Espacio

Los planetas se han alineado, pero es mucho menos especial de lo que imaginas

¿Qué significa exactamente que los planetas se alineen? Algo menos espectacular de lo que piensas

Fotografía del cielo nocturno de Deborah Lee Soltesz
Fotografía del cielo nocturno de Deborah Lee SolteszDeborah Lee SolteszCreative Commons

Este fin de semana los planetas se han alineado, pero el concepto no parece estar del todo claro. Siempre hemos escuchado hablar de estos hechos como eventos raros y esotéricos, de esos que ocurren tan poco que son premonitorios de algo realmente bueno o realmente malo. Por supuesto, la posición de los astros solo nos ayuda a predecir dónde estarán esos astros en cierto tiempo o cómo hemos de lanzar una misión para que orbite varios planetas y aproveche su gravedad para acelerar. No nos dicen nada sobre nosotros o sobre el futuro de la humanidad, y mucho menos, pronostican la llegada de un héroe destinado a salvar el universo. No obstante, es muy probable que la mayoría de personas ya supieran esto, porque, aunque el horóscopo haya recuperado cierta popularidad, por suerte, poca gente cree realmente en él y muchos lo toman como un simple entretenimiento, igual que las galletas de la fortuna.

En cuanto a la segunda parte de la afirmación: que los alineamientos de planetas son raros, todo depende de la definición que queramos dar, porque ¿qué significa? Cada cual ha interpretado esa frase a su manera y, normalmente, lo que la fantasía suele transmitir es un caso extremo donde todos los planetas se colocan en una línea perfecta y recta, como si fuera un radio que parte del Sol y se proyecta en línea recta, planeta tras planeta, con nosotros formando parte de esa línea. Si esto es lo que teníamos en mente debemos saber que no es que sea extremadamente raro, sino que es imposible, porque los planetas nunca podrán estar así de bien alineados, ya que sus órbitas recorren planos ligeramente diferentes, lo cual tiene sentido al pensar que los planetas de un sistema solar se forman por las colisiones de la materia que hay en él. Sería muy raro que todas esas colisiones hubieran dado lugar a planetas que siguieran trayectorias de un mismo plano. Y entonces… ¿a qué nos referimos con alineación?

No es lo que piensas

En todo caso, tiene sentido hablar de que los planetas se alineen más o menos como en el párrafo anterior, pero si pudiéramos verlos desde varias perspectivas, descubriríamos que para llamar línea recta a eso hemos de ser muy generosos y que los planetas se separarían de ella unos cuantos kilómetros. Con eso se cae buena parte del misticismo que pudiera tener el evento, porque el universo está muy lejos de ser la máquina perfecta que imaginaban los antiguos, con sus órbitas circulares y sus proporciones ocultas. El caso es que ni siquiera estamos hablando de ese tipo de alineamiento porque, como decíamos, hay muchas maneras de interpretar la palabra. En este caso, lo que hemos podido ver este fin de semana (especialmente en el hemisferio sur), es bastante diferente e incluso menos “especial”.

Recordemos cómo funciona el movimiento de los planetas. A grandes rasgos, las tres leyes de Kepler son suficientes como para hacernos una idea. Primera: todos los planetas se desplazan alrededor del sol siguiendo órbitas elípticas. Eso significa que si dibujamos la trayectoria de un planeta en torno al sol durante un año veremos que no es un círculo perfecto, sino que se achata por los lados. Segunda: El radio vector que une al planeta y al Sol recorre áreas iguales en tiempos iguales. Dicho con otras palabras, dado que la órbita de los planetas es elíptica, no siempre la recorren a la misma velocidad, cunado están más cerca de su estrella aceleran y cuando se alejan frenan. El motivo es que, si imaginamos que trazamos la cuña de un quesito entre la estrella y el planeta a medida que se mueve, esa aceleración o deceleración coincide de tal modo que, en fragmentos de tiempo iguales, el quesito tuviera la misma superficie, haciendo que el planeta fuera más lento cuanto más radio hubiera con la estrella y viceversa. Finalmente, la tercera ley dice que, para cualquier planeta, el cuadrado de su período orbital es directamente proporcional al cubo de la longitud del semieje mayor de su órbita elíptica. Simplificándolo, la idea es que esta ley encuentra la proporción exacta que relaciona la distancia entre un planeta y su estrella y la velocidad a la que completa una órbita, haciendo que los planetas más cercanos orbiten más rápido.

La alineación

El tipo de alineación que hemos visto consiste en que los planetas se han colocado en lo que, desde nuestra perspectiva, parece una fila a un lado del Sol. Si miramos al cielo, los veremos en una fila más o menos recta, pero si recordamos cómo funcionan las órbitas de los planetas, sabremos que eso solo pasa desde nuestra perspectiva, ya que cada uno está a una distancia diferente. Es más, ni siquiera tienen que estar ordenados en esa línea que forman en el firmamento, por lo que, si los observamos perpendicularmente a sus órbitas, no podremos distinguir ningún patrón medianamente regular en sus posiciones. Ese es el caso de lo que hemos visto este fin de semana, un evento que en nuestra cabeza era mucho más espectacular.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Estos conceptos de conjunciones y oposiciones tienen más que ver con la astronomía, con la astrología, que es una pseudociencia que no ha logrado demostrar la validez de sus predicciones.

REFERENCIAS (MLA):