Meteorología

Los expertos meteorólogos prevén una Semana Santa de “incertidumbre”, con la mirada puesta en el cielo

Desde Meteored apuntan a que en algunas zonas de la Comunidad Valenciana ha llovido en 15 días lo que suele llover en todo el año

Un hombre camina bajo una intensa lluvia por el centro de la ciudad
Un hombre camina bajo una intensa lluvia por el centro de la ciudadNatxo FrancésAgencia EFE

A falta de 17 días para que se celebre el Domingo de ramos, y de 24 para el Domingo de Resurrección, los expertos meteorólogos todavía no pueden predecir con seguridad qué condiciones climáticas se esperan de cara a la Semana Santa que se celebra del 10 al 18 de abril. “Todavía es muy pronto para poder dar una predicción con cierta garantía, porque además, a lo largo de los años, las previsiones para esta época han ido cambiando”. Así lo ha expuesto el director de meteorología de Meteored, José Antonio Maldonado, quien ha apuntado a que sí se observa que será una Semana Santa más bien lluviosa cuanto más al norte y con menos probabilidad de precipitación en las zonas del sur.

Unas fiestas que ya muestran la “extremización” de la situación climática que se ha podido observar en las últimas semanas con las constantes precipitaciones que han empañado las Fallas de Valencia, tras registrar uno de los meses de marzo más lluviosos de los últimos 84 años.

“Que no llueva al menos algo en algún punto de España no ocurre casi nunca, aunque hay más probabilidades en el norte que en el sur. Es prácticamente seguro que ocurrirá”, comenta, lo que conlleva que “algunas procesiones se vayan al traste y tenga repercusiones en el sector turístico”.

No obstante, reitera que el pronóstico para Semana Santa es aún incierto pero sí pronostica que en lo que queda hasta entonces llegarán nuevas borrascas e incluso ha señalado que en los próximos cinco o seis días llegará una “bastante potente” en el Atlántico que llegará al sur de la Península y al Mediterráneo, donde dejará bastantes lluvias, algunas “muy llamativas” e importantes que pueden incluso provocar inundaciones.

Asimismo, el meteorólogo y coordinador de la Revista del Aficionado a la Meteorología, Francisco Martín, ha atribuido a la borrasca ‘Celia’ el primer aviso de riesgo extremo por lluvias del año, al tiempo que ha adelantado que el mes de marzo terminará como un mes húmedo o extremadamente húmedo en el conjunto de España ya que los datos de los primeros 20 días indican que ha llovido un 44 por ciento más de lo normal que en todo el mes. “Se ve un repunte en los embalses, sobre todo de la Comunidad Valenciana y del sur peninsular. En algunas zonas en 15 días ha llovido más que lo que suele llover en todo un año”, concluye.

Desde Meteored señalan la importancia de analizar todas estas situaciones que llevan a un cambio en el paradigma climático y cómo afecta a las personas, como puede ser el desbordamiento de los ríos o cómo puede afectar a determinadas infraestructuras las lluvias intensas. Lo que es cierto, es que en los últimos años se ha visto cómo durante los meses de primavera los días de lluvia son “más intensos”, y los de calor serán más propios de días de verano.

Así lo ha expuesto el meteorólogo José Miguel Viñas quien ha mostrado cómo la cantidad de precipitación media en la Comunidad Valenciana en el mes de marzo tiende a aumentar pero lo hace no en más días lluviosos sino en menos jornadas en las que se concentra la precipitación. De hecho, ha apuntado que en los últimos 30 o 40 años está disminuyendo el número de días de lluvia en primavera en toda Europa, eso sí, cuando llueve, lo hace con mayor intensidad, como se ha visto esta última semana en la Comunidad Valenciana.

No obstante, observa que ese fenómeno se está produciendo tanto en la primavera como en el resto de estaciones y tenderán a intensificarse en el continente Europeo, donde España no es una excepción. “Las proyecciones climáticas apuntan que las lluvias serán más intensas en primavera, con rachas secas más largas en nuestro entorno geográfico”.

Por otra parte, también ha hablado e los cambios en los procesos de floración, que se han adelantado en gran parte del mundo. “Aquí lo vemos en especies como el almendro, que ha sufrido alteraciones en los ciclos biológicos. También en la brotación, ya que si se producen menos heladas y menos días fríos, las hojas brotan antes”.