Cataluña
Junts pone precio a los Presupuestos: suprimir el impuesto de sucesiones
Los posconvergentes condicionan la aprobación de los Presupuestos a la eliminación de este tributo mientras los comunes presentan su enmienda a la totalidad del texto a la mesa del Parlament
Los Presupuestos de la Generalitat para 2024 tienen, cada jornada que trascurre, menos opciones de ser aprobados en la primera votación, que se celebrará en el Parlament el próximo 13 de marzo. El acuerdo suscrito entre el PSC y el Govern no sólo no ha conseguido seducir, por el momento, a ningún otro diputado -le separan dos escaños de la mayoría absoluta-, sino que parece haber conjurado a las más dispares de las oposiciones en torno al mayor desprecio parlamentario posible: la enmienda a la totalidad de las cuentas. Tras PP, Ciutadans, Vox y la CUP -cuyas bases refrendaron la medida el pasado lunes- los comunes han confirmado hoy el registro de la enmienda. Cumple su palabra la formación de Jéssica Albiach y deja su formación al ejecutivo con la única alternativa de Junts, que exige la supresión del impuesto de sucesiones para poder facilitar la aprobación de los Presupuestos. Una medida prioritaria para los posconvergentes pero no unigénita, pues destacan en la formación el primer eje de las 100 propuestas que presentaron al Govern, relativas a la fiscalidad y al crecimiento de la economía catalana, como «claves».
En Junts consideran que el ejecutivo ha descuidado el potencial de Cataluña para atraer inversores. Las voces más nostálgicas de los tiempos en que el procés monopolizaba el debate político en la región miran ahora con recelo al gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso, que de una u otra forma ha aprovechado el letargo catalán para hacer de la capital un oasis de prosperidad entre campos y autopistas castellanas. Saben de la debilidad del Govern, asimismo, y presionarán a Pere Aragonès para satisfacer los reclamos de la burguesía a la que representan, disconforme en su mayoría con los «excesivos impuestos propios».
Fuentes próximas a Junts aseguran que desde el Govern no se han puesto en contacto con su grupo para reunirse, en discrepancia con lo que aseguran en el Palau de la Generalitat, pues el ejecutivo afirma que «se está encontrando una fecha para retomar las negociaciones». En cuanto al contenido de las medidas presentadas por la formación posconvergente, el Govern afirma haberlas estudiado y haber hecho llegar a Junts su respuesta formal sobre las mismas. En dicha contestación, según ha podido saber este diario, el ejecutivo de ERC acepta «muchas de las medidas» propuestas por Junts. No obstante, el Govern llevó a cabo un estudio a través de la consejería de Economía -a quién se le encomienda el redactado de los Presupuestos- que justifica la imposibilidad de aceptar las propuestas de Junts en materia fiscal. La Generalitat calcula que suscribir las medidas de los posconvergentes en este ámbito supone una pérdida de ingresos de hasta 1.212 millones de euros, que «deberían quitarse de otras partidas». «Es inviable», concluyen.
Las posiciones entre ambas partes están alejadas y, según parece, también enrocadas; de igual forma que lo han estado los comunes durante estos últimos meses en relación al Hard Rock. En el Govern han reaccionado con sorpresa al anuncio de Albiach. No esperaban la enmienda a la totalidad de los Presupuestos por parte de unos comunes con quienes siguen manteniendo canales de negociación abiertos. «Sobre el Hard Rock no tenemos margen de maniobra, y los comunes lo saben», explicó ayer la portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja, que lamentó la decisión de uno de sus aliados preferentes durante toda la legislatura. También los socialistas achacaron ayer la «irresponsabilidad» de los comunes en relación a las cuentas. En seno del Govern hay quien confía, por otra parte, en que se retire la enmienda antes de la votación de los Presupuestos, que puede llevarse a cabo hasta justo antes del pleno del día 13.
No obstante, el sentir generalizado en el ejecutivo es que se ha complicado la situación. «Quizás no hay Presupuestos nuevos», explican. Todo parece depender ahora de Junts, que tiene en su mano abstenerse -el escenario ideal, en estos momentos, para el Govern- y conformarse con un par de retoques en el actual texto para que este pueda salir adelante en segunda votación, donde únicamente se requiere de una mayoría simple para que las nuevas cuentas entren en vigor y sustituyan a las de 2023.
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