Opinión

España es "culer"

Lamine Yamal, precoz, talentoso y valiente, representa mejor que nadie esa esencia

Lamine Yamal, en un entrenamiento del Barça
Lamine Yamal, en un entrenamiento del BarçaEUROPA PRESS

La selección española campeona siempre ha tenido un sello claro: el del FC Barcelona. No es casualidad que los mayores éxitos de la Roja hayan llegado cuando el equipo se construyó alrededor de jugadores formados en La Masia. Desde los tiempos de Xavi, Iniesta y Busquets hasta la generación de Pedri, Lamine Yamal y Dani Olmo, el modelo se repite.

La España de la furia, la que corría más que pensaba, no ganó nada. Se hablaba de entrega, de raza, de empuje… pero no se levantaban trofeos. Fue cuando se apostó por el control, la posesión y el juego asociativo, el llamado tiki-taka, cuando llegaron los títulos: dos Eurocopas y un Mundial en apenas cuatro años. Y más adelante, una Nations League y otra Euro, de la mano de una nueva camada de jugadores con ADN Barça.

Lamine Yamal, precoz, talentoso y valiente, representa mejor que nadie esa esencia. Pedri, cerebral, preciso, conecta con la tradición iniciada por Xavi. Dani Olmo, criado en las categorías inferiores culés, aporta desequilibrio y olfato. Todos ellos entienden el juego de manera colectiva, desde la técnica y la inteligencia.

Mientras tanto, el Real Madrid sigue con otro enfoque. Grandes fichajes, estrellas mundiales como Mbappé, Tchouaméni o Rüdiger, pero con escasa influencia en el juego de la selección. Salvo alguna excepción como Carvajal, el Madrid brilla en la champions sí, pero con casi nula representación española.

Lo que queda claro es que, cuando España gana, lo hace a lo Barça. No es una coincidencia, es una fórmula que se ha demostrado efectiva. El estilo culé no solo llena vitrinas en Barcelona, también escribe la historia dorada del fútbol español. Por eso, cada vez que España levanta un título importante, una cosa queda clara: España es ‘culer’.