DANA

Valencia se hunde: "Si hay un final del mundo, nosotros ya lo conocemos"

Las calles de la ciudad están desiertas en un puente que debería de haber sido festivo

Voluntarios para restablecer la normalidad en Alfafar (Valencia)
Voluntarios trabajan para restablecer la normalidad en Alfafar (Valencia)Agencia EFE

Manuel Espinar es el presidente de la Federación de Hostelería de Valencia, pero en este momento no habla como tal. Lo hace como un ciudadano devastado por la tragedia. Aunque no vive en la zona arrasada por la DANA, sí cuenta con dos locales de hostelería en Catarroja y Beniparrell, zona cero de la debacle que arrasó multitud de pueblos de la provincia el pasado martes. Por fin ha podido acceder a ellos. Están arrasados. Pero lo peor no es eso, dice. Es ver a la gente deambular por las calles, sin comida, sin agua. "Lo primero ahora es atender a las personas". "Si existe un final del mundo, nosotros ya lo conocemos", asegura entre lágrimas. Difícil contener la emoción cuando te rodea la barbarie.

Como responsable de la Federación, están encargándose de las primeras peticiones de ayuda para solventar los daños, canalizar todas las ayudas que van llegando, prestar apoyo, dar las pocas respuestas que en estos momentos se tienen.

Valencia está hundida, está de luto, también la ciudad que, aunque se encuentra a muy pocos kilómetros del área devastada, vive una normalidad aparente en sus calles. Hasta allí no llegó la riada gracias a una decisión adoptada hace más de medio siglo: desviar el cauce del río Turia y sacarlo fuera de la urbe. De no haberse hecho, estaríamos hablando ahora de una tragedia mucho mayor.

Pero a pesar de la aparente normalidad, los valencianos están destrozados. No hay fiesta, las reservas se cancelan. Este fin de semana no habrá comidas ni cenas. Nada que celebrar, todo lo contrario. "Los cuerpos no están para fiestas", resume Espinar.

En condiciones normales, anoche se habrían celebrado multitud de fiestas de Halloween en los conocidos locales de ocio nocturno de la ciudad. La mayoría de ellos anunciaron las anulaciones a través de sus redes sociales. Silencio, respeto por las víctimas y, sobre todo, incertidumbre, mucha incertidumbre ante una situación que nadie ha vivido antes y de la que no se sabe como saldremos.

Tampoco muchos comercios abren sus puertas. Algunos por solidaridad, otros porque directamente no cuentan con sus empleados. Viven en las zonas afectadas, así que muchos de ellos no han podido salir de allí desde el día de la tragedia. Además, la afectacion en zonas colindantes a la capital repercute en el funcionamiento de los negocios, debido a la llegada de suministros.

Muchos comercios de Valencia no pueden abrir sus puertas por falta de género
Muchos comercios de Valencia no pueden abrir sus puertas por falta de géneroLa Razón

Desde Confecomerç solicitan "que se actúe con celeridad en las ayudas, tanto por lo que respecta al peritaje de los seguros, como en su tramitación a través del Consorcio de compensación, con el fin de que lleguen lo antes posible para un sector que probablemente sea uno de los grandes damnificados".

Además, desde la organización recuerdan que el sector necesita que se restablezcan cuanto antes los servicios de luz y agua y se facilite abastecimiento de comida".