Historia

El secreto del Eixample de Barcelona: la calle burguesa con más asesinatos que el Raval

De la "avenida de las queridas" en los años 40 a la "trilogía criminal" de principios de los 2000

La calle Aribau de Barcelona hace 100 años
La calle Aribau de Barcelona en su confluencia con la Via AugustaCC

La ciudad de Barcelona, como toda gran urbe, esconde en sus calles historias oscuras que han quedado grabadas en la memoria colectiva. Tras analizar numerosos registros históricos y casos documentados, una vía destaca por encima del resto por su macabra historia: la calle Aribau, considerada por muchos como la calle con mayor número de asesinatos documentados en la historia de la ciudad condal.

La calle Aribau, situada en el corazón del Eixample barcelonés, ha sido escenario de numerosos crímenes a lo largo de su historia, hasta el punto de ganarse el sobrenombre de "la criminal calle Aribau". Esta vía, aparentemente tranquila y burguesa durante el día, ha ocultado históricamente "una doble vida asombrosa repleta de morbo y sangre invisible durante la inocencia de las mañanas", como describía la escritora Carmen Laforet en su novela "Nada". La historia criminal de esta calle es tan notoria que existe incluso una "trilogía de los crímenes de Aribau" ocurridos entre 2000 y 2003, que marcaron profundamente la memoria reciente de la ciudad.

A pesar de estos casos notorios, es importante contextualizar la situación criminal de Barcelona. Aunque la ciudad tiene fama de insegura, especialmente en los últimos años, esto es "más de percepción que de estadísticas reales". De hecho, Cataluña tiene una de las tasas de homicidios más bajas de Europa, de entre 0,60 y 0,85 casos por cada cien mil habitantes al año.

La trilogía criminal (2000-2003)

Entre los años 2000 y 2003, la calle Aribau fue escenario de tres asesinatos que conforman lo que se conoce como "la trilogía de los crímenes de Aribau". El primero de ellos ocurrió la noche del 9 al 10 de septiembre de 2000, cuando Hamid Saada Oualili, un marroquí de 36 años con nacionalidad española que estaba casado con una catalana y tenía tres hijos pequeños, fue asesinado de un tiro en la cabeza por Domingo Correa. Este caso generó gran controversia por sus posibles motivaciones racistas, aunque el tribunal no consideró probado este móvil.

El segundo asesinato de esta trilogía ocurrió en mayo de 2001, cuando Ildefonso Jodar fue asesinado en el after Tukasa de la calle Aribau. Este crimen es descrito como "el culmen de la absurdidad" ya que la víctima "murió sentado en el pestilente baño del Tukasa con un tiro en la cabeza". El asesino, con un cinismo estremecedor, avisó a los empleados diciendo: "Os he dejado algo ahí".

El tercer y último asesinato de esta serie tuvo lugar el 7 de octubre de 2003, cuando un hombre identificado como J.A.O.L., de 27 años, mató a tiros al propietario del bar "Tal & Cual" situado en la misma calle. La víctima, M.N.M., de 42 años, presentaba varios impactos de bala, y el agresor también hirió a una mujer de 31 años, amiga de la víctima. El móvil en este caso parece haber sido "la profunda enemistad personal existente entre ambos desde hacía tiempo".

La avenida de las queridas: un pasado turbio

Más allá de estos tres crímenes recientes, la calle Aribau arrastra una larga historia de oscuridad. En los años cuarenta, durante la posguerra española, esta calle adquirió la "nada prestigiosa categoría de avenida de las queridas", siendo un lugar frecuentado por mujeres que mantenían relaciones con hombres adinerados. Entre ellas destacó Carmen Broto, una inmigrante aragonesa cuya historia terminó trágicamente cuando fue asesinada por unos conocidos que pretendían implicarla en un robo. Según las crónicas de la época, "la chica terminó enterrada en un huerto del barrio", añadiendo un capítulo más a la historia sangrienta de esta vía.

Otras calles barcelonesas con historias criminales

Aunque la calle Aribau destaca por su concentración de crímenes documentados, Barcelona cuenta con otras vías que también han sido escenario de sucesos violentos notables.

Las calles más peligrosas: Santa Paciá y Aurora

Actualmente, las calles Santa Paciá y Aurora, situadas en el Raval, son consideradas "las calles más peligrosas de Barcelona". Estas vías, pequeñas, estrechas y con apenas 100 metros de largo, son conocidas por la presencia de narcopisos y problemas de seguridad. Según afirman los comerciantes de la zona, "siempre han sido calles conflictivas", pero en los últimos años la violencia ha sido la tónica dominante. Además de los robos y la delincuencia, la prostitución también es una actividad diaria y uno de los problemas latentes, especialmente en la calle Aurora.

El reciente crimen de Nou Barris

En la actualidad, Barcelona sigue siendo escenario de hechos violentos. Recientemente, los Mossos d'Esquadra detuvieron a una pareja, un hombre de 29 años y una mujer de 25, como presuntos autores de un homicidio en el distrito de Nou Barris. La víctima, un hombre de 58 años, fue hallada el 21 de marzo de 2025 en un piso de la calle Valldemossa, presentando varias puñaladas y llevando días muerta. Los detenidos eran compañeros de piso de la víctima.

El misterioso carrer d'Estruc

La calle Estruc (carrer d'Estruc), situada a pocos minutos de las Ramblas, es descrita como "la calle más mágica de Barcelona", no solo por su asociación con la brujería medieval sino también por sus leyendas y asesinatos. Con apenas 180 metros de longitud, esta vía encierra siglos de historia, misterio y tradiciones esotéricas.

Uno de los crímenes más impactantes ocurridos en esta calle sucedió en 1909, cuando en el número 30 vivía una familia de tres miembros que había alquilado una habitación a un joven de 26 años llamado Luis. Una mañana, los vecinos alertaron a la policía por un fuerte olor que emanaba del apartamento. Al entrar, descubrieron una escena terrible: "Luis había asesinado a hachazos a la madre, al padre y al bebé, al que había metido en una especie de cofre", para después suicidarse. Este crimen fue descrito por La Vanguardia como "un crimen horrible que revela un refinamiento de crueldad solo concebible en un loco".