Historia

La cartuja española en la que nació la primera traducción de la Biblia al valenciano

El incunable fue destruido y solo queda una página en la Hispanic Society de Nueva York

Imagen de la cartuja valenciana de Porta Coeli, en la localidad de Serra
Imagen de la cartuja valenciana de Porta Coeli, en la localidad de Serra La Razón

La primera y única Biblia valenciana, traducida del latín, nació en la Cartuja de Porta Coeli ("puerta del cielo") situada en tierras de la vall de Lullén, en el término municipal de Serra en la comarca del Campo de Turia de la provincia de Valencia. La traducción además, fue elaborado por Bonifacio Ferrer, hermano, nada más y nada menos, que del que posteriormente fue uno de los santos más importantes para los valencianos y valencianas, San Vicente Ferrer.

Se trata de la primera biblia traducida del latín a la lengua valenciana. En 1498 la Inquisición, que sólo reconocía la autoridad de la Vulgata, declaró esta obra como peligrosa para la fe, y ordenó entregar y quemar todos los ejemplares. La última copia conocida de esta obra se perdió en un incendio (Estocolmo, 1697). No quedó nada del incunable salvo una hoja que se conserva en la Hispanic Society de Nueva York.

La Cartuja de Porta Coeli, una de las tres que quedan activas en España, fue fundada por el dominico fray Andrés de Albalat, obispo de Valencia el 5 de septiembre de 1272 siendo colocada la primera piedra en 1274. Es la primera cartuja construida en el Reino de Valencia y la tercera de la Corona de Aragón.

Los principios del monasterio fueron muy modestos, apenas una ermita y un patio cerrado con celdas para alojar a los primeros religiosos provenientes de la Cartuja de Escala Dei en Tarragona. Con el tiempo una de las más importantes, pues por ella pasaron reyes, papas, cardenales, militares.

Cerca de la cartuja, en una cueva que se ubica en el monte de la Cantera o Rodeno de Santa Agnes, estuvo viviendo Inés Pedrós Alpicat, más conocida como "Inés de Moncada", que tras ser expulsada del convento al descubrirse su condición de mujer, se quedó a vivir de anacoreta en las inmediaciones de la cartuja, llevando durante los siguientes 20 años, hasta 1428 una vida de oración y soledad.1​2​3​

Bonifacio Ferrer fue prior de la cartuja y también llegó a superior de la orden. En 1385 se inició la construcción en estilo gótico valenciano de la iglesia mayor y el resto de dependencias con la ayuda económica de Margarita de Lauria. La iglesia se consagró en 1400 bajo la protección de Martín I de Aragón; con posterioridad, se añadieron dos claustros renacentistas. Con la desamortización de Mendizábal de 1835 la cartuja fue exclaustrada y subastada igual que sus dominios, pasando a manos de Vicente Bertrán de Lis, comerciante, político liberal y banquero de la Casa Real. Los problemas con Hacienda de uno de sus descendientes llevaron al Estado a embargarle el antiguo priorato, y la propiedad pasó a manos de Lino Alberto Reig en 1872.

En 1898 la cartuja se convirtió en un hospital para tuberculosos. Posteriormente, en 1943, la Diputación Provincial la compró y en 1944 regresaron a ella los monjes cartujos desde la Cartuja de Miraflores en la provincia de Burgos. En 2011 los cartujos abandonaron la Cartuja de Aula Dei trasladando la comunidad a Porta Coeli, quedando de este modo como una de las tres cartujas activas en España; Porta Coeli, Miraflores y la Cartuja de Montealegre.