Oncologia

"Es posible afrontar un cáncer de mama y dar a luz a un bebé sano"

Paula Martínez fue diagnosticada de un tumor en la mama en el quinto mes de embarazo y ahora preside la asociación MaMaMa, impulsada por pacientes para apoyar a otras gestantes en esta situación y difundir información acerca del abordaje de la misma

Integrantes de la Asociación MaMaMa junto a profesionales de la Unidad de Cáncer de Mama de Vall d'Hebron
Integrantes de la Asociación MaMaMa junto a profesionales de la Unidad de Cáncer de Mama de Vall d'HebronVall d'Hebron

Se puede ser madre pese a sufrir un cáncer de mama, puesto que la enfermedad no es a día de hoy un factor que obligue a la paciente a elegir entre su vida y la de su bebé y ese precisamente es el mensaje que quiere difundir la asociación MaMaMa, que recientemente ha iniciado su andadura a iniciativa de 16 pacientes de cáncer de mama que tuvieron que afrontar la enfermedad durante la gestación.

“Cuando en 2022, en mi quinto mes de embarazo, me detecté un bulto en el pezón y a los días me diagnosticaron un cáncer de mama, me sentí un bicho raro. Me preguntaba por qué me tenía que pasar algo así a mí en un momento que supuestamente debía ser de los mejores de mi vida”, recuerda Paula Martínez, quien en aquel momento decidió buscar información e historias de pacientes por internet, pero apenas encontró nada que pudiera proporcionarle cierta tranquilidad y esperanza respecto al proceso que estaba a punto de afrontar.

“Existe mucho desconocimiento y falta de información acerca de esta realidad”, asegura, y no solo en lo que hace referencia a la población en general, sino también entre los profesionales. “Sé de una chica que supo que estaba embarazada justo cuando le diagnosticaron cáncer de mama y el médico le indicó que debía abortar para poder empezar el tratamiento y superar la enfermedad”, relata Paula.

En su caso concreto, al encontrarse en un estado avanzado de gestación, la indicación médica no fue tan drástica, sin embargo, el primer patólogo que la visitó tras el diagnóstico, la derivó a un hospital con unidad de prematuros, puesto que en ese momento consideró que iba a ser necesario avanzar el parto para empezar el tratamiento contra el cáncer.

Un programa específico

Fue entonces cuando Paula conoció el programa multidisciplinario de atención específica a mujeres embarazadas con cáncer de mama de la Unidad de Cáncer de Mama del Servicio de Oncología de Vall d'Hebron. “Tras someterme a una mastectomía, fue allí donde me dieron quimioterapia y mi hijo Biel nació en la semana 39 por parto inducido”, comenta la paciente, quien, tras el nacimiento del bebé, siguió con quimioterapia y radioterapia y en la actualidad está completando el tercer año de un tratamiento hormonal que tiene una duración de 5 años.

Al respecto, la doctora Cristina Saura, jefa de la unidad e investigadora principal del Grupo de Cáncer de Mama de Vall d'Hebron, admite que a día de hoy aún hay muchos profesionales que desconocen cómo abordar la enfermedad en pacientes embarazadas.

Al respecto explica que “no fue hasta finales de los años 90 que se publicaron datos sobre la posibilidad de tratar a las pacientes con cáncer de mama con quimioterapia a partir del segundo trimestre de gestación, que es cuando ya no hay riesgo de malformaciones en el feto porque sus órganos ya están formados”. Además, señala la doctora, “la cirugía se puede llevar a cabo en cualquier momento del embarazo, reduciendo el tiempo quirúrgico y teniendo mucho cuidado con la anestesia”, sin embargo, en lo que se refiere a la radioterapia e inmunoterapia, es necesario retrasar su administración hasta después del parto”.

Un plan personalizado

Pero no todos los profesionales médicos tienen conocimientos acerca del abordaje de este tipo de paciente en particular, razón por la cual en ocasiones suele indicarse el aborto como única opción o bien se retrasa cualquier tipo de tratamiento hasta el nacimiento del bebé.Cada paciente es un situación concreta en función de su tipo de cáncer de mama, lo avanzada que esté la enfermedad, la fase del embarazo... por eso es necesario llevar a cabo una valoración y un abordaje personalizados”, explica Saura, pero siempre hay opciones terapéuticas.

