Neurociencias
Mantener tu cerebro joven con tejido clonado
La investigación se centra en la sustitución progresiva de partes del cerebro utilizando tejidos jóvenes cultivados en laboratorio.
Dos años atrás el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, creó la Agencia de Proyectos Avanzados para la Salud de Estados Unidos (ARPA-H), un organismo cuyo objetivo es “perseguir proyectos médicos ambiciosos". Básicamente, se trata de una versión médica de la conocida DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa). Ahora la ARPA-H ha contratado al neurogenetista Jean Hébert, para desarrollar un proyecto innovador: usar tejido clonado para mantener joven el cerebro.
Como lo describe en su libro de 2020, Reemplazar el envejecimiento, Hébert cree que para vivir indefinidamente las personas deben encontrar una forma de sustituir todas las partes de su cuerpo por otras más jóvenes, de forma similar a como un coche se mantiene en funcionamiento usando repuestos cuando hay fallos puntuales. Y en este caso su propósito es lograr un “reemplazo funcional de tejido cerebral”.
Sin embargo, su teoría de clonación de tejido cerebral puede ser un poco más descabellada que los esquemas de inteligencia artificial y las actualizaciones de resonancia magnética que financia la agencia. Si bien ya existen trasplantes para cosas como caderas y riñones, el concepto de reemplazar un cerebro por otro es extremo porque, en pocas palabras, nuestros cerebros nos hacen quienes somos.
A pesar de ello, la investigación de Hébert se centra más en la sustitución progresiva de partes del cerebro utilizando tejidos jóvenes cultivados en laboratorio. Si se hace con la suficiente lentitud, la idea es que el cerebro podría adaptarse desplazando recuerdos y otras facetas clave de la identidad para dar cabida a su nuevo material biológico.
Hébert, profesor de genética y neurociencia en la Escuela de Medicina Albert Einstein, ya ha comenzado a sentar las bases de su teoría extrayendo partes del cerebro de ratones e inyectándoles lo que se ha descrito como “masas de células embrionarias”. Aunque todavía es demasiado pronto para saber si esta idea antienvejecimiento funciona o no, es innovadora.
Lo sorprendente es que cuando Hébert planteó la idea de sustituir cerebros, el científico a la ARPA-H y solicitó dinero para financiar su investigación con monos y otros animales, la agencia “no pestañeó” ante los 110 millones de dólares que pidió.
Y si el tema del cerebro no es lo suficientemente extremo, Hébert también ha defendido el llamado "reemplazo de cuerpo completo" (básicamente, unir la cabeza a un cuerpo joven) y ha sugerido que las células embrionarias de los fetos podrían usarse en futuras tecnologías antienvejecimiento.
Además de su estudio de los cerebros de ratones y monos, el científico de 58 años señaló que su trabajo personal se centra en el neocórtex, la parte exterior del cerebro que alberga nuestros recuerdos y sentidos.
Para Herbert, el neocórtex es “posiblemente la parte más importante de lo que somos como individuos”. Para comprenderlo, Hébert ha estado estudiando los cerebros de fetos humanos abortados de entre cinco y ocho semanas de edad, lo que fácilmente podría convertirse en un tema politizado al estilo del debate sobre células madre de la década de 2000.
“Lo que estamos diseñando es un tejido neocortical similar al fetal que tiene todos los tipos de células y la estructura necesaria para convertirse en tejido normal por sí solo”, explicó Hébert sobre la investigación, que ha sido financiada en parte por una subvención del estado de Nueva York y también por una empresa emergente de "ingeniería cerebral" llamada BE Therapeutics.
Dado que su contratación en ARPA-H requirió el cierre de su laboratorio en el campus Albert Einstein, Hébert no está seguro de cuál será el futuro de la parte más controvertida de su trabajo, pero de todos modos es optimista.
“Estamos, ya sabes, a un par de pasos de revertir el envejecimiento cerebral – concluye -. Un par de grandes pasos, debería decir”.
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