Agricultura

¿Qué les pasa a los agricultores?

Llevan años reivindicando la situación del sector, pero esta nunca mejora. La tractorada que el pasado viernes invadió la ciudad de Valencia marcará, posiblemente, un punto de inflexión

Imagen de la multitudinaria manifestación de los agricultores del pasado 14 de febrero
Imagen de la multitudinaria manifestación de los agricultores del pasado 14 de febreroManuel BruqueEFE

De tanto gritar ya nadie les escucha. Tienen fama de catastrofistas y de quejarse de forma sistemática. Pero la protesta del pasado viernes fue distinta, no fue una más. Ya lo habían avisado los propios agricultores. «Esta manifestación no es solo nuestra, es de toda la sociedad civil».

La ola de protestas en toda España y Europa, el hartazgo ante el inmovilismo de los sucesivos Gobiernos -autonómicos y nacionales-, los precios ruinosos, el continuo goteo de abandono de cultivos, son solo algunos de los factores que han motivado que la tractorada del pasado viernes, que paralizó el centro de la ciudad de Valencia durante horas, sea quizás un punto de inflexión.

Pero, ¿qué les pasa a los agricultores? ¿por qué razón el sector no consigue ser rentable? ¿por qué ninguna Administración ha logrado aún dar respuesta a sus reivindicaciones?

Estos son algunos de los principales problemas que los agricultores valencianos denuncian desde hace varios años.

Precios ruinosos

La enorme brecha que existe entre lo que cobra el productor y lo que paga el consumidor en el supermercado por las frutas y verduras, es la principal queja del sector agrario valenciano. Según el último estudio realizado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), a partir de los resultados publicados en el Observatorio de Precios de los Alimentos del Ministerio de Agricultura, los precios en origen de las naranjas y las clementinas de septiembre a diciembre de 2018 descendieron entre un 20 y un 23 por ciento respectivamente en comparación con el mismo periodo del curso anterior, mientras que, por el contrario y sorprendentemente, las cotizaciones alcanzadas en destino, es decir, las abonadas por el consumidor, se incrementaron un seis y un ocho por ciento respectivamente.

Abandono de los campos

Según los últimos estudios, la superficie agraria de la Comunitat Valenciana se ha reducido en 2.225 hectáreas en 2019, lo que significa una rebaja del 1,4 por ciento, según un estudio AVA-Asaja. Este dato permite concluir que los agricultores valencianos dejan de cultivar seis hectáreas al día.

El conjunto de la superficie abandonada asciende ya a 161.567 hectáreas, lo que representa el 20,9 por ciento de toda la superficie agraria de la Comunitat Valenciana: una de cada cinco hectáreas que antiguamente producían ha quedado yerma. Detrás del abandono de campos se esconde otro gran problema, que preocupa sobremanera al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el despoblamiento de las áreas de interior.

Producción ecológica

El carácter claramente ecologista del actual Consell y del anterior, en los que ha habido dos conselleras de Agricultura de la formación Compromís, ha dejado una clara impronta en la Conselleria, que ha destinado en los últimos años importantes inversiones a todo lo referido al medio ambiente.

Desde las organizaciones agrarias han denunciado repetidamente que se concede una cantidad de ayudas a la producción ecológica que no se corresponde con su peso real en el sector.

En la actual legislatura el problema es aún mayor. Los agricultores se quejan de que la consellera de Agricultura está mucho más preocupada por el cambio climático que por el sector.

Reciprocidad

La UE cuenta con unas normas fitosanitarias muy estrictas que restringe al mínimo los productos que los agricultores pueden usar en campo bien sean fertilizantes o pesticidas. El sector denuncia que esta rigidez no se aplica sin embargo a la hora de dar entrada a productos procedentes de países de fuera de la UE, sobre todo Marruecos, Túnez, Sudamérica y Sudáfrica.

Aseguran que existen puertos europeos, como el de Rotterdam, muy «laxos» a la hora de dar entrada a partidas de frutas y verduras de dichos países que pueden incluso ser portadoras de alguna enfermedad para las plantas.

El Consell no se da por aludido

«La política de precios y las ayudas agrarias no son competencia autonómica, sino estatal y europea». Son las palabras de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, al ser preguntada por las protestas de los agricultores, unas reivindicaciones que, dice, apoyan, porque no entienden que la crítica sea para la Generalitat valenciana. Mientras Oltra pronunciaba estas palabras, 20.000 agricultores lanzaba proclamas contra todas las administraciones por las calles de la ciudad.