Sobre ese plan de tratamiento personalizado, la doctora comenta que “es necesario explicar a la paciente la situación, qué tratamientos podemos hacer si sigue adelante con el embarazo y qué impacto eso tendrá en la evolución de la enfermedad y el pronóstico para que ella misma pueda tomar decisiones de forma informada”.

En este sentido, el programa que puso en marcha en 2021 la Unidad de Cáncer de Mama de Vall d'Hebron para atender específicamente a estas mujeres embarazadas, en el marco del cual ya se ha atendido a 93 pacientes, de las cuales solo un 17% vivieron una interrupción del embarazo, ya sea de forma voluntaria como natural, cuenta con un equipo multidisciplinar, integrado por cirujanos, obstetras, oncólogos y pediatras, que ofrece ese abordaje multidisciplinar y personalizado

El embarazo no es lo peor

Además, éste ha permitido establecer un circuito bien cerrado para el seguimiento de la madre y el bebé y el tratamiento de la paciente, el cual reduce el número de visitas médicas. “El mismo día que la paciente acude al hospital se le realizan las pruebas correspondientes, se visita con el obstetra y el oncólogo y recibe el tratamiento”, explica Saura, quien señala que, en cualquier caso, el peor momento para estas mujeres durante la enfermedad no es el embarazo.

Son pacientes que toleran espectacularmente bien los tratamientos, suelen tener menos efectos secundarios y de hecho requieren menos medicación para su control que las mujeres no embarazadas, pero lo más duro viene durante el postparto”, asegura la doctora, una opinión que comparte Paula.

“Durante la gestación estuve bien, yendo día a día, pero cuando parí y seguí con la siguiente quimioterapia vino lo peor, porque además me sentía mal por no poder atender a mi hijo”, recuerda la paciente, quien no pudo dar el pecho a su bebé tras el nacimiento por estar bajo tratamiento. “Se sabe que la quimioterapia pasa a la leche, por lo que en estos casos se desaconseja la lactancia materna”, aclara Saura.

Es posible también que debido a la enfermedad Paula deba renunciar a ser de nuevo madre, ya que existe la posibilidad de que, debido al tratamiento, no pueda volver a quedarse embarazada de forma natural y a día de hoy no podría ser candidata a la donación de óvulos por haber tenido ya un hijo previamente. Además, “la opción de la adopción es complicada porque la enfermedad supone un escollo en este proceso y, al recibir el diagnóstico estando embarazada no puede recurrir a la congelación de óvulos”.

En definitiva, Paula y otras tantas pacientes que han tenido que afrontar un cáncer durante el embarazo se han visto en la situación de tener que hacer frente a una dura enfermedad en un momento muy delicado de sus vidas y muchas veces se han sentido solas en el proceso, no por falta de compañía y apoyo familiar, sino porque solo 1 de cada entre 3.000 y 10.000 mujeres gestantes sufren un cáncer de mama y por la falta de conocimiento e información al respecto, tanto de profesionales como de la población.

Acompañamiento y divulgación

Por ello, a finales de 2022, cuando algunas de las 96 mujeres tratadas en el marco del programa multidisciplinar específico para pacientes embarazadas con cáncer de mama de Vall d'Hebron coincidieron en un acto organizado por el hospital para dar visibilidad a esta situación médica y a que es posible ser madre pese a sufrir cáncer, nació el germen de lo que desde el pasado mes de junio de 2023 es la asociación MaMaMa, que se acaba de presentar y que preside Paula.

Nuestro objetivo es apoyar a las familias, que las mujeres que pasan por esta situación vean que no están solas, que no son las únicas, y que es posible afrontar la enfermedad y dar a luz a un bebé sano”, explica Paula, quien reconoce que “cuando te encuentras en esta situación necesitas hablar con alguien que ya haya pasado por eso y pueda darte esperanza y tranquilidad ante la pregunta de si vas a conocer a tu hijo o no”.

Además, la entidad se plantea un segundo objetivo, que se concreta en “informar, aconsejar y acompañar, que la gente sepa que el embarazo no es incompatible con el cáncer, así como también pretendemos promover la formación de los profesionales”.