Geología
Un año dura 365 días, pero no siempre fue así: duraba mucho más
Parece que la Tierra pudo llegar a tener hasta 420 días, pero fue evolucionando por diversos motivos, aunque no todos los expertos concuerdan
La rotación de la Tierra determina la duración de nuestros días, pero este ritmo no ha sido constante a lo largo de la historia del planeta. La influencia gravitacional de la Luna ha ido modificando gradualmente esta velocidad de giro, alterando la duración de los días terrestres.
Durante millones de años, nuestro planeta ha experimentado cambios notables en su velocidad de rotación. Estos cambios han provocado que el número de días por año haya variado considerablemente a lo largo de las eras geológicas. Hablamos de miles de millones de años, por lo que realmente no es un proceso que el ser humano haya llegado a percibir jamás.
La comprensión de estos procesos nos permite reconstruir cómo era la Tierra en el pasado. Los científicos han desarrollado métodos sorprendentes para determinar la duración de los días en épocas remotas, revelando datos bastante increíbles sobre nuestro planeta primitivo.
Una Tierra en constante cambio
La Tierra solía completar 420 días en un año, no porque su órbita fuera más larga, sino porque los días eran más cortos, según apuntan desde IFLScience. Durante el final de la era de los dinosaurios, el planeta registraba 372 días anuales, mientras que en sus primeros momentos de formación probablemente alcanzaba más de 500 días por año.
La Luna es la principal responsable de esta desaceleración terrestre. A diferencia de otros planetas del sistema solar que mantienen velocidades de rotación relativamente estables desde su formación, la Tierra ha experimentado una reducción constante en su velocidad de giro debido a la influencia gravitacional de su satélite natural.
El mecanismo detrás de este fenómeno radica en la conservación del momento angular del sistema Tierra-Luna. Mientras la Luna se aleja gradualmente de nuestro planeta, debe obtener momento angular adicional de alguna fuente: la rotación terrestre. Las mareas oceánicas y terrestres generan una fricción que provoca un desajuste entre la protuberancia terrestre y el eje Tierra-Luna, creando un efecto de frenado.
Los científicos han desarrollado técnicas fascinantes para medir estos cambios históricos. Los corales fósiles actúan como registros naturales, similar a los anillos de los árboles, documentando tanto las estaciones como las mareas. En 1963, el profesor John Wells analizó corales del Devónico Medio y determinó que hace 380 millones de años existían aproximadamente 400 días por año.
Investigaciones posteriores han situado el período Silúrico (444-419 millones de años) en un rango de 400 a 420 días anuales. Esta cifra superior se ha popularizado como referencia del máximo número de días terrestres documentado científicamente.
Sin embargo, existe controversia en la comunidad científica. El Dr. George Williams desafió estos datos en 2000, sugiriendo que hace 620 millones de años también existían 400 días anuales, contradiciendo la progresión esperada. Sus estimaciones para épocas más remotas alcanzan 466 y 514 días hace 2.450 millones de años.