La deuda de Pedro Sánchez a la Comunitat suma 1.600 millones

El año pasado por estas fechas el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, se felicitaba por contar con los mejores Presupuestos Generales del Estado para la Comunitat Valenciana durante los últimos 15 años. El entonces presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, acababa de presentar unas cuentas estatales para 2019 que cumplía con casi todas las peticiones de los valencianos.

Un total de 1.190 millones de euros en inversiones para la Comunitat, que representaban casi el 10 por ciento de las inversiones totales, tal y como Sánchez había prometido a Puig. Además, el Gobierno contemplaba en sus cuentas asumir la deuda del Consorcio de la Marina con el Instituto de Crédito Oficial y condonar el préstamo del Tesoro, lo cual sumaba 373 millones de euros, a los que habría que sumar los 38 para la Autoridad del Transporte Metropolitano, un compromiso adquirido por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

En total, 1.600 millones de euros que nunca llegaron a la Comunitat puesto que aquellos Presupuestos Generales fueron tumbados en el Congreso de los Diputados por los grupos de la oposición y devueltos al Consejo de Ministros.

Lo siguiente ya es historia, pero la cuestión es que, dos elecciones generales después, el Gobierno de Pedro Sánchez, recién reelegido ayer en el Congreso de los Diputados, adeuda al Gobierno de Ximo Puig, aquella cantidad contemplada en los Presupuestos de hace un año, sobre todo teniendo en cuenta que la Comunitat Valenciana es en este momento uno de los principales puntales de los socialistas en España.

La hora de la verdad

El jefe del Ejecutivo valenciano ha apoyado en todo momento a Sánchez en sus negociaciones, asistió a la sesión de investidura- el resto de barones territoriales optaron por evitar esta foto-, y ahora es momento de exigir. Puig comenzó ayer a marcar su grado de exigencia con Sánchez. Dijo que los Presupuestos Generales del Estado deben estar listos en el primer trimestre del año y que tienen que recoger el diez por ciento de sus inversiones a la Comunitat Valenciana.

También se refirió al nuevo modelo de financiación, confía en que se cumpla con lo prometido, que esté presentado antes de ocho meses y rechaza todas aquellas voces que afirman que la diversidad del parlamento complica todavía más la negociación.

Puig hizo hincapié en la necesidad de que el nuevo Gobierno comience ya a trabajar. «La política española lleva demasiado tiempo mirándose el ombligo, es hora de que mire hacia fuera, hacia la gente y se busquen soluciones a los problemas reales que tiene la sociedad».