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La vida oculta de los objetos

Bárbara Bañuelos reabre la Sala Juan de la Cruz de La Abadía con «Inventario», una «performance» con materiales recopilados durante 23 años
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Durante más de 23 años ha estado la artista escénica y musical Bárbara Bañuelos recopilando pequeños objetos que iba encontrando por la calle: una hoja de periódico, una radiografía, la fotocopia de un carné, un ticket, el panel interior de un teclado... Al principio, ni ella misma tenía clara la finalidad de este acopio de materiales extraños; pero se dio cuenta, llegado un momento, de que había elaborado un auténtico «diario visual» con ellos. Fue entonces cuando decidió investigar esos objetos e interesarse, según explica, «por la vida que había detrás de ellos y por el rastro que había dejado su existencia; surgieron un montón de historias que iban más allá de los objetos en sí mismos y que se conectaban con mi propia memoria».
Y así, hilvanando todas esas historias, nació «Inventario. Memorias de una aspiradora», un espectáculo concebido a modo de «conferencia performativa y visual» que su creadora y única protagonista define como «vivo e infinito». «Tengo acumulados cerca de 400 objetos, pero solo he investigado todavía una veintena –aclara–. En estos 20, en sus historias, se basa de momento la propuesta». El espectáculo recurre inicialmente a un primer impacto visual, que es el que producen en el público todos los objetos expuestos en el escenario, pero pués se va desarrollando «a través de la oralidad, de la escucha». Desde el principio, la artista era consciente de lo exigente que podía resultar el formato monologado para atrapar la atención del espectador durante la hora aproximada que dura la función. «Cuando empecé a trabajar en la dramaturgia, me propuse no aburrir –afirma Bañuelos–. Lo que hago en el escenario es convertirme en una especie de archivo neutral y viviente por el que pasan todas las historias; todo está atravesado por mi propia experiencia». Una experiencia que, necesaria y deliberadamente, impregna de subjetividad todo lo que se cuenta en las tablas. «Después de ver el espectáculo, mucha gente me pregunta qué es verdad y qué es ficción, pero, sinceramente, no creo que eso sea lo importante», concluye la artista sonriendo sin develar el misterio de su creación.
Dónde: Teatro de la Abadía (calle de Fernández de los Ríos, 42. Madrid).
Cuándo: 20 y 27 de junio.
Cuánto: 15 euros.