
Siniestralidad
Los Mossos, alarmados por el aumento de muertes de tráfico: "No hay voluntad política"
El cuerpo advierte de que faltan recursos y el déficit de personal es muy alarmante

Las víctimas mortales en accidentes de tráfico en Cataluña han crecido de manera alarmante en el primer trimestre del año, casi duplicando la cifra del mismo período del año anterior. Esta tendencia preocupa profundamente a los Mossos d’Esquadra, quienes desde hace años han advertido a la administración sobre el aumento de la siniestralidad y la necesidad de tomar medidas urgentes. Según José Antonio Pérez, coordinador del sector de Mossos de Comisiones Obreras (CC OO), se han analizado las causas y los puntos negros de la red viaria catalana, pero la respuesta de la administración ha sido nula.
Uno de los factores clave que han contribuido a este incremento es la reducción de los peajes. Como resultado, el tráfico que antes circulaba por vías secundarias ha pasado a las autopistas, generando una concentración de vehículos que ha superado la capacidad de estas infraestructuras. A esto se suma la falta de presencia policial en las vías de alta densidad, lo que ha derivado en una mayor impunidad de conductores: "Los conductores borrachos, drogados o que conducen muy rápido, al no ver policías en la carretera, no se sienten controlados ni temen", comenta Pérez.
Ni personal ni material
El cuerpo de tráfico de los Mossos d’Esquadra se enfrenta a un déficit significativo de personal. En toda Cataluña, debería haber aproximadamente 1.500 agentes especializados en tráfico, pero actualmente hay alrededor de 980. Si se descuentan los efectivos en segunda actividad, de baja o en labores administrativas debido a la falta de personal técnico, la cifra real se reduce a unos 750 agentes operativos en la calle. Esta carencia de efectivos compromete seriamente la capacidad de control y prevención de accidentes.
En cuanto a los recursos materiales, la situación es igualmente crítica. Las motocicletas utilizadas por los agentes tienen más de 14 años y su mantenimiento es deficiente, hasta el punto de que algunas ni siquiera pasan la ITV. Los radares empleados en los coches de patrulla son dispositivos obsoletos, algunos con más de 25 años de antigüedad, cedidos por la Guardia Civil en 1998. La escasez de radares modernos, como los TRUE-CAM, es preocupante, y los dispositivos existentes pueden tardar entre cuatro y seis meses en ser revisados en Madrid. «Los materiales son nefastos. Las motos son muy viejas y casi ni se usan. Los cascos y la ropa están caducados», explica Albert Palacio, portavoz del sindicato USPAC.
Años de recortes
El desmantelamiento progresivo de la especialidad de tráfico dentro de los Mossos ha sido el factor determinante. Según el coordinador de CC.OO, en los últimos años la gestión de la división de tráfico ha estado marcada por decisiones erróneas, recortes y falta de inversión que han debilitado la estructura. La llegada de Miquel Esquius al frente de la Comisaría General de Movilidad con el gobierno de Salvador Illa «trajo consigo una mentalidad que ha afectado negativamente a la especialización del cuerpo». Bajo su dirección, se ha reducido la estructura de la división y se han implementado recortes que han desmotivado a los agentes y han limitado su capacidad de actuación. Desde USPAC, denuncian que nunca han oído hablar a Esquius, como muestra de lo poco que le importa la división de tráfico. Además, la sustitución del anterior comisario, quien había impulsado mejoras en controles de velocidad, alcohol y drogas, por una comisaria sin experiencia en tráfico, ha generado una sensación de abandono en el cuerpo. "La especialidad se va al traste", expresan.
Los sindicatos han trasladado sus preocupaciones a diversas instancias, desde la Dirección de Tráfico hasta la Comisaría General y al Director General de la Policía, sin obtener respuestas concretas. Tampoco encuentran apoyo en los partidos políticos, incluidos Junts, ERC y PSC, quienes, según denuncian, han dado largas sin ofrecer soluciones reales. Además, denuncian que a la CUP directamente le molesta que haya policía. Desde USPAC apuntan directamente a la consejería de Interior de Núria Parlon, para quienes «no parece que crean necesario que exista la policía, y no trasladan su apoyo al cuerpo policial». «Hay falta de voluntad política, no interesa, invertir en policía no da dinero», sentencian.
Además, las condiciones en las que trabajan los agentes han generado un alto nivel de estrés y desgaste psicológico. La exposición diaria a accidentes de tráfico, sumada a la falta de recursos y apoyo institucional, ha creado un ambiente de trabajo extremadamente difícil y desmotivante, denuncia Pérez.
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