Planeta

Ya hemos pasado 6 de los 9 límites planetarios que permiten la vida en la Tierra

Un equipo internacional de 29 científicos afirma que estamos empujando al planeta más allá del "espacio operativo seguro" que lo mantiene habitable.

Una de las consecuencias del cambio climático es el aumento de los fenómenos climatológicos extremos, como la DANA del pasado mes de septiembre, que contrasta con las recurrentes épocas de sequía
Una de las consecuencias del cambio climático es el aumento de los fenómenos climatológicos extremos, como la DANA del pasado mes de septiembre, que contrasta con las recurrentes épocas de sequíalarazonLa Razón

Habitualmente hablamos del ambio climático como una de las variables más temibles del futuro del planeta. Otras son los meteoritos, pero la realidad es que nuestro comportamiento como especie ha debilitado la resiliencia de la Tierra, empujándola mucho más allá del "espacio operativo seguro" que mantiene el mundo habitable para la mayoría de las especies, incluida la nuestra, según las conclusiones de un estudio publicado en Science. Los resultados muestran que seis de nueve límites planetarios (cambio climático, deforestación, pérdida de biodiversidad, productos químicos sintéticos, incluidos los plásticos, agotamiento del agua dulce y uso de nitrógeno) ya se encuentran en la zona roja, informó un equipo internacional de 29 científicos.

Dos de los tres restantes (la acidificación de los océanos junto con la concentración de partículas contaminantes y polvo en la atmósfera) están en el límite, y solo el agotamiento del ozono se encuentra cómodamente dentro de límites seguros. Los límites planetarios identifican "los procesos importantes que mantienen a la Tierra dentro del tipo de condiciones de vida que prevalecieron durante los últimos 10.000 años, el período en el que se desarrolló la humanidad y la civilización moderna", explica Katherine Richardson, líder del estudio, en un comunicado. El estudio es la segunda actualización importante del concepto, presentado por primera vez en 2009, cuando solo el calentamiento global, las tasas de extinción y el nitrógeno habían transgredido sus límites.

"Seguimos avanzando en la dirección equivocada – añade el coautor Johan Rockstrom -. Y no hay indicios de que ninguno de los límites, excepto la capa de ozono, que se está recuperando lentamente desde que se prohibieron los productos químicos que la destruyen, haya comenzado a doblarse en la dirección correcta. Esto significa que estamos perdiendo resiliencia, que estamos poniendo en riesgo la estabilidad del sistema terrestre".

En el caso de la biodiversidad, por ejemplo, las extinciones están produciendo 10 veces más rápido que el límite planetario. Para el cambio climático, ese umbral depende de la concentración de CO₂ atmosférico, que se mantuvo muy cerca de 280 partes por millón (ppm) durante al menos 10.000 años antes de la revolución industrial. Actualmente, esta concentración es de 417 ppm, muy por encima del límite seguro de 350 ppm.

"En cuanto al clima, todavía estamos siguiendo un camino que nos lleva inequívocamente al desastre – afirma Rockstrom -. Nos dirigimos a 2,5°C, 2,6°C o 2,7°C, un lugar que no hemos visto en los últimos cuatro millones de años. No hay evidencia alguna de que los humanos puedan sobrevivir en ese ambiente".

En la nueva investigación se cuantificaron por primera vez miles y miles de compuestos químicos creados por humanos, desde microplásticos y pesticidas hasta desechos nucleares y medicamentos que se han filtrado al medio ambiente, y se descubrió que excedían los límites de seguridad.

Lo mismo ocurre con el agotamiento del agua "verde" y "azul", es decir, del agua dulce procedente del suelo y de las plantas, por un lado, y de los ríos y lagos, por el otro. El estudio examina en particular la interacción entre el aumento de la concentración de CO₂ y los daños a la biosfera, especialmente la pérdida de bosques, y proyecta aumentos de temperatura cuando uno o ambos aumentan.

Muestra que incluso si la humanidad reduce rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, a menos que se detenga al mismo tiempo la destrucción de los bosques que absorben carbono, el aumento de las temperaturas globales podría llevar al planeta a una trayectoria de calentamiento adicional que sería difícil de detener.

"Después del cambio climático, la integridad de la biosfera es el segundo pilar de nuestro planeta – concluye el coautor Wolfgang Lucht -. Actualmente, estamos desestabilizando este pilar al eliminar demasiada biomasa, destruir demasiado hábitat y deforestar demasiada tierra. Es solo una cuestión de establecer límites a la cantidad de desechos que ponemos en el medio ambiente abierto y la cantidad de materias primas vivas y no vivas que sacamos".