
Patrimonio
Musical Maria: 45 años de historia y rock en Gràcia
El emblemático local celebra su aniversario con sorpresas y un legado cargado de recuerdos

Decía Eduardo Galeano que en los bares, entre trago y trago, se inventa el mundo. Probablemente pensaba en uno de esos lugares donde el tiempo se detiene, te llaman por tu nombre y las soledades se acompañan mientras se refugian en la música. Por eso, en una Barcelona cada vez más rendida a la modernidad y la posmodernidad, que uno de estos oasis espirituales cumpla 45 años es, sin duda, motivo de celebración
Es el caso del Musical Maria, fundado el 15 de agosto de 1980 en el barrio de Gràcia; que ha sido mucho más que un local: cobijo para los fieles del rock, un lugar de paso convertido en casa para generaciones de noctámbulos, vecinos, estudiantes y músicos. En el número 5 de la calle Maria, este pequeño templo de luz tenue y guitarras eléctricas ha resistido al paso del tiempo sin renunciar a su alma. Auténtico, irreductible y cargado de memoria, el Musical Maria forma parte del paisaje emocional de Gràcia, ese barrio que aún se atreve a ser diferente.
Desde sus inicios, el local apostó por un ambiente cercano, con una identidad muy definida que lo ha diferenciado del resto de la oferta nocturna de la ciudad. Mientras muchos bares han ido transformándose al ritmo de las modas, el Maria ha sabido mantenerse fiel a su esencia: buena música, trato directo y una atmósfera cargada de personalidad.
En sus paredes cuelgan guitarras, discos firmados, carteles de conciertos y recuerdos de artistas míticos que han pasado por allí o han dejado su firma. La selección musical, que abarca desde los riffs más crudos de los años 70, añejos rhythm and blues, AOR de los 80 o himnos actuales del rock alternativo, está cuidadosamente elegida para quienes no solo escuchan música, sino que la viven.
Jordi Cazes, responsable del bar desde hace 25 años, destaca que el secreto de la longevidad del local ha sido mantener la coherencia con una propuesta clara. «Hemos visto cómo cambiaba el barrio y cómo desaparecían muchos locales, pero nosotros seguimos aquí con la misma energía que al principio», asegura. Cazes pone en valor la fidelidad de la clientela habitual, que ha convertido el Maria en un lugar de culto, más allá del ocio nocturno. Para celebrar su 45º aniversario, el bar acogerá una fiesta especial el próximo viernes 15 de agosto. Aunque los detalles se mantienen en secreto, se anuncian varias sorpresas para una noche que será, además de una celebración, un homenaje a la historia del propio local. Será también una oportunidad para recordar que el Maria no es solo un bar, sino un espacio de encuentro intergeneracional para quienes comparten una misma pasión.
Así pues, el Maria sigue y seguirá abriendo sus puertas cada noche con un formato que apenas ha cambiado desde 1980. En tiempos de locales tematizados y ocio estandarizado, no hay nada como el calor del amor en un bar para inventar el mundo.
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