Tradiciones

Quesa, la historia de un pueblo que quedó con un habitante tras la peste negra y celebra su refundación religiosa

Hace 330 años que el Santísimo Sacramento volvió desde Bicorp, donde permaneció cinco años

Los quesinos hacen una romería hasta Bicorp cada año
Los quesinos hacen una romería hasta Bicorp cada añoAntonio Olive

Quesa es un pueblo enclavado en una orografía dura, a los pies de la inmensa e inacabable Muela de Cortes. Lo conocí por primera vez un legionario verano de calor de hace cincuenta años. Los agricultores que arañaban la tierra salín muy temprano de casa, hacían sus labores, y se volvían a media mañana, para proseguir caída la tarde la jornada. No se podía aguantar el rigor del clima.

Montaña y clima han forjado el espíritu de los quesinos, resistentes, valientes, capaces de hacer frente a la mayor de las adversidades y dificultades de la vida. Son como nadie a la hora de trabajar y sacar partido a los riscos. Hasta minas de hierro han tenido. Han sufrido y aguantado de todo, desde que los moros fueron expulsados de sus casas a principios del XVII en contra de las voluntades del poder civil, que veían cómo iba a derrumbarse la economía, pues eran los únicos que trabajaban y lo hacían de verdad.

Hoy la huella morisca está presente por doquier en Quesa, la trama urbana, la red de acequias, la canalización de las fuentes, el sistema de bancales. Hasta su depósito de tradiciones religiosas. Siempre que en un pueblo hay una fuerte devoción a la advocación de un Cristo, remite a que fue muy islámico. Era el esfuerzo pastoral de la Iglesia para sustituir la fe en Mahoma por la fe en Cristo.

Quesa se llena de celebraciones cada mes febrero
Quesa se llena de celebraciones cada mes febreroAsensio

En la Muela de Cortes y en los alrededores de Quesa los moros expulsados de sus casas y tierras en el Reino de Valencia se hicieron fuertes, resistieron lo suyo, lo indecible. Los cristianos tuvieron que emplearse a fondo contra los que no abandonaron la fe mahometana y se convirtieron, falsamente, al cristianismo.

Se hundió Quesa, pues no había quien trabajara la tierra forzados al exilio los moriscos. Fue repoblada. El siglo XVII tuvo un balance económico desastroso. Se trajo cristianos de otros sitios para repoblar el desolador vacío demográfico. Y cuando éstos comenzaban a levantar cabeza sobrevino una epidemia de peste negra aterradora. Los pocos habitantes que tenía el pueblo murieron. Se salvó un muchacho, Diego García, que no quiso abandonar el pueblo. Quesino de po se enfrentó a la soledad y la tragedia, con entereza, como son todos ellos. Él fue el germen humano de la recuperación.

Cuando todo fue mortandad, el Santísimo Sacramento fue llevado de la Iglesia de Quesa a la de Bicorp, de la que dependía eclesiásticamente. Allí estuvo cinco años, sin que la familia superviviente de Quesa, los García, pudieran tener acceso al consuelo eucarístico. Cinco años más tarde, el 14 de febrero de 1694, hace 330 años, ya con algunos habitantes en el pueblo, el Santísimo fue llevado de Bicorp a Quesa, reanudándose la actividad en el templo parroquial.

Quesa celebra la recuperación de la Eucaristía
Quesa celebra la recuperación de la EucaristíaLa Razón

Este fin de semana, más el día 14, el pueblo ha hecho memoria histórica de este hecho espiritual importante, convertido en su seña de identidad. La refundación religiosa, tras la refundación civil. El “continuum” de la vida de un pueblo que se resistió heroicamente a desaparecer. Es la Fiesta de la Reserva, como se llama en los pueblos a las celebraciones litúrgicas donde el protagonista es el Santísimo.

El pueblo, con su cura al frente, revestido de capa pluvial, como corresponde a las grandes solemnidades litúrgicas, encabeza una romería a Bicorp, distante siete kilómetros de Quesa, para traerse el Santísimo en custodia al pueblo, donde es recibido con todos los honores y alegría, más el repicar del bello sonido de las campanas de Quesa, que aquí tienen un acento especial.

Tras lo religioso, recreaciones teatrales del suceso, feria popular, paellas y todo tipo de agasajo lúdico. Es la fiesta por antonomasia de un pueblo, entrañable recordatorio, identificación de una fuerte y arraigada personalidad. Preciosa tradición de los tesoros históricos y de la religiosidad popular de nuestras gentes.