Sanidad
El covid-19 hace mella en la beca Erasmus
Las renuncias alcanzan ya el 15 por ciento. Las universidades españolas ven muy difícil recibir alumnos no europeos en el primer semestre
La crisis por la covid-19 plantea una gran incertidumbre en los programas de movilidad de estudiantes y docentes universitarios en el extranjero para el próximo curso, que en algunos casos ha llevado a un 15 por ciento de alumnos erasmus a renunciar a la beca, y universidades europeas no recibirán alumnos en el primer semestre.
La directriz de la Comisión Europea es no anular las becas y optar por un modelo mixto de clases (presenciales y virtuales), pero sigue sin definir cuál será su repercusión en la cuantía económica de las ayudas, ya que supondrá una reducción de las estancias y con ello de los gastos de manutención.
Los destinos ya estaban asignados
En el caso del programa Erasmus, la mayoría de universidades había publicado los listados de las adjudicaciones y destinos meses antes de la declaración del estado de alarma por la pandemia. Ante este nuevo escenario, la Universitat de València (UV) ha dado de plazo a sus estudiantes hasta el 30 de junio para que confirmen si van a continuar o renunciar a la beca, y un 15 por ciento ya ha optado por cancelarla, según informa el vicerrector de Internacionalización de esta universidad, Carles Padilla.
En el caso de los estudiantes extranjeros de la Unión Europea que habían solicitado cursar la beca Erasmus en esta universidad -la segunda a nivel europeo en recepción de alumnos de este programa-, entre un 15 y un 20 por ciento ha comunicado también su intención de renunciar a la misma, señala Padilla.
El vicerrector asegura que todavía es pronto para tener datos fiables sobre la repercusión de la crisis sanitaria en la movilidad de estudiantes en el extranjero, pero las previsiones son muy negativas en los másteres que cursan alumnos procedentes de Estados Unidos y Sudamérica, aunque asegura que el próximo curso mantendrán la oferta prevista de títulos.
Para facilitar la continuidad de este alumnado, añade, la universidad se está planteando la posibilidad de que algunos de los másteres que ofertan sean totalmente a distancia.
Modelo mixto: presencial y virtual
En la última reunión que mantuvieron los rectores de las universidades públicas valencianas con la consellera de Universidades, Carolina Pascual, se decidió que en el primer cuatrimestre se seguirá en estos centros un modelo mixto, con clases teóricas en su mayoría no presenciales y la “máxima presencialidad posible” en las prácticas, pero con grupos muy reducidos.
La Comisión Europea también plantea un modelo mixto para los programas de movilidad europeos, con una parte de la docencia virtual y otra presencial si las condiciones sanitarias lo permiten, pero según explica Padilla falta por concretar cómo afectará a la dotación económica de la beca."En general hay todavía mucha indefinición", señala Javier Calvo, miembro de la oficina de Programas Internacionales de Intercambio (OPII) de la Universitat Politècnica de València (UPV), quien asegura que de momento no se han registrado anulaciones en bloque en esta universidad.
Para las becas fuera de Europa, precisa, y por precaución, se ha recomendado a los alumnos que intenten pasarlas al segundo semestre (febrero-julio 2021) si sus estudios o circunstancias se lo permiten, por las incertidumbres generadas y las complicaciones que podrían conllevar nuevas restricciones, cuarentenas o los precios de los vuelos.
Calvo indica además que algunos países como Noruega y universidades holandesas y francesas han pedido que no se les mande alumnos en el primer semestre."Otras no han sido tan radicales pero avisan de que, como en nuestro país, hay muchas posibilidades de que la docencia sea una mezcla de clases presenciales y virtuales", añade.
En cuanto a los alumnos extranjeros que tienen previsto realizar estudios en esta universidad el curso 2020-2021, “vemos que para el primer semestre será bastante complicado recibir alumnos no europeos (en torno al 30 por ciento del total) por los mismos problemas”, precisa.
Programas cancelados para docentes
Otro de los grupos afectados por la pandemia ha sido el de los docentes adscritos a programas en el extranjero, tanto de docencia como de formación. Los meses de marzo a junio, explica Calvo, son los de más movilidad al concentrar periodos no lectivos y festivos. Con la declaración del estado de alarma, estas estancias fueron paralizadas.
La UPV también ha suspendido la segunda convocatoria de becas de intercambio con países no europeos, pagada con fondos propios de la universidad, y se intentará “salvar” los que ya se habían asignado en la primera convocatoria, que se resolvió en enero.
Alumnos con menos recursos
Para Carles Padilla, la situación que ha provocado la covid-19 llevará a un replanteamiento de las becas de movilidad en el extranjero (la más popular, el programa Erasmus) y a la implantación de un nuevo modelo mixto, con una parte de la docencia en el extranjero y el resto por internet desde el país de origen.
El vicerrector considera que este sistema será positivo, ya que al reducir el coste de las estancias en el extranjero dará cabida a más alumnos, los de las familias que no podían asumir el gasto que no cubre la beca y renunciaban a esta oportunidad."El contexto de la pandemia ha sido un desencadenante más, pero este tipo de actividad virtual ya era una tendencia que estaba ahí", coincide Javier Calvo, quien considera que este sistema ayudaría a que “el desarrollo de competencias globales y de interculturalidad sea posible también entre estudiantes que no pueden permitirse una estancia en el extranjero”.
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