
El análisis
La calle mantiene el pulso contra la gestión de Mazón en la dana
La marcha convocada en Valencia, que cada convocatoria reduce participación, logro reunir a 25.000 personas

Abucheos el jueves en Castellón;aplausos el viernes en Alicante y otro sábado con una numerosa manifestación en Valencia. Las víctimas volvieron a ser las protagonistas de la marcha, pero la organización- constituida principalmente por organizaciones de izquierdas- quiso destacar el papel que jugaron los servicios de emergencia el día de la DANA. Los trabajadores del 112 defendieron su labor asegurando, entre otras cuestiones, que el Cecopi sí recibía la información de las llamadas que atendieron, una cuestión que ha sido rebatida por la Generalitat. Es la batalla del relato, la que se libra cada día desde hace ya cinco meses.
Todavía no habían trascurrido dos semanas de la riada cuando con alrededor de 130.000 personas salieron para exigir la dimisión del presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. También se oyeron protestas contra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, pero siempre de manera aislada. Las manifestaciones han ido reduciendo participación en cada convocatoria. 100.000, 80.000, 30.000... y ayer fueron 25.000, según informó la Delegación del Gobierno.
Sí es cierto que se vieron, por primera vez, banderas «esteladas», republicanas e incluso comunistas. También carteles con el lema que ha utilizado el PSPV en Valencia: «Volem votar».
En cualquier caso, Mazón sigue enfrentándose día a día a protestas. Con todo, su convicción se mantiene intacta: centrarse en la reconstrucción.
En eso dice estar centrado el presidente y prueba de ello ha sido el empeño en conseguir presentar unos Presupuestos para 2025, a pesar de las dificultades de llegar a un acuerdo con Vox. Para hacerlo ha tenido que reducir partidas para transición ecológica, y desde el partido que lidera en Madrid Santiago Abascal todavía deslizan que deberán incluir mayores recortes a sindicatos, oenegés y a la Academia Valenciana de la Lengua (AVL).
La oposición ha aprovechado para tildar los presupuestos de «racistas, negacionistas y antidemocráticos» y acusar a Mazón de «abrazar» el ideario de Vox para tensar la cuerda con un discurso cada vez más beligerante a la par que vacío de contenido. El Gobierno valenciano ha seguido ofreciendo a la oposición que contribuya a los llamados «presupuestos de la reconstrucción», pero la respuesta del PSPV y Compromís fue no acudir ni al acto de presentación de los Presupuestos en Les Corts.
Tampoco asistieron al acto de presentación del Plan de Recuperación Económica y Social de la Comunitat Valenciana ni han aportado al documento, como recordó el vicepresidente Francisco José Gan Pampols, que incidió en que sin coordinación entre administraciones no habrá recuperación. La consigna está clara: «No se puede blanquear a Mazón».
La pelea política, denuncian desde la Generalitat, está perjudicando a los valencianos. Además de ser la comunidad autónoma más infrafinanciada, la ministra María Jesús Montero ahoga las cuentas públicas valencianas sin aprobar el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) extraordinario ni actualizar las entregas a cuenta del sistema de financiación autonómica. A eso hay se suma otra nueva afrenta: Sánchez no ha cedido ni un euro a fondo perdido a los afectados de la dana, obligando a endeudarse para pagar la reconstrucción.
«La Generalitat es la que más inversión ha movilizado: 1.858 millones de euros junto con los 2.364 millones consignados en el proyecto de Ley de Presupuestos, entre las distintas líneas de ayudas y contratos de reparación, frente a los 3.711 millones movilizados por el Gobierno», insisten.
Los datos sí avalan este discurso: la Generalitat ha pagado ya el 90% de las ayudas a vehículos afectados por la dana, mientras que el Consorcio está en un 77% y el Gobierno solo ha cumplido con un 20% del Plan Reinicia Auto.
Aún así no es suficiente: el alza de precios, la falta de materiales y el retraso en los pagos del Consorcio, que seis meses después no habrá acabado de pagar todas las indemnizaciones, ralentizan la vuelta a la normalidad.
Lo más urgente es arreglar la vida diaria: decenas de miles de valencianos siguen subiendo por las escaleras cada día a sus casas, porque unos 6.000 ascensores siguen sin arreglar. Esos mismos que tienen que aparcar a kilómetros porque los garajes siguen sin estar habilitados para aparcar y si lo hacen, es bajo su responsabilidad.
Desde el Consell de Mazón insisten en estas cifras mientras tratan de iniciar una nueva etapa que ha comenzado abriendo las puertas del Palau de la Generalitat a las víctimas. Casi cinco meses ha comenzado a recibir a los familiares de las víctimas. Este es, sin duda, el trago más amargo.
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