IA
Premio Fronteras del Conocimiento a la IA que llevó la democracia a la India y desbloquea tu teléfono
La Fundación BBVA ha concedido su premio de Tecnologías de la Información y Comunicación a Anil Jain y Michael I. Jordan
En un momento como este, donde los malos titulares invitan a rechazar de plano cualquier avance relacionado con la inteligencia artificial, la Fundación BBVA ha decidido invertir las tornas. Los dos premiados en la categoría de Tecnologías de la Información y Comunicación de este año son expertos en inteligencia artificial, pero desde una perspectiva especialmente humana. Sus trabajos han ayudado al desarrollo de tecnologías que usamos en nuestro día a día desde hace décadas. Algunas han hecho posible censar a la población india, estableciendo un sistema de votación más representativo. Otras nos hacen recomendaciones a partir de predicciones cada vez más precisas, evitando, por ejemplo, que nuestras carretera colapsen porque todos sigamos las mismas exactamente recomendaciones del GPS.
De hecho, en palabras de Michael I. Jordan, uno de los dos premiados: “Creo que los seres humanos van a ser capaces de utilizar esta tecnología de manera eficaz, como una herramienta de apoyo que nos ayude a potenciar nuestras capacidades. Pensemos, por ejemplo, en el campo de la aviación: antes los aviones eran pilotados por humanos y ahora, la mayoría de ellos son pilotados principalmente de manera automática. Así que las máquinas toman muchas decisiones sobre cómo vuelan los aviones, y en general se han vuelto más seguros gracias a ello. Hay cosas que las máquinas pueden hacer más rápido y con mayor fiabilidad que los humanos, y en estos ámbitos pueden apoyar y complementar nuestra inteligencia”. Así que, con esta perspectiva tan humana en mente, conozcamos a los dos premiados.
Cambiando el mundo desde el anonimato
Anil K. Jain (Basti, India, 1948) es un pionero en el campo del reconocimiento de patrones y una figura clave en el desarrollo de las tecnologías biométricas modernas. Actualmente es University Distinguished Professor en la Universidad Estatal de Michigan, donde ha realizado investigaciones fundamentales que han revolucionado el reconocimiento facial y dactilar, tecnologías empleadas en dispositivos electrónicos y sistemas de seguridad global. Con más de 300 publicaciones científicas, 15 libros y una decena de patentes, su trabajo también ha sido esencial en la implementación del sistema de identificación en India, proporcionando acceso seguro a servicios esenciales a millones de ciudadanos (entre ellos, el voto). Con un currículum así a sus espaldas, Jain es considerado una autoridad mundial en biometría y un referente en el ámbito de la seguridad y la privacidad de datos.
El otro galardonado es Michael I. Jordan (Aberdeen, Maryland, EE. UU., 1956), un matemático y científico computacional cuyas contribuciones han sentado las bases de la inteligencia artificial moderna. Profesor emérito en la Universidad de California en Berkeley, ha liderado avances en aprendizaje automático, desarrollando algoritmos que sustentan modelos generativos y sistemas de recomendación como los empleados por ChatGPT y Amazon. Con más de 230 publicaciones, su trabajo abarca desde la inferencia variacional hasta aplicaciones en economía y decisiones bajo incertidumbre, enfocándose en el diseño de sistemas que promuevan la colaboración y la eficacia humana. Actualmente dirige la cátedra Mercados y Aprendizaje Automático en el Instituto Nacional de Investigación en Ciencias Digitales (INRIA) de Francia.
¿Y qué hacemos con los datos?
Simplificándolo mucho en el espacio que nos queda, podemos decir que la clave de sus aportaciones es que han desarrollado técnicas para, a partir de una cantidad aparentemente inmanejable de datos, extraer conclusiones patrones relevantes. Los humanos somos buenos encontrando patrones entre los datos, pero con un pequeño problema: esos patrones no son siempre relevantes. Vemos figuras y tendencias donde no las hay, regularidades en el caos que son solo coincidencias y siluetas en las estrellas a las que llamamos constelaciones. ¿Cómo podemos conseguir que, a partir de una descomunal nube de píxeles, una IA sepa detectar los rasgos clave para distinguirla de otra nube diferente?
No hablamos de diferenciar un perro de una patata, sino dos huellas dactilares entre sí. Una tarea que requiere eficiencia porque, con tantos detalles y unas diferencias tan sutiles, las formas más exhaustivas de comparar imágenes pueden eternizarse en nuestros computadores. En 1970 ya había algoritmos que agrupaban conjuntos de datos de la forma más eficaz posible (el clustering), pero Anil Jain necesitaba una forma de que el propio algoritmo validara si esas “categorías” eran significativas y no ilusiones (como las constelaciones o las nubes que parecen objetos). Aquel avance le permitió, en 1990, desarrollar una tecnología de reconocimiento de huellas dactilares 100 veces más rápida que su antecesora.
En cuanto a Michael I. Jordan, por su parte, podríamos decir que empezó estudiando la forma en que relacionar información en función de la probabilidad de que se presente junta. Gracias a ello, podemos dar soluciones aproximadas a cálculos que exceden las capacidades de nuestros ordenadores y, por lo tanto, ha sido clave para el desarrollo de las técnicas de aprendizaje que hacen posible la IA generativa (como Chat GPT o Sora). Evidentemente, estas simplificaciones rozan la caricatura, porque la verdadera genialidad de sus aportaciones solo es perceptible cuando vemos sus matemáticas y el código que las vertebra. Desde nuestra perspectiva aficionada, los resultados son espectaculares, pero cuando bajamos al mundo de los unos y ceros sus trabajos brillan incluso más.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Según los trabajos de Anil K. Jain, las huellas dactilares de cada persona permanecen bastante estables durante toda su vida y, efectivamente, en la práctica podríamos decir que no hay dos iguales. Sin embargo, descubrió que, al tomar las huellas, la presión de estas contra el vidrio puede deformarlas, haciendo que dos huellas diferentes se parezcan entre sí lo suficiente como para confundir a los sistemas de reconocimiento. Por suerte, su trabajo y el protocolo de toma de huellas han reducido notablemente la posibilidad de que confusiones así tengan lugar.
REFERENCIAS (MLA):
- “Premio Fronteras del Conocimiento a Anil Jain y Michael I. Jordan por contribuciones clave al aprendizaje automático que han impulsado el desarrollo de la biometría y la inteligencia artificial." Premios Fronteras del Conocimiento, 21 de enero de 2025, https://www.premiosfronterasdelconocimiento.es/noticias/premio-fronteras-del-conocimiento-xvii-edicion-tecnologias-informacion-comunicacion/.