Hay desgracias inexplicables. Como la de Oliver, un joven británico de 29 años que en mayo iba a contraer matrimonio con su novia, Paige, quien es también la madre de su hijo. El joven, junto a su padre y unos amigos, celebró hace apenas unos días su despedida de soltero en la localidad alicantina de Benidorm, una ciudad muy solicitada por los turistas, muchos de ellos británicos, para llevar a cabo el adiós a la soltería en la multitud de locales y discotecas que llenan una de las capitales del turismo de España.

El grupo se encontraba en un conocido local de Benidorm cuando Oliver comenzó a encontrarse mal y se desmayó. Se hizo una brecha en la cabeza y no reaccionó más. Tanto el dueño del bar como alguno de los clientes comenzaron a realizarle la maniobra RCP para intentar que volviera a respirar. Mantuvieron la maniobra durante algo más de 15 minutos antes de que llegaran los servicios médicos. Cuando ya acudió la ambulancia junto con el equipo de emergencias, intentaron también reanimarle pero no fue posible.

Fuentes de la Policía Nacional aseguraron que las causas del fallecimiento aún se desconocen, pero confirmaron que el hombre sufrió algún tipo de problema médico y murió en el acto. Es más, su progenitor confirmó que hacía cinco años que había sufrido un infarto.

El fallecimiento de Oliver, con apenas 29 años, ha dejado consternados a sus familiares y amigos, muchos de ellos que le acompañaban en Alicante para celebrar su despedida de soltero apenas unas semanas antes de dar el sí, quiero a su novia Paige, que también está devastada.