Respeto democrático
Collboni se estrena como alcalde abucheado por el independentismo en el Liceo de Barcelona
Tras los insultos de la investidura, el alcalde tuvo que enfrentarse a una sonora pitada
Hasta no hace tanto, el independentismo presumía de un inquebrantable espíritu democrático. Al fin y al cabo, todo lo que querían era votar. No obstante, con la decadencia del procés y la frustración aparejada, esa supuesta voluntad democrática ha dado paso a una situación mucho más preocupante. Las elecciones molestan cuando no arrojan el resultado esperado. Sólo hace falta recordar el conciliador discurso de Xavier Trias tras la investidura. Ada Colau lo ha vivido en sus carnes durante ocho años y ahora le toca el turno al flamante alcalde de Barcelona. Así, Jaume Collboni, se enfrentó a una recepción hostil en el Gran Teatre del Liceu esta semana, en uno de sus primeros eventos públicos desde que asumió el cargo. Durante la celebración del trigésimo aniversario de la Escola de Músics del Raval, al alcalde de la ciudad se le pidió que subiera al escenario para pronunciar un discurso, momento en el cual fue recibido con una fuerte pitada por parte del público, acompañada de algunos tímidos aplausos. No obstante, a pesar de esta muestra de desaprobación, Collboni logró intervenir y defender el trabajo realizado por este centro ubicado en el barrio del Raval.
Aunque la pitada fue breve, el alcalde tuvo que insistir para poder hablar, mientras aún se escuchaban algunos reproches por parte de los asistentes. Una vez tuvo la palabra, Collboni comenzó su discurso expresando su agradecimiento por la labor llevada a cabo por la Escuela de Músicos del Raval "durante estos 30 años". Además, afirmó: "No quería perder esta oportunidad para saludar a los profesores, a los jóvenes y a las niñas de un barrio tan significativo como lo es el Raval".
El alcalde destacó que este centro de música demuestra que "el acceso a la cultura no debe estar condicionado por el origen social, la clase o la procedencia". Asimismo, resaltó que la cultura se crea de manera colectiva, y la Escola de Músics del Raval es un claro ejemplo de ello. Para Collboni, la labor de este centro es importante porque fortalece las políticas de cohesión social, especialmente necesarias en un barrio como el Raval.
No es la primera vez que Jaume Collboni enfrenta una pitada desde que asumió como alcalde de Barcelona el pasado sábado. De hecho, el mismo día de su investidura, fue recibido entre abucheos en la plaza Sant Jaume, cuando los concejales se dirigieron al Palau de la Generalitat para saludar al presidente Pere Aragonès. Acompañado por guardias urbanos vestidos de gala, el alcalde tuvo que atravesar la multitud mientras escuchaba gritos de "botifler, botifler".
Este lunes, una situación similar se vivió en el Gran Teatre del Liceu. De esta manera, Collboni da inicio a su mandato al frente del Ayuntamiento de Barcelona, después de recibir el respaldo de los comunes y el Partido Popular en su investidura, desplazando así a Xavier Trias, quien había encabezado la lista más votada en las elecciones municipales. Con la llegada del alcalde socialista, el PSC vuelve a gobernar en la ciudad de Barcelona tras doce años.
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