Obras hidráulicas

El audio en el que Polo (CHJ) dice a los alcaldes: "No hay actuaciones para evitar inundaciones en el río Magro"

La Generalitat valenciana afirma que "no hay nadie al frente que se preocupe por que no vuelva a repetirse lo sucedido"

Los municipios que quedaron anegados debido a la crecida del río Magro el pasado mes de octubre seguirán mirando al cielo con pánico durante mucho tiempo cada vez que llueva.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, admitió en una reunión que mantuvo con los alcaldes y alcaldesas de esta cuenca que no existe proyecto alguno que reduzca el riesgo de inundaciones.

En la grabación de la reunión, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, Polo admite abiertamente que, aunque en el Poyo o en el Júcar sí hay proyectos que podrían ponerse en marcha, en el Magro no hay actuaciones definidas, «porque no se ha trabajado en una alternativa a la presa del Marquesado».

Su construcción está planteada en el plan de avenidas del Júcar del año 2000, también se recogió en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) sin que se hayan planteado soluciones desde que esta quedó descartada por considerarse que los emplazamientos que se habían buscado tenían problemas geológicos y geotécnicos. La superficie que quedaba protegida abarca 300 kilómetros cuadrados.

El río Magro es el que más caudal «punta» aporta al Júcar en la Ribera Baixa durante las riadas. Con todo, la única presa que lo regula es la de Forata, un embalse sobre el que se llegó a declarar la Emergencia 2, tal y como explica el propio Polo en la reunión.

Insiste, en cualquier caso, que no hubo riesgo de rotura del mismo y que si se dio la alarma es porque se consideró que la presa podría llegar a tirar agua por «coronación», en lugar de por el aliviadero.

El protocolo establece que si esta circunstancia se produce se debe activar el nivel de Emergencia 2, pero negó la estructura pudiese colapsar, «fue una mala interpretación» , explicó a los alcaldes a los que, no dio solución alternativa a esta presa que llegó a verter 1.100 metros cúbicos por segundo a las 17 horas el pasado 29 de octubre.

La existencia de este embalse fue determinante para evitar una riada que tuviese todavía mayores consecuencias de las que se produjeron, «redujo a la mitad la punta de avenida. Imaginaos si en vez de 1.000 metros cúbicos por segundo que salieron hubieran salido los 2.000, que eran los que entraban», apuntó Polo.

Con todo, la CHJ solo tiene sobre la mesa obras para reducir avenidas en la rambla del Poyo y la del Júcar.

[[H2:«Es insostenible»]]

El secretario autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida, calificó la situación de la CHJ de «absolutamente insostenible». El Consell considera que es «sangrante» que ni siquiera pretenda elaborar un proyecto para el río Magro. «Está claro que la Confederación no tiene a nadie al frente que se preocupe porque no vuelva a repetirse lo sucedido, Cada día que pasa sin que el Gobierno ofrezca soluciones reales, es un día perdido en el que se está abandonando a los municipios afectados. La Comunitat Valenciana merece mucho más».