Historia

¿Sabes adónde te llevan estas marcas que hay en la calle San Vicente del centro de Valencia?

La calle San Vicente fue hace siglos la salida sur de la ciudad de Valencia de la Vía Augusta

Escudo de la Valencia romana
Escudo de la Valencia romanaLa Razón

Si has echado mano del refranero, estás de suerte y has acertado. Todos los caminos llevan a Roma... y la calle San Vicente, de Valencia, no iba a ser una excepción. Si se pasea esta histórica vía con ojos curiosos se pueden descubrir en el suelo pequeños escudos como el que muestra la imagen y otros que marcan el trazado de la Vía Augusta. Ese es el motivo por el que están dispuestos en el sueldo de esa vía, porque la calle San Vicente, fue hace siglos, parte del trazado de la Vía Augusta a su salida (o entrada) de la ciudad de Valencia hacia el sur.

El escudo que muestra la fotografía actual no es otro que el escudo original de la ciudad romana de Valencia, con el cuerno de la abundancia, posiblemente por su rica huerta, y los rayos de Zeus. Este escudo también estaba presente en las monedas valencianas de la época.

La Vía Augusta constituye el primer gran eje vertebrador de la Península Ibérica, con un trazado desde Cádiz a los Pirineos, continuando en Francia con el nombre de Vía Domitia, y por Italia como Vía Flamínia y Vía Aurelia hasta enlazar con Roma.

Desde los albores de nuestra era, hace más de 2000 años la Vía Augusta nos ha hecho partícipes de primer orden en la formación del denominado mundo mediterráneo. Fue el emperador Augusto el impulsor de la unificación, rectificación y reparación de los primigenios caminos iberos, helénicos y cartagineses para crear una verdadera vía de comunicación de gran alcance, con Roma como polo central de difusión de cultura, comercio y poder. Es la calzada romana más larga del territorio peninsular con un recorrido total aproximado de 1.500 km. y es el elemento romano de mayor importancia dentro del Patrimonio Viario, incluida en la lista indicativa del Patrimonio Mundial de la Unesco.

La Vía Augusta es el precedente histórico del corredor mediterráneo de transporte actual, ofreciendo la modalidad complementaria de transporte no motorizado. Sin duda la elección de su trazado a través de la Comunitat Valenciana se debe a sus condiciones geográficas y los recursos del territorio, que aun hoy se mantienen y se han diversificado.

Reúne uno de los conjuntos de miliarios (hito o columna de piedra que marcaba la distancia de mil pasos) más importantes de toda la Hispania, con al menos 96 monumentos, 20 de los cuales se tiene referencia que estaban distribuidos por todo el territorio valenciano.

Además pueden observarse aún hoy algunos restos de la propia calzada y vestigios de mansiones, puentes, centuriaciones, villas, arcos monumentales, toponimia etcétera, lo que añade un excepcional interés histórico, cultural e incluso religioso, al ya inherente interés recreativo y turístico que presenta.

Ha recibido diferentes denominaciones según las épocas: Vía Hercúlea, Vía Heráclea, Camino de Anibal, Vía exterior, Camino de San Vicente Mártir y Ruta del Esparto, pero es comúnmente conocida por Vía Augusta, debido, con toda seguridad, a las rectificaciones y reparaciones que el emperador Augusto efectuó en la misma entre los años 8 y 2 a.C.