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Muñoz Machado: «A la RAE lo que le importa es que no agredan al español»

Durante este encuentro se anunció la reforma de los estatutos y abordar asuntos tan importantes como el lenguaje en la inteligencia artificial
BallesterosEFE
La Razón

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El Rey presidió ayer el Patronato de la Fundación pro-RAE. Una reunión donde el presidente de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, presentaba las principales líneas de actuación de esta institución para los próximos dos años y que contemplan proyectos de gran envergadura y claramente necesarios, como el programa para la mayor integración del español en la inteligencia artificial (uno de los grandes retos del futuro concretado en el programa LEIA), el desarrollo de la historia de las palabras, la digitalización de la Justicia, cuál es el estado actual del español entre los hispanohablantes, el lenguaje de las redes, y la lengua entre la juventud, en la escuela y en la administración pública.
«Lo que más me preocupa es la fragmentación del español por las máquinas y que existan variantes de las estructuras –aseguró Muñoz Machado a este diario–. Es decir, la unidad de la lengua, para que no sea distinto y nos podamos entender en español en diferentes países, como Bolivia o España. Que se mantenga la unidad es sustancial. Para eso tenemos que convencer a los fabricantes de las máquinas para que sigan el mismo criterio que nosotros y que acepten que el español que se tiene que enseñar a todas ellas es la doctrina que siguen los humanos. Es una preocupación ahora mismo por el rápido cambio del español en las redes sociales. Tenemos que estudiar las tecnológicas para que la diversificación sea razonable. Los usos de la lengua deben cambiar, pero dentro de cierto orden y siempre que no se pierda la homogeneidad».
A esta reunión también asistieron la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y distintos presidentes de las Comunidades Autónomas, como Alberto Núñez Feijóo, Juan Manuel Moreno, Concepción Andreu Rodríguez, Isabel Díaz Ayuso, Guillermo Fernández Vara y Alfonso Fernández Mañueco, que participaron en este acto junto al resto de patronos, que suman un total de treinta, y entre los cuales están las principales empresas de nuestro país.
La RAE, aparte de seguir con su compromiso habitual con los diferentes diccionarios y de otras obras relacionadas con el español, como la gramática y la ortografía, este año se ha propuesto «reformar los estatutos que son del 93 y ya ha aparecido legislación nueva, las estructuras en la Fundación para incorporar a nuevos colaboradores y formar un departamento de América», explicado el director de la RAE.
Por otra parte, a la docta casa parece que no le disgusta el modelo aplicado por el Museo del Prado, que, a través de la asociación de amigos, obtiene suficiente apoyo económico para ampliar sus programas y adquirir obras para sus salas. «Nosotros creemos que la Academia ha de tener un soporte por el Estado para atender los gastos corrientes porque hace un trabajo de Estado y debe tener esa cobertura. El presidente del Gobierno ha sido muy comprensivo con esta visión y estamos contentos por su actitud, pero eso nos sirve solo para los gastos ordinarios, no para atender los demás proyectos de la Real Academia Española. En este sentido, la Fundación y la ampliación de nuevas estructuras que perseguimos pueden ayudar para que alcancemos una financiación estable», asegura Muñoz Machado. Y, a este respecto, añade que hasta ahora «el propio Patronato han sido muy sensible con dicho punto. Confío en la Fundación, pero hay mucho trabajo por hacer. Estoy completamente seguro de que existe mucha gente que desea participar en nuestros proyectos y, si la estimulamos, podrían colaborar en ellos. Es importante ampliar la contribución de la RAE».
Polémica ley
Muñoz Machado es asimismo muy consciente de que este Patronato se celebra en un momento convulso por el debate sobre el castellano que ha desatado recientemente en nuestro país la controvertida Ley Celaá. «A la Academia lo que realmente le importa es que no existan agresiones al español y que se pueda utilizar con amplia libertad en todos los ámbitos posibles. La Academia lo que desea es que se apunten buenas soluciones para la proyección del español, que es lo que nos une a todos, lo hablan en este momento muchos millones de personas y tiene una enorme proyección».
Finalmente, Muñoz Machado, que aborda los siguientes cursos con optimismo, también nos asegura que «me preocuparía que el español perdiera fuerza en España. En realidad, no creo que esté en ese plano tan preocupante. Existe una situación legal, las leyes dicen lo que dicen, y la práctica se corresponde con la legislación».
UNA HISTORIA DE LAS PALABRAS
Uno de los proyectos más ambiciosos que ya se plantea la Real Academia Española es la historia de las palabras. Un diccionario que al fin consigne sus orígenes y cuáles son sus raíces. Es una vieja cuenta pendiente que España no ha podido cumplir jamás por la falta de los fondos necesarios. Existe ya en otras naciones de nuestro entorno, pero aquí no se ha podido acometer. Ahora, Santiago Muñoz Machado ha decidido saldar esta deuda pendiente que teníamos con el pasado para ponernos al nivel europeo y dar salida de esa forma a una obra científica y cultural de una enorme relevancia y de la que carecíamos hasta ahora.

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