
Ripoll
Junts frena la moción de censura contra la extrema derecha independentista "para no reforzar a Orriols"
Desde la formación han tomado la decisión pensando en las municipales de 2027

La posibilidad de desalojar a Sílvia Orriols de la alcaldía de Ripoll mediante una moción de censura ha quedado descartada por Junts per Catalunya, queeste mediodía sacaba un comunicado firmado por la dirección nacional y por el grupo municipal de Ripoll en el que se explicaba que las condiciones actuales en el municipio la hacen «inviable». El texto llegaba después de que se estuviera dando por hecho que PSC, Junts y ERC tenían un acuerdo casi cerrado para llevar a cabo la moción de censura y sacar a la líder de Aliança Catalana de la alcaldía de Ripoll. Orriols perdió una moción de confianza el 23 de enero y, por lo tanto, los distintos grupos de la oposición tenían un plazo de un mes para presentar una alternativa, cosa que se daba por hecha hasta que Junts ha dado la sorpresa.
"No es viable"
Desde la formación postconvergente han explicado que rechazan la moción por tres motivos. El primero, que «no es viable sustituir un gobierno en minoría por otro en minoría». Cabe recordar que, a pesar de que Orriols lleva dos años gobernando sin mayoría, el gobierno alternativo que estaban tejiendo Junts, ERC y PSC también sería en minoría. Sería lo que el regidor de Junts en Ripoll, Ferran Raigon, llamó «un gobierno Frankenstein».
En segundo lugar, aseguran desde Junts, la moción de censura hubiera agitado a la sociedad de Ripoll creando el caldo de cultivo perfecto para que Orriols activase un discurso «victimista» en el que incitase «a una confrontación social de difícil reconducción».
En tercer y último lugar, a ojos de la formación la alternativa a la alcaldía de Aliança debe contar con un «gran apoyo popular». Por eso se muestran partidarios de esperar a las elecciones municipales de 2027.
Objetivo: no reforzar a Orriols
Sin embargo, más allá de las explicaciones oficiales, el trasfondo de la decisión parece tener un componente claramente electoralista: el partido de Carles Puigdemont teme que un movimiento en falso pueda reforzar a Orriols de cara a los comicios municipales del año 2027.
De este modo, la clave de la decisión parece residir en la posibilidad de que Orriols capitalizara políticamente su destitución. El comunicado de Junts menciona expresamente el riesgo de que la alcaldesa «aumente el victimismo y atice una confrontación social de difícil reconducción», un argumento que apunta directamente a la preocupación por el efecto que una moción podría tener en la imagen y proyección de Aliança Catalana. «Queremos derrotarla en las urnas, no en los despachos», afirmaba el secretario general de Junts, Jordi Turull, en una rueda de prensa en la que insistió en que la mejor estrategia es esperar a las elecciones.
De hecho, Ferran Raigon, uno de los concejales del grupo municipal, admitía abiertamente que «Orriols podría salir reforzada en 2027 si se hacía la moción de censura». En esta línea, el comunicado de Junts apelando a una alternativa «fuerte y con gran apoyo popular» refuerza la idea de que el partido ha optado por una estrategia a largo plazo para intentar recuperar la alcaldía en la próxima cita electoral.
El trasfondo de la decisión de Junts también tiene una dimensión general. La formación ha sido clara en su posicionamiento contra Aliança Catalana, a la que acusa de atizar «el odio entre catalanes» y de alinearse con «las corrientes más radicales de Europa». No obstante, el partido también es consciente de que una moción de censura fallida o percibida como una maniobra política podría tener consecuencias no solo en Ripoll, sino en el resto de Cataluña.
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