Elecciones catalanas

Junts y ERC contra "el delegado de la Moncloa"

El independentismo afronta la campaña con Salvador Illa como principal candidato a batir mientras la pugna por liderar el espacio pasa a un segundo plano

El PSC ratifica por aclamación a Salvador Illa como primer secretario y candidato a las catalanas
El PSC ratifica por aclamación a Salvador Illa como primer secretario y candidato a las catalanasEuropa Press

El inicio de esta precampaña, inaugurada oficialmente ayer tras la firma del decreto de convocatoria electoral del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pone de manifiesto una clara coincidencia en la estrategia que pretenden Junts y ERC más allá de la pugna por el liderazgo del espacio independentista. Las encuestas no ofrecen lugar a dudas: el favorito a reeditar la victoria que ya consiguió en 2021 es el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, a quien la militancia de su formación reafirmó el pasado fin de semana como candidato a presidir la Generalitat. De cumplirse el augurio de los sondeos, la única cuestión discutible es si el triunfo del PSC será lo suficientemente holgado como para que Illa pueda hacerse con la presidencia.

Así pues, en las primeras intervenciones tanto de los republicanos como de los posconvergentes tras darse por concluida la legislatura parecen aparcadas las diferencias que han arrastrado a lo largo de la misma. Han puesto sobre la mesa, incluso, la alternativa de gobernar en coalición si las urnas revelan de nuevo una mayoría independentista que podría apoyar la CUP, que tendrá representación según los sondeos y podría ser decisiva. Una alianza, de cualquier forma, difícil de imaginar en estos últimos meses de mandato, donde ha sido el grupo parlamentario de los posconvergentes quien ha ejercido de oposición al ejecutivo en solitario de ERC -desde que se desarmó la coalición- mientras los socialistas apoyaban las cuentas del Govern. También en esta última votación presupuestaria, que no contó con el apoyo de la cámara y forzó a la Generalitat a adelantar los comicios.

Aragonès enfatizó el pasado fin de semana, en un acto de partido en la UPC, las bonanzas de un mandato que ha tenido como eje principal, según ERC, las «políticas sociales». Recuerdan que los Presupuestos iban a dotar de mayor capacidad a muchos sectores que necesitan de fondos públicos para cumplir con su gestión. No obstante, la formación republicana ha sufrido un desgaste estos últimos años. La debilidad parlamentaria y la incapacidad de agotar la legislatura pasarán factura a los republicanos, que ya aparecen como tercera fuerza política por detrás de Junts en las encuestas. También es prisionero de ese desgaste su candidato, que algunas voces de ERC dan por amortizado y que cargará hasta el final de su carrera política con el peso de haber liderado la Generalitat sin hacer lo propio en su formación, donde Oriol Junqueras toma el grueso de las decisiones.

En este acto, donde acudieron 500 personas, hubo muchas críticas hacia los comunes. Aragonès ya acusó a Ada Colau de haber entorpecido las negociaciones de los Presupuestos. No obstante, ERC perfiló como el principal enemigo a batir en las urnas al líder de los socialistas, a quien bautizó como «delegado de la Moncloa». «Cataluña debe decidir si quiere un Govern tutelado desde Madrid», expuso Aragonès, descartando asimismo la posibilidad de volver a un tripartito con socialistas y comunes. Es una alternativa que no contemplan en estos momentos, pues ni es el objetivo de ERC ni las relaciones entre partidos pasan por su mejor momento. No investirán presidente a Illa, aseguran. Respecto a Junts, menos guerra de la esperada pese a que tampoco los posconvergentes ayudaron a los republicanos con las cuentas.

Y tampoco en Junts se ha manifestado con ERC beligerancia alguna. Ambos saben que de conseguir gobernar deberán hacerlo de la mano. Tras el anuncio del expresidente y eurodiputado posconvergente, Carles Puigdemont, del próximo jueves, donde hará público, si nada se tuerce, su intención de presentarse otra vez como candidato, también Junts pretende una campaña «dura» contra Salvador Illa. Confían en su papel respecto a la ley de amnistía y que este sea suficiente junto a la figura de Puigdemont para ser la primera fuerza del independentismo.

Junts pretende una campaña donde votar por el expresident sea hacerlo por la independencia de Cataluña y hacerlo por Illa sea pronunciarse a favor del autonomismo. Ningunearán a Aragonès a sabiendas de que, de ganarles y sumar una mayoría, requerirán de su apoyo. Los posconvergentes, consideran, necesitan una holgada victoria para poder exigir el referéndum de autodeterminación a Pedro Sánchez que acordaron negociar durante la investidura de éste, el pasado verano. Creen que un resultado que permitiera a Illa presidir la Generalitat -y si lo necesita, piensan, contará con los votos hasta del PP-, dejaría al independentismo sin proyecto y en la casilla de salida. «Anem a per totes (vamos a por todas)», es el lema de precampaña de Junts.