Historia
El templo romano que mejor se conserva en España: un vestigio de la romanización
La influencia de la Antigua Roma en la Península ibérica ha dejado presentes grandes joyas artísticas y culturales
España fue, desde el año 218 a. de C. hasta el año 476 d. de C, un territorio perteneciente al extenso Imperio romano. Conocida como Hispania, son muchos los testimonios históricos que esta civilización asentó en diferentes puntos del país. Acueductos, anfiteatros, murallas, puentes, templos, termas... son la herencia que los romanos han dejado a su paso por el territorio español. Hoy, muchos de ellos, declarados como Patrimonio de la Humanidad, aún se conservan e incluso reciben una multitud de visitas por parte de los turistas a lo largo del año.
Quizás, por su alto valor arquitectónico, los templos sean uno de los edificios que mejor se conservan en España. Construidos para venerar a los dioses, celebrar actos religiosos o realizar los muy comunes rituales, estas edificaciones sagradas de la Antigua Roma se reconocen fácilmente por su particular diseño. Es frecuente que estos lugares de culto compartan una escalinata frontal, las colosales columnas o grandes frontones triangulares decorados con esculturas que representan a sus deidades.
Los templos romanos más importantes en España
Dispersos por la península Ibérica, un recorrido por los templos romanos supone, sin duda, un repaso a la historia durante el proceso de romanización en España. Andalucía y Extremadura son las regiones españolas con mayor número de templos romanos. La región andaluza cuenta con el Templo romano de Córdoba, entonces capital de la provincia romana de Baética; el Templo de Trajano de Itálica, en Sevilla; el Templo de Venus, en Almería; y el Templo romano de Munigua. En Extremadura sobresalen el Templo de Diana y el Templo de Marte, ambos en Mérida, antigua capital de Lusitania; el Templo romano de Augustóbriga; y el Templo romano de Alcántara.
A estos monumentos artísticos-culturales se suman, en Cataluña, el Templo de Augusto, en Barcelona; el Templo de Augusto, en Tarragona, capital de Tarraconense; y el Templo romano de Vic. Fue también un punto importante en el Imperio romano la ciudad de Lugo por su ubicación estratégica, donde se construyó el soterrado Templo romano de Santa Eulalia de Bóveda que, dedicado a la diosa Cibeles, resulta un edificio "únicum", pues no hay otro edificio de las mismas características en los territorios conquistados por la Antigua Roma.
El Templo romano de Vic: el mejor conservado
Resulta ser, junto con el Templo romano de Alcántara, el único edificio prácticamente completo en España, ya que permanece en óptimas condiciones. Construido en el actual casco histórico de la ciudad catalana de Vic, entonces conocida como Ausa, a principios del siglo II d. de C., la edad gloriosa del Imperio, no fue hasta el siglo XIX, en concreto, hasta el año 1882, cuando fue descubierto tras el derribo del castillo románico de los Montcada.
A partir de entonces, los trabajos de reconstrucción, que duraron casi ochenta años, se prolongaron hasta 1959. Son características de la arquitectura romana el pódium sobre el que fue construido, sus ocho columnas con los respectivos capiteles corintios o el triangular frontón. Actualmente es uno de los emblemas culturales de la ciudad y de la Generalitat.
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