
Espacio
La metralla espacial de Musk obliga a desviar el tráfico aéreo del Caribe tras la explosión del Starship
Parte del Starship explotó ayer sobre Haití y las islas Turcas y Caicos dejando un espectáculo formidable y muchos retrasos en el tráfico aéreo

Solo hay una cosa más espectacular que un cohete de más de 120 metros despegando frente a nosotros: ver sus pedazos iluminar el cielo como una lluvia de sofisticados meteoros. El pasado jueves 16 de enero de 2025, la misión Starship de SpaceX terminó con una explosión ocho minutos después de un despegue que, hasta ese momento, parecía destinado a hacer historia.
Desde las instalaciones de Boca Chica, Texas, el Starship, el cohete más grande y potente jamás construido, despegó a las 23:38 (hora peninsular), llevando consigo una carga de satélites Starlink que no logró poner en órbita. Porque, lo que comenzó como otro gran éxito de Space X acabó, en palabras del mismo Elon Musk, como una quinta parte del éxito que pretendía. ¿Es eso realmente un éxito? La opinión pública está dividida, aunque, con la dificultad que entrañan estas empresas, hablar de fracaso son palabras mayores.
El truco de desaparecer
La comunicación con el cohete se perdió ocho minutos después del despegue, cuando la etapa superior experimentó lo que SpaceX describió como una "anomalía". El gerente de comunicaciones de la compañía, Dan Huot, confirmó que el evento resultó en la desintegración total de la nave. A partir de ese momento, Twitter se llenó de imágenes de unos involuntarios fuegos artificiales.
Transeúntes desconcertados, grabaron los restos del S33, que cruzaban los cielos como una manada de metrallas incandescentes sobre Haití y las islas Turcas y Caicos. El “espectáculo” fue tal que afectó al tráfico aéreo en el Golfo de México, con vuelos desviados o suspendidos temporalmente. De hecho, en el aeropuerto internacional de Miami, algunos pasajeros tuvieron que esperar horas mientras las autoridades evaluaban la situación.
Multimillonario sudafricano reacciona
Elon Musk no tardó en reaccionar desde su agencia de comunicación particular, antes conocida como Twitter. Publicó un video del campo de escombros con un mensaje de optimismo que triunfó entre sus seguidores: "¡El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado!". Poco después compartió algunos detalles técnicos sobre el vuelo, destacando los avances logrados a pesar del incidente.
De ese último tuit es donde nace la referencia a los cinco octavos de éxito. "El vuelo del propulsor fue un éxito, el vuelo de la nave fue 1/4 exitoso, por lo que el vaso está ~5/8 lleno. La única mejora importante que no se probó fue el rendimiento del escudo térmico, junto con el dispensador de carga útil 'Pez'. Probablemente se resolverá en el lanzamiento del próximo mes". De hecho, añadió que las versiones mejoradas del cohete ya están listas para el próximo intento, asegurando que el cronograma hacia la autosuficiencia marciana no sufrirá alteraciones significativas. Y, a pesar de las dudosas matemáticas con las que suma “éxitos”, esa última frase es indiscutiblemente cierta porque, a pesar de lo que el magnate se empeña en comunicar, las primeras bases autosuficientes en Marte están tan lejos en el futuro, que ni siquiera 10 años de retraso serían significativos comparado con lo que nos separa de ellas.
Ganar siempre
En un comunicado oficial, SpaceX adoptó una postura similar, subrayando que cada prueba, exitosa o no, representa una oportunidad para aprender: "Con una prueba como esta, el éxito radica en lo que aprendemos, y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad del Starship." Y en gran medida tienen razón, porque a pesar de la explosión del S33, el propulsor Super Heavy regresó exitosamente a la torre de lanzamiento, demostrando que la reutilización sigue siendo uno de los puntos fuertes de la empresa. La palabra “fracaso” es un tabú en la carrera espacial y parece reservada para esos pocos casos que se han costado vidas humanas. En parte, porque los presupuestos son muy sensibles a las “malas noticias” y, en parte, porque son proyectos tan complejos que, haciendo prácticamente todo a la perfección, una pequeña contingencia puede desencadenar problemas como el que sobrevoló ayer los cielos haitianos.
¿Debemos medir los fracasos por el resultado mediático o por todos los detalles en el desarrollo técnico del proyecto? Sea como fuere, el incidente ocurrió pocas horas después de que Blue Origin lograra colocar en órbita su imponente New Glenn, intensificando aún la competencia con Space X. De hecho, New Glenn se encontró con una situación opuesta a la del Starship, completando su vuelo, pero fallando en el aterrizaje. Un gran mérito teniendo en cuenta que era el primer vuelo del cohete. En cualquier caso, SpaceX sigue liderando en tecnología reutilizable y contratos estratégicos con la NASA que, a juzgar por la deriva política, posiblemente sigan mejorando durante la legislatura de Trump.
QUE NO TE LA CUELEN:
- A pesar de lo que pueda parecer, los fragmentos del S33 no pusieron en peligro vidas humanas. La decisión de alterar el tráfico aéreo fue cauta y la posibilidad de que un cohete provoque este tipo de situaciones se contempla de antemano.
REFERENCIAS (MLA):
- SpaceX. Starship Flight 7. SpaceX, https://www.spacex.com/launches/mission/?missionId=starship-flight-7. Accessed 17 Jan. 2025.
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