Sociedad

Ciencia

Los meteoritos cargados de diamantes que provienen de un planeta desaparecido

Los minerales contenidos en un meteorito nos ofrecen un relato fascinante sobre su origen.

Un fragmento del meteorito NWA 4231, una ureilita encontrada en el noroeste de África.
Un fragmento del meteorito NWA 4231, una ureilita encontrada en el noroeste de África.James St. John/Wikimedia

El 4 de septiembre de 1886, una masa rocosa de 1 900 gramos dio un buen susto a un grupo de agricultores del pueblo de Novy Urey (Rusia) cuando cayó del cielo y se estrelló a pocos metros de ellos. A lo largo del siguiente siglo, otros eventos similares revelaron que este material oscuro y cargado de diamantes microscópicos provenía de un cuerpo celeste un tanto peculiar.

Bólido anticipado

El 7 de octubre de 2008, un asteroide de 4,1 metros de diámetro y una masa de unas 80 toneladas explotó en la atmósfera terrestre a unos 37 kilómetros de altura sobre el desierto de Nubia (Sudán). Estos mazacotes de material espacial que explotan o se desintegran mientras atraviesan la atmósfera terrestre se llaman bólidos y son eventos bastante frecuentes. Aun así, este caso era particularmente interesante porque se trataba de la primera vez que un asteroide en trayectoria de colisión con la Tierra se detectaba con suficiente antelación como para calcular el lugar aproximado sobre el que reventaría.

El asteroide fue bautizado como 2008 TC3 y se precipitó hacia nuestro planeta a casi 13 kilómetros por segundo. Dado su pequeño tamaño y su gran velocidad, el asteroide acabó estallando en la atmósfera con una energía equivalente a 2 100 toneladas de TNT, aunque lo hizo más al sur y a una altitud menor de lo que se había predicho. Sea como sea, parecía que la explosión no había sido lo bastante energética como para desintegrar el asteroide por completo, así que, tras calcular la zona aproximada en la que habrían caído los posibles fragmentos supervivientes de 2008 TC3, se envió una expedición a recuperarlos.

La expedición finalmente recuperó unos 600 fragmentos del asteroide con un peso total de 10,5 kilos… Pero el análisis de estos meteoritos reveló algo inesperado.

Las ureilitas

Los fragmentos de 2008 TC3 encontrados en el desierto de Sudán se conocen como Almahata Sitta en referencia a una estación de tren cercana y su composición es muy similar a la de los caídos en Novy Urei en 1886. De hecho, los meteoritos que están hechos de este mismo material se llaman conjuntamente urelilitas en honor al pueblo ruso en el que cayó el primer ejemplo conocido.

Las ureilitas están hechas principalmente de dos minerales: olivino y pigeonita, dos tipos de silicatos que se encuentran en muchos otros tipos de meteoritos. Alrededor del 10% de estos meteoritos también contienen material feldespático, pero el rasgo más llamativo de las ureilitas es que poseen grandes cantidades de carbono en forma de grafito y, más sorprendente aún, de diamantes.

Antes de que nos emocionemos, conviene tener en cuenta que muchos de esos diamantes tienen un diámetro de unos pocos nanómetros y que los más grandes llegan a los 100 micrómetros. O, lo que es lo mismo, una décima de milímetro. Por tanto, no tienen ningún valor como piedras preciosas.

Ahora bien, pese a su escaso valor económico, los diamantes microscópicos de las ureilitas aportan mucha información sobre las condicione en las que se formó este material. Por un lado, es probable que los diamantes más pequeños fueran concebidos rápidamente por la alteración del carbono durante un evento violento que generó altas presiones y temperaturas de manera momentánea, como el impacto entre dos asteroides. En cambio, el diámetro de los diamantes más grandes de las ureilitas es entre 100 y 1 000 veces mayor de lo que cabría esperar si se hubieran formado a través de este mismo mecanismo. Además, tampoco parece posible que alcanzaran este tamaño si crecieron en el espacio y luego fueron incorporadas a objetos como el asteroide 2008 TC3.

Nacidos en planeta extinto

El tamaño de los diamantes más grandes de las ureilitas sugería que estos cristales se habían cristalizado lentamente bajo altas presiones. Además, los diamantes contienen inclusiones de sustancias metálicas que típicamente se encuentran en meteoritos metálicos, que, como hemos visto en otras ocasiones, son los restos del núcleo de objetos de tamaño planetario que fueron destruidos por algún impacto cataclísmico en el pasado.

Teniendo esto en cuenta, todo apunta a que el material de las ureilitas se formó a grandes profundidades en el interior de alguno de los primeros planetesimales que se formaron en el sistema solar primigenio. De hecho, dado que la presión requerida para producir estos diamantes rondaría los 20 gigapascales (GPa), se estima que pudieron cristalizar en una de estas dos situaciones: en la interfaz entre el manto y el núcleo de un cuerpo del tamaño de Marte o directamente en el núcleo de un objeto como Mercurio.

Ahora bien, el planeta en el que se formó el material de las ureilitas debió desaparecer hace mucho tiempo y el hecho de que los fragmentos de su interior aún ronden por el sistema solar sugiere que fue hecho trizas por a causa de un gran impacto con otro cuerpo celeste de un tamaño similar. Por suerte, algunos fragmentos de este planeta perdido se mantuvieron en órbita alrededor del sol y acabaron cayendo a la Tierra en el 7 de octubre de 2008 después de un largo viaje por el sistema solar de 4600 millones de años.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Que un tipo de meteoritos muy específico contenga cristales de diamantes no significa que este mineral sea abundante entre los meteoritos en general.

REFERENCIAS (MLA):