El único pintor español al que Madonna le ha comprado su retrato expone su obra en Valencia

El pintor y retratista valenciano Jesús Arrúe expone «Faces» en la galería CLC Arte de la capital, hasta el 9 de enero, comisariada por Llanos Argudo. En esta ocasión, presenta una serie corta de obras íntimas y potentes; retratos en gran y medio formato de sus admirados iconos mediáticos del espectáculo y la cultura que con tanto realismo plasma y con tanto éxito vende.

Especializado en dibujar el alma de sus modelos, como Clint Eastwood, Marlon Brando, David Bowie, Madonna o Amy Winehouse, Arrúe, que se reconoce como un artista expresionista figurativo, se declara un admirador de Francis Bacon y declara: «No pinto rostros, ni personas ni personajes. Pinto almas a través de sus miradas». Reconoce ser un pintor nocturno, porque necesita el sosiego, la relajación y el silencio, pero también trabaja de día para atender a quienes se acercan a su estudio en el Barrio del Carmen de Valencia.

Madonna le compra su retrato

El retrato de un Putin con bigotito de Hitler dio la vuelta al mundo apenas el mandatario ruso comenzó a bombardear Ucrania, pero el nombre del carismático Jesús Arrúe ya había saltado al plano internacional el día en el que, en 2019, Madonna se puso en contacto con él para interesarse y comprarle el retrato que le había pintado y subido a Instagram. Además de llevarse una gran sorpresa, la vida le dio un vuelco para siempre. Así lo cuenta él mismo rodeado de sus cuadros mientras inaugura su última exposición.

«De repente, un día, de madrugada, se puso en contacto conmigo a través de mi cuenta de Instagram Marlyn Ortiz, bailarina puertoriqueña y entrenadora personal de la popular cantante. Madonna quería adquirir el retrato que yo le había hecho y que había visto en mi red social tras etiquetarla».

Una de sus musas más influyentes, que marcó su infancia y su vocación artística se interesaba por su retrato. ¡Un sueño fantástico! Y lo compró. Vaya que lo compró. Y lo tiene colgado en su domicilio de Nueva York. «No podía creérmelo. Me dio un subidón que todavía se repite cuando lo cuento, como ahora por ejemplo» nos cuenta en el centro de la galería.

Otra de las ocasiones en las que Arrúe, de 50 años, ocupó titulares recientemente, fue cuando un grafiti de David Bowie que había pintado en 2019 sobre una pared en un edificio del centro histórico, se convirtió en un icono de arte urbano y en la primera obra de este tipo indultada en España.

Se rescató el grafiti recortando la pintura con 600 kilos de muro y se la trasladó al Centro del Carmen Cultura Contemporánea, hasta que este mismo año el Bowie homenajeado por Jesús encontró su lugar definitivo en el ETNO, el Museo Valencià d’Etnología por decisión de la Diputación de Valencia.

Jesús Arrúe, «el pintor de las miradas», nació en 1973 y se crió en el barrio chino, como a él le gusta resaltar, en donde en aquellos años setenta y principios de los ochenta, lo habitual era que los niños bajaran a la calle a jugar. «Era una época dura, la del caballo (heroína), la de las jeringuillas tiradas por los parques. Se formó en el Colegio de Artesanos y son varios los miembros de su familia con aficiones artísticas.

Dice inspirarse en las grandes estrellas del cine, del espectáculo y de la misma sociedad en la que vive a quienes les acentúa el alma con sus trazos y pinturas. Audrey Hepburn, Amy Winehouse, David Bowie, Oliver Hardy, Bruce Lee, Madonna o Andy Wharhol figuran entre sus iconos sagrados y de una cosa está seguro: «Una fotografía, por muy buena que sea, es un «clic».

Nunca sustituirá a una pintura, que es el sentimiento plasmado en una obra de arte elaborada, incluso con sus errores. Su obra más reciente les espera en CLC, en la calle En Sala, 6 de Valencia.