Nicolas Pesce: “Soy fan total del terror japonés y coreano”

En esta ocasión sigue los consejos de los fans y trae una versión para mayores de 18 años, y para ello, cuenta con el director Nicolas Pesce cuyo primer filme ”The Eyes of My Mother fue seleccionado para el Festival de Sundance en el 2016. El director intenta con esta nueva versión rendir un homenaje a las anteriores cintas y en particular a la original haciendo uso de los saltos temporales. La película está protagonizada por Demian Bichir ( “La monja”) y John Cho (“Star Trek”).

–Son viñetas con las que al principio no sabes muy bien cómo conectar, historias truncadas que parecen que están desconectadas, hasta que te das cuenta que no es así. Es como un puzle.

–Crecí en los suburbios de Nueva York y siempre me apasionaron las historias que se contaban sobre lo que había pasado en diferentes casas del barrio donde vivía. Con ellas fabriqué una especie de cóctel que acabó convirtiéndose en el guión del filme.

–La verdad es que de muy niño me dan pavor. Pero tenía una querencia especial por películas en blanco y negro de terror. El hecho de no ser en color marcaba una distancia con la realidad que me hacía no pasar tanto miedo.

–La original se estrenó cuando yo tenía unos catorce años. Me pareció que daba demasiado miedo para lo que era capaz de soportar (risas). Cuando estaba en la escuela preparándome estudié tanto cine de autor, como el de Godard, que llegó un momento que me apeteció rescatar las cintas de miedo que no había visto con anterioridad. Me pareció fascinante que dos días después de haber visto una película de miedo aun pensra en no querer entrar solo al cuarto d ebaño, algo que no sientes con una comedia o un drama. Creo que el hecho de que de niño me aterrorizaran me ha hecho querer dirigirlas.

–De las antiguas, creo que «Psicosis». Me gustan las películas de miedo que transcurren en un ambiente familiar. Soy un fan total de las coreanas y japonesas, sobre todo de directores como Bong Joon ho y Takashi Miike. Creo que los asiáticos poseen una factura especial a la hora de dirigir este género y yo, personalmente, me considero un entusiasta. Es un cine con un ritmo más lento pero que da bastante más miedo.

–Nunca conocí a Jeff. Cuando mostré interés en hacer el filme, ni siquiera sabía que había ya un guión escrito. Yo escribí el bosquejo de mi historia a Sony, era una historia mía, totalmente nueva. Tenía claro lo que quería hacer y lo que deseaba contar. Hay unos elementos similares en todas las versiones de «La maldición»; sin embargo, las historias son todas diferentes.

–Ha sido una experiencia muy satisfactoria. Me han apoyado mucho. Es cierto que en una película independiente tiene un control sobre la producción diferente pero al hacer un de estudio los recursos son mayores, por tanto hay más apoyo. Existe siempre la idea de que cuando haces una película de estudio tienes que renunciar a muchas cosas, aunque en mi caso no ha sido así.

–Las alturas, me aterran. Tengo un vértigo horroroso. A mi madre le pasa lo mismo, por lo que quizá sea una cuestión genética (risas).

–Intento que sea lo más amable posible. Entre acción y corten, todo es muy intenso pero cuando acabamos la escena quiero que el ambiente sea agradable y ligero. Hacer una película independientemente del género es duro, son bastantes horas y resulta cansado. Si a esto le añades la intensidad de una película de terror se multiplica por dos, por lo que creo que es fundamental disfrutar y crear buen ambiente.

–Los personajes principales son detectives que están intentando resolver un crimen y eso ya es un plus. Depende del público prestar la atención necesaria para ir poniendo las piezas en su sitio, saber qué pasa y quién ha asesinado a quien. Es un reto satisfactorio como espectador que creo que puede ser atractivo.