últimos años. Se trata de los llamados “quarts de casa” (cuartos de pisos), construcciones que dan forma al barrio y esconden en su estructura parte de la Historia de la capital catalana.

Absolutos desconocidos para los turistas que visitan la ciudad y para gran parte de sus vecinos -se refieren a los famosos “micropisos” de la burbuja inmobiliaria- su edificación se remonta a 1753. Fue entonces cuando el arquitecto Juan Martín Cermeño diseñó y proyectó una cuadrícula de 15 calles paralelas al puerto -de 7,5 metros de anchura- y tres calles perpendiculares -de 9,3 metros- donde se ubicaron casas de unos 100-120 metros cuadrados con planta baja y un piso bajo jurisdicción militar.

Aspecto de una de las callejuelas en los aledaños de la plaza del mercado
Aspecto de una de las callejuelas en los aledaños de la plaza del mercadoLa Razón

Según el Ayuntamiento de Barcelona, se trata de “uno de los mejores ejemplos del urbanismo barroco peninsular” de la mano de “viviendas de construidas con orientación norte-sur, a resguardo del viento de levante, permitía que todas las habitaciones tuvieran ventanas en el exterior”.

Se edificaron a partir de estas características -un bajo y una planta superior, de 8,4 por 8,4 metros- para lograr tener edificios de escasos metros de altura y evitar así que fueran bombardeados en plena guerra. Un diseño militar que llevó a miles de familias al barrio y que se tuvo que reconvertir arquitectónicamente para dar respuesta al boom de población posterior, del siglo XIX y principios del XX.

Y se hizo dividiendo y subdividiendo los espacios, primero por la mitad -de 120 metros a 60- y luego por otra mitad -de 60 a 30 metros- conformando los llamados “cuartos de casa”, cuatro viviendas de un espacio que antes pertenecía a una sola.

Así se dio respuesta a la fuerte industrialización del barrio, con grandes fábricas de metal -los talleres Alexandre en 1845, la Maquinista Terrestre y Marítima en 1855- instalados en el corazón del barrio y que implicaron una fuerte llegada de población.

Una oleada a la que se hizo frente construyendo más edificios, siguiendo el mismo patrón y encima de las viviendas ya levantadas. Así, se pueden ver en la actualidad pequeños bloques de hasta cinco o seis pisos de altura.

Uno de los bloques actuales de la Barceloneta
Uno de los bloques actuales de la BarcelonetaLa Razón

A principios de la década del 2000, el Ayuntamiento de Barcelona inició un plan para rehabilitar los famosos “quarts de casa” y lograr conservarlos como valor histórico y habitacional de la ciudad. En las últimas décadas, la explosión del turismo ha llevado a muchos propietarios a vender o poner su piso en alquiler a través de grandes compañías, lo que ha provocado la reforma de la mayoría de ellos en apartamentos. turísticos.

Un fenómeno que también ha disparado el precio de su renta haciéndolos inasequibles para muchos barceloneses que hasta no hace tanto buscaban refugio cerca de la playa.