Espacio

El primer cohete español vuelve a retrasar su despegue ¿Ha fracasado PLD Space?

¿Qué suponen estos retrasos en el lanzamiento del Miura 1? ¿Las condiciones meteorológicas de la zona han condenado el proyecto?

Preparativos para el lanzamiento del Miura 1
Preparativos para el lanzamiento del Miura 1EPEP

Los últimos meses han sido especialmente apasionantes para los españoles aficionados al espacio. Por primera vez en la historia, haríamos despegar un cohete español. La empresa PLD Space lleva años preparándose para este momento y había llegado la hora de que su cohete, Miura 1, hiciera historia. Cuando Miura 1 despegue lo hará para realizar un vuelo suborbital. Su cofia puede transportar hasta unos 100 kilogramos de carga útil en vuelos suborbitales, lo cual significa que ascenderán unos 80 kilómetros, quedándose algo por debajo de la frontera del espacio según la línea de Kármán, así que no entrará en órbita rodeando por completo la Tierra, sino que subirá y bajará en apenas 12 minutos.

Todo estaba preparado para que el ingenio mecánico ascendiera el pasado 31 de mayo. Por desgracia, hubo que cancelar el despegue porque corría viento en el centro de experimentación del Arenosillo, en Huelva. Todavía no hay fecha oficial para un segundo intento, pero el CEO y cofundador de PLD Space anunció hace unos días que este pasado fin de semana sería imposible hacer despegar al Miura 1 por culpa de la borrasca Óscar. Algunos aficionados han tomado esta noticia como un segundo retraso y, aunque el lanzamiento no ha estado programado oficialmente, hay algo de verdad en sus palabras.

Un despegue accidentado

Dos inconvenientes meteorológicos en apenas dos semanas. ¿Estamos ante una anomalía estadística o es que el Arenosillo tiene una meteorología hostil para el despegue de cohetes? ¿Es posible que PLD Space haya elegido mal el lugar desde el que realizar sus lanzamientos? Dejando a un lado el chiste fácil sobre retrasos y proyectos made in Spain, las preguntas son totalmente pertinentes y, por suerte, la respuesta corta es que no debemos preocuparnos, porque el despegue ocurrirá y el lugar desde el que lanzar los cohetes es más que adecuado. Si se están retrasado es, sobre todo, por la extrema cautela que requiere un proyecto como este en sus fases más iniciales.

Todo aquel astrofanático que se precie sabe que los lanzamientos programados son promesas al aire. Si todo sale exactamente como estaba planeado, los cohetes despegarán y nos tendrán pegados a las pantallas, ya sea por pasión o por morbo. Sin embargo, que todo salga “exactamente según lo planeado” es decir mucho. Es incontable la cantidad de cosas que pueden fallar en un lanzamiento. Errores humanos, imprevistos meteorológicos, fallos técnicos… Y, por lo tanto, los retrasos y cancelaciones son el pan nuestro de cada día, por muy bien que se hagan las cosas. Aquí, sin embargo, juega en nuestra contra la ilusión. Estamos deseando que Miura 1 despegue y que, así, podamos hacer una muesca en nuestro cinturón. La primera muesca, de hecho.

De bicicletas a cohetes

Y es esa condición de pionero de donde viene el problema. Este no es un lanzamiento más. No es la centésimo quinta vez que montamos en bicicleta, es la primera que nos quitamos los ruedines y estamos esperando que se despeje la acera antes de levantar los pies del suelo. Las condiciones tienen que ser ideales y, por algún casual, no dejan de cruzarse cosas en nuestro camino. No son autobuses o pelotones de ciclistas, son pajarillos y, tal vez, algún que otro viandante, cosas que, en cuanto cojamos confianza, no nos detendrán, pero con las que ahora no estamos preparados para lidiar (o sí, pero no lo sabemos con total seguridad). Esa analogía, aún con todos sus fallos, nos da cierta idea de lo que está ocurriendo. El cohete Miura 1 ha de estrenarse en las mejores condiciones posibles para que podamos obtener el máximo de información sobre el rendimiento de sus sistemas y que no nos confundan las contingencias.

Concretando un poco: El cohete necesita despegar por la mañana, cuando la atmósfera está menos “revuelta”. De hecho, en el momento del lanzamiento el cielo deberá estar despejado y el viento no podrá exceder los 5 o 10 kilómetros por hora. Por supuesto, también cabe la posibilidad de que todo acabe en fracaso, pero del mismo modo que cabe la posibilidad de que mañana nos atraviese un rayo. El camino recorrido hasta aquí por PLD Space ha sido complejo, tanto en lo técnico como en el apartado de la financiación y el burocrático. Lo que han logrado hasta este momento ya es todo un hito y el paso que queda, incluso si no saliera bien a la primera, acabaría dando lugar a un cohete español funcional en un tiempo razonable. Porque ya estamos en el umbral de ese hito y no queda tanto para atravesarlo.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • PLD no es la única empresa española privada que pretende estudiar el espacio, sin embargo, sí que es la que tiene más años de recorrido. Ser los primeros les está abriendo las puertas mediáticas, pero no deben confiarse. Ellos han abierto un camino que ahora es más fácil de transitar para otros equipos y del éxito del Miura 1 depende el futuro de PLD Space y, en cierto modo, del resto de proyectos aeroespaciales que están fraguándose en este país.

REFERENCIAS (MLA):

  • “MIURA 1″. Pldspace.Com, 2022, https://www.pldspace.com/es/miura-1.
  • “PLD Space Receives €1M Contract From ESA To Study The Reuse Of The MIURA 5 Booster”. Pldspace.Com, 2022, https://www.pldspace.com/en/news/corporate/pld-space-receives-1m-contract-from-esa-to-study-the-reuse-of-the-miura-5-booster.