Simios
Estudios en primates pueden explicar por qué tu amigo se ha comprado eso tan horrible
Investigadores de Suiza, Reino Unido y Taiwan sometieron a gorilas y orangutanes en cautividad a dos experimentos para investigar la racionalidad y coherencia de la toma de decisiones económicas.
Todos conocemos a esa persona que toma decisiones económicas “peculiares”. Esa persona puede aparecer cualquier día llena de emoción porque ha comprado un cuadro por internet. Indagando más en la historia, en realidad nos explica que no ha comprado el cuadro en sí, si no que ha añadido un número a una cadena de datos que dicen que el cuadro es suyo, pero que cualquier persona puede acceder al cuadro y copiarlo. Esta compra se ha producido porque la persona famosa de turno le ha vendido la burra de que comprando esos datos de la cadena va a poder luego vender el cuadro 10 veces más caro de lo que lo compró. Muchas veces las decisiones económicas están llenas de sesgos e influencias, pero… ¿Son estas decisiones subóptimas, algo cultural o se deben a la herencia evolutiva?
La racionalidad en la economía humana
Cada vez es más común utilizar teorías económicas y modelización matemática de la toma de decisiones para comprender y predecir el comportamiento humano. Los modelos clásicos, como la “Teoría de la Utilidad Esperada”, parten de la base de que los seres humanos son racionales a la hora de tomar decisiones y, cuando se enfrentan a una serie de opciones, comparan cómo de útiles son todas las opciones que les han presentado y escogerán la que les presente una mayor utilidad.
Por poner un ejemplo: a una persona que ha ganado un premio se le ofrecen tres opciones de aparentemente el mismo valor: dinero en efectivo, una tarjeta regalo para una tienda en concreto y pago en especie mediante una serie de objetos comunes que suman el valor del dinero. La Teoría de la Utilidad Esperada se basa en la premisa de que el valor de una opción viene definido por su utilidad y que los seres humanos son capaces de evaluar utilidades para tomar decisiones bien deliberadas, sería lógico que los humanos tomasen el dinero, porque ofrece una mayor flexibilidad y puede ser útil en más situaciones.
La irracionalidad en la economía humana
Sin embargo, a menudo se observan comportamientos humanos irracionales que no están dirigidos a maximizar la utilidad. Si las decisiones extrañas vienen dadas porque no se tiene toda la información sobre las opciones que se nos ofrecen, esta decisión no contradice la Teoría de la Utilidad Esperada, pero hay casos que aun teniendo y comprendiendo la información, no se busca la máxima utilidad. Por ejemplo, los seres humanos pueden renunciar a opciones muy rentables para explorar opciones alternativas desconocidas, aunque corran el riesgo de acabar obteniendo menos beneficios.
Estas discrepancias llevaron al establecimiento de la “Teoría de las Perspectivas”, que permite explicar las elecciones intuitivas y emocionales. En la Teoría de las Perspectivas las aspiraciones racionales pasan a un segundo plano, ya que no se busca el máximo beneficio, si no que se compara con una referencia en forma de pérdidas o ganancias. Volviendo a los ejemplos: Nos ofrecen dos opciones: la primera son 100 euros en mano, y la segunda una caja en la que o no hay nada, o hay 300 euros. Según la teoría de las perspectivas, por la aversión a las pérdidas, las personas tenderán a tomar los 100 euros, a pesar de que el valor medio de la otra caja sean 150 euros (puede haber trescientos euros o nada).
La economía de gorilas y orangutanes
Para entender si un comportamiento es más antiguo que nuestras bases culturales es necesario observar a nuestros parientes evolutivos; los gorilas y orangutanes. Estos animales forman sociedades complejas y tienen comportamientos similares a los humanos. Incluso pueden comprender el lenguaje humano y formular frases y pensamientos complejos mediante el lenguaje de signos. Pero ¿Cómo entienden la economía?
Para responder a esta pregunta, los investigadores idearon una serie de experimentos para ofrecer recompensas a los simios. El sistema consistía en vasos opacos y recompensas de comida, unos vasos de determinado color ofrecían una recompensa segura, mientras que otros eran una apuesta arriesgada, ya que podían ofrecer más comida que la recompensa segura o no ofrecer ningún tipo de recompensa. Los resultados muestran que, aunque los gorilas y los orangutanes son generalmente racionales y eligen con frecuencia la recompensa segura, también están sujetos a sesgos cognitivos basados en sus experiencias e impulsos que afectan a sus decisiones, lo que les llevaban a arriesgar elegir una recompensa sin comida. Por tanto, se puede deducir que las decisiones impulsivas de compra aparentemente irracionales que aparecieron antes que el ser humano, aunque se necesitan estudios más completos al respecto.
QUE NO TE LA CUELEN
- Probablemente el simio más famoso que fue capaz de comunicarse mediante lenguaje de signos fue Koko, una chimpancé que nació en 1971 en San Francisco y que era capaz de utilizar con fluidez más de 1000 signos diferentes para comunicarse con sus cuidadores, además era capaz de reconocer más de 2000 palabras inglesas.
- Koko también realizó el primer videochat interespecie en 1998, con decenas de miles de participantes que le mandaron sus preguntas. Koko no escribía con el ordenador, pero pudo responder gracias a una intérprete que le traducía a lenguaje de signos.
REFERENCIAS (MLA)
- Lacombe P, Brocard S, Zuberbu¨hler K, Dahl CD (2022) Rationality and cognitive bias in captive gorillas’ and orang-utans’ economic decision-making. PLoS ONE 17(12): e0278150. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0278150
- Koko.org - Koko’s world - talk to koko. Available at: http://web.archive.org/web/20140430104448/http://www.koko.org:80/world/talk_aol.html (Accessed: December 12, 2022).
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