La cruel vejez: vender para sobrevivir
Kiti Mánver recibe los vítores del festival de su tierra, Málaga, y presenta «El inconveniente», junto a Juana Acosta
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¿Qué hacía una mujer como Kiti Mánver en un sitio como el Salón Rossini del Teatro Cervantes de Málaga? Pues sacar pecho ante toda una carrera. Esa misma trayectoria que reconoce la Biznaga Ciudad del Paraíso del festival andaluz de una artista «imprescindible del cine español», aseguraba ayer Juan Antonio Vigar, director de la cita. Se cumplen ahora los 50 años de que Mánver (Antequera, 1953) se convirtiera en una de las «Chicas de club», de Jorge Grau, como primer paso de un camino que le ha cruzado con los Colomo, Trueba, Almodóvar, Urbizu, De la Iglesia... «Haciendo papeles de reparto también se puede llegar lejos», afirmaba la actriz malagueña durante una mañana en la que también quiso repasar sus orígenes: «Mi infancia y adolescencia están aquí. Notar este cariño es enorme».
Mánver es la protagonista de una de las dos cintas que ayer se presentaron en la Sección Oficial, «El inconveniente» (la otra fue «Piola», un relato de la adolescencia chilena), un filme de Bernabé Rico sobre la obra de Juan Carlos Rubio en el que la veterana actriz comparte foco con Juana Acosta (Cali, 1976). Es esta última la encargada de dar vida a Sara, una ejecutiva que compra la casa «perfecta» en Sevilla, aunque cuenta con un inconveniente: el piso no será suyo hasta que Lola, la octogenaria dueña, se muera. Una transacción «cruel», en palabras de Acosta, «porque, al final, lo que estás esperando es que esa persona fallezca»; y que, para Mánver, «cada vez va a ser más frecuente con estas pensiones», opina de la nuda propiedad.
Es una de las reflexiones que, en tono desenfadado, hace la cinta de Rico (que también ha contado con Carlos Areces, José Sacristán, Daniel Grao...) en «una época en la que nos hemos dado cuenta de lo desprotegidos que tenemos a nuestros mayores», afirma la colombiana. Para la premiada, «hay que cuidarlos más. Algunos ancianos ya están vendiendo su piso de esta manera para tener una persona que les cuide o poder ir a una residencia. Deberíamos pensar que ese sistema no sirve por más que algunos quieran hacer dinero con los mayores. La película es ejemplar porque une a dos personas solas, una triunfadora y un vejestorio, y sale bien», sentencia Mánver.