Espacio

Cuenta atrás para el despegue de PLD, el Space X marca España

Miura 1 es el primer cohete de PLD y, si todo está en orden, despegará hacia finales de mayo

El Miura 1, el cohete que se lanzará desde Huelva
El Miura 1, el cohete que se lanzará desde HuelvaPLD Space

Hubo un tiempo no tan remoto en el que el espacio se lo repartían dos potencias. Ni Estados Unidos ni la Unión Soviética eran dueños del cosmos, pero, en la práctica, eran los únicos capacitados para explorarlo y, por lo tanto, el universo era suyo. Con el tiempo fueron apareciendo otros actores: Europa, Japón, China, Emiratos Árabes… Ahora, con el progreso de la tecnología aeroespacial y la entrada del sector privado esa expansión geopolítica ha vuelto a explotar y muchos otros países se han sumado a la lista. Países como España, por ejemplo. El año pasado se constituyó la Agencia Espacial Española y en unos días, una empresa privada lanzará el primer cohete español de la historia desde El Arenosillo, en Huelva, España.

No habrá astronautas a bordo ni en el próximo lanzamiento ni en un futuro. O, al menos, no es eso lo que PLD pretende. El sector espacial va mucho más allá y guarda especial relación con las tecnologías de la comunicación. Ya no podemos imaginar un mundo sin comunicaciones por satélite y estos cohetes pueden transportarlos hasta la órbita terrestre. Estaciones meteorológicas, dispositivos que controlen los incendios mediante fotografías desde el espacio y todo tipo de tecnologías punteras que, hasta ahora, requerían del transporte de otros países y agencias. Este tipo de proyectos nos ofrecen cierta independencia y, por lo tanto, facilitan el desarrollo de la industria espacial en nuestro país, un sector que está creciendo y en el que nos quedaremos atrás si no invertimos.

La SpaceX española

Es muy tentador comparar PLD con la empresa privada más mediática del sector espacial: SpaceX. Y, aunque no es del todo acertado, ofrece una imagen bastante acertada. PLD está desarrollando dos cohetes, concretamente, ambos llamados Miura, pero apellidados con el número 1 o el número 5 para indicar sus diferencias. Miura 1 es el que despegará, posiblemente, al final de este mes de mayo. Hablamos de un cohete de 12,7 metros de altura y una única etapa, lo cual significa que no se irá desmontando por bloques a medida que despegue. Su cofia puede transportar hasta unos 100 kilogramos de carga útil en vuelos suborbitales, lo cual significa que ascenderán más de 100 kilómetros (120-150km en este caso), alcanzando la frontera del espacio según la línea de Kármán, pero no entrará en órbita rodeando por completo la Tierra, sino que subirá y bajará en poco tiempo.

PLD y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) lo tienen todo controlado. Durante los últimos meses han probado cada detalle del Miura 1 para asegurar el éxito del primer lanzamiento o, al menos, para hacer el error tan improbable como sea posible. De hecho, esta cautela tiene un buen motivo, porque un proyecto tan atípico y complejo como este no recibe la confianza de los inversores de la noche a la mañana. PLD no puede permitirse fallar en su debut y, precisamente por eso, ya advierten de la posibilidad de retrasar el lanzamiento. Si se detectara cualquier problema técnico durante las horas previas al lanzamiento, este se detendrá. Del mismo modo, necesitan unas condiciones meteorológicas bastante específicas. Despegará por la mañana, cuando la atmósfera está menos “revuelta”. En el momento del lanzamiento el cielo deberá estar despejado y el viento no podrá exceder los 5 o 10 kilómetros por hora.

Una incertidumbre controlada

Todo esto arroja algo de incertidumbre sobre el proyecto, aunque una incertidumbre controlada. El cohete ya está preparado para despegar y despegará. Es más, mientras que para muchas misiones hace falta esperar ventanas de lanzamiento muy concretas, lo cual hace que un pequeño retraso pueda aplazar el lanzamiento entre semanas y meses, en el caso del Miura 1 no habrá que esperar tanto. Dado que va a hacer un vuelo suborbital no tiene una ventana del lanzamiento estrecha, no necesita hacer asistencias gravitatorias de planeta en planeta y, por lo tanto, no necesita que estos estén en una ubicación concreta.

Con un poco de suerte, las condiciones atmosféricas serán las adecuadas para que, hacia finales de este mes, España entre, de facto, en esta carrera espacial de las empresas privadas. Y, aunque siempre es posible que falle algo durante el lanzamiento, debemos pensar que no todo cae en saco roto. Los años y el dinero invertidos han dado sus frutos y las correcciones no requieren del mismo trabajo que lo que ya ha logrado PLD, que es diseñar un cohete desde cero y, lo que es casi más complicado, obtener el apoyo necesario para pasarlo del papel a la realidad.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • PLD no es la única empresa española privada que pretende estudiar el espacio, sin embargo, sí que es la que tiene más años de recorrido.

REFERENCIAS (MLA):