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Este es Pablo Álvarez, el próximo astronauta español

El Ingeniero Aeroespacial Pablo Álvarez ha sido seleccionado por la ESA para formar parte de la nueva generación de astronautas europeos

Pablo Álvarez, futuro astronauta de la ESA
Pablo Álvarez, futuro astronauta de la ESAESACreative Commons

Hace algo más de un año y medio que la ESA anunció los requisitos para presentarse a su nuevo proceso de selección de astronautas y hoy, finalmente, se ha revelado el nombre de los elegidos. Entre ellos un español, Pablo Álvarez, ingeniero aeroespacial, y una española en la reserva, Sara García Alonso, biotecnóloga especializada en cáncer. La convocatoria ha sido tan excepcional como aparenta, no en vano, la ESA solo ha convocado 3 desde que se fundó en 1975 y ya nos separan 12 años de la última, que tuvo lugar en 2008. Y, precisamente por eso, muchas voces se preguntan quién es Pablo Álvarez, el próximo español que, en cierto modo, nos representará en el espacio. Y, para conocerle, qué mejor forma que repasar los requisitos que solicitaba la ESA para presentarse al proceso de selección.

El primer criterio dice lo siguiente: “Ser ciudadano de un estado miembro o asociado a la ESA”. Pablo Álvarez no solo es ciudadano de un estado miembro de la ESA, como es España, sino que es leonés, nacido en 1988. Casualmente, Sara García también es leonesa, pero un año más joven. Y, precisamente por eso, cumplen el segundo requisito solicitado por la ESA, “tener menos de 50 años de edad”.

Otros de los requisitos que pedía la ESA eran “un buen estado de salud, un correcto funcionamiento de los sentidos [...] capacidad de mantener la calma bajo presión [...] voluntad de participar en experimentos científicos, pruebas de natación, de vuelo.” Todo ello características que deben haber avalado durante el proceso de selección. Otra cualidad que la ESA buscaba era “ser flexible respecto al lugar de trabajo (tanto dentro como fuera de Europa)” y, el currículum de Pablo Álvarez no deja duda: es la persona idónea para un trabajo así. Durante su formación, tras graduarse, Pablo estudió en Polonia y posteriormente trabajó en Reino Unido y Francia antes de volver a nuestro país.

Todo esto también nos hace sospechar que acostumbra a lidiar con otro de los requisitos de la ESA, “estar fuertemente motivado para lidiar con un horario de trabajo irregular, viajes frecuentes durante largos periodos de tiempo y una severa reducción de las relaciones con familiares y amigos”. Y, del mismo modo, podemos suponer que cumple con el nivel de idiomas que la agencia espacial busca: “Fluencia en inglés (nivel C1) e idiomas adicionales (con al menos un B2)”.

Como hemos dicho, cuenta con un grado en Ingeniería Aeronáutica, así como un máster en ingeniería aeroespacial. Así es como se cumple otro de las condiciones: “contar al menos con un máster en alguna carrera del ámbito STEM (incluida medicina), o tener un título como piloto de aeronaves”. Y, desde 2011, sabemos que Pablo Álvarez ha trabajado en el sector con entidades de renombre, como pueden ser Airbus y la propia ESA. De hecho, ha contribuido en la creación del todoterreno Rosalind Franklin de la misión de exploración marciana ExoMars. Con eso último se cumple otro de los criterios de selección: “Tener al menos 3 años de experiencia profesional tras graduarse durante los cuales pueda verse un aumento de las responsabilidades”. Todo ello hace de Pablo Álvarez un magnífico representante de nuestro país en futuras aventuras espaciales.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • La ESA ha destinado que una parte de las plazas será destinada a personas con cierto grado de discapacidad física a los que ha denominado con el polémico nombre de “parastronautas”. Entre ellos se contemplan a personas con una dismetría en sus piernas (diferente longitud), con una estatura menor de 130 cm o una deficiencia a la altura de rodillas o tobillos (en una o dos piernas) ya sea por parálisis o ausencia.
  • La ESA no puede asegurar que los parastronautas lleguen a ser enviados a alguna misión espacial, entre otras cosas porque todavía no se ha acordado con las otras agencias implicadas cómo se resolverá y costeara la adaptación de la tecnología para saciar las necesidades de estos nuevos astronautas.

REFERENCIAS (MLA):