Entrevista con Sue Gere: “Slavedown, Lipstick y Gaby & Los Gatos Salvajes van a patear culos este año”
El polifacético artista espera un potente 2021 a nivel de discos y se muestra más enamorado que nunca de la música
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La importancia de Sue Gere en el Rock nacional es tan grande que se necesitarían varios artículos para explicarlo. Es el hombre de las mil facetas. Músico, productor, escritor, melómano y fan, entre otras cosas. Una persona que escoge comentar la obra maestra “Rock And Roll Over” de Kiss (su grupo favorito) para el número 500 de la mejor revista del mundo, Popular 1, y que se pone una camiseta de Plasmatics para las fotos promocionales.
El foco de Sue está ahora quizá en su banda Slavedown, que ya es una referencia en el Metal europeo. Quien lo dude, que escuche su segundo disco, “The Enemy Inside”. Tendrá competencia, seguro, pero difícil que no esté en el podio de lo mejor del año a nivel nacional en diciembre. Sue Gere, es un músico y un artista de calibre, y Warrior Soul, The Black Halos, Star Mafia Boy y Mescaleros, entre lo saben.
-Hola Sue, como estás?. Cómo es tu día a día con la pandemia?
- Hola Joan, muy bien y agradecido por la entrevista. La verdad es que a pesar de la que está cayendo sigo trabajando. Aunque haya bajado el ritmo sigo metido en varios proyectos y les siguen faltando horas a mis días... me daría vergüenza quejarme sabiendo que hay gente pasándolo realmente mal.Mi día a día no ha tenido muchos cambios en realidad, ni siquiera en los momentos del confinamiento duro. Vivo y tengo el estudio en una parcela apartada de la ciudad y mi rutina, con armagedón o sin él, es estudio-casa-estudio. Si bien, para mi equilibrio mental, necesito contrarrestar las largas temporadas de trabajo duro con pequeños episodios de hedonismo extremo y eso ha sido imposible, también es cierto que centrarme en procesos creativos ha calmado mi sed. En circunstancias normales sería usual que tardara varias semanas en asomar por la civilización, acabo siempre pareciendo un náufrago hasta que me afeito, me aseo y me preparo para la interacción social. Los últimos meses he tenido que obligarme a seguir ese proceso periódicamente porque sí, para seguir conservando la humanidad y no asilvestrarme demasiado.
-¿Aprovechas para escuchar más música que nunca?
-Es muy difícil escuchar más música de la que ya escucho, toda mi vida tiene banda sonora. Lo que sí me ha pasado, y no sé a que responde, es que planifico lo que voy a escuchar con antelación. Yo solía ser de los que se quedan diez minutos pasmados delante del mueble de los discos intentando decidir que voy a escuchar. Ya no me pasa tanto y varias veces he optado por hacer temporadas monográficas, por ejemplo hace poco tuve unas semanas totalmente Wendy O. Williams y Plasmatics, o varios días me los pasé con Sam Cooke, antes de eso tuve una temporada muy cañera con la NWOBHM, o con Dead Boys... Diría que este último año he empezado un diálogo interno para saber que energías y vibraciones necesita mi cerebro en cada momento.
Aunque vamos, como siempre puedo saltar del «Scum» de Napalm Death a los «American recordings» de Cash en cero coma.
-Estás centrado muy en Slavedown? Háblanos de “The Enemy Inside”...
-Ahora mismo estoy en varias producciones al mismo tiempo y tocando en dos bandas, Slavedown y Gaby & Los Gatos Salvajes. Suelo saltar de proyecto a proyecto, incluso varias veces en un mismo día, pero en el momento en que estoy con algo mi concentración está con eso al cien por cien. Tanto la producción de Gaby como la de Slavedown están acabadas y entregadas, ya no me consumen mucho tiempo, aunque espero que pronto nos pongamos a preparar repertorio para los directos, quien sabe...«The Enemy Inside», como te decía, está ya entregado a fábrica, he hecho todo lo que he podido por él, ahora está en manos del público levantarlo o ignorarlo.En mi opinión hemos hecho un gran trabajo y el feedback de la gente que lo está escuchando es alentador. La Familia Revolución lo editará en vinilo y no está escatimando en gastos para que sea un fetiche de lo más apetitoso. Como digo, aquí todo el mundo está haciendo más que bien su trabajo, si la gente lo compra se cerrará el ciclo natural.
-Dentro de la desgracia de la pandemia, sois optimistas? En que os ha afectado? giras?
-Optimismo y Slavedown en una misma frase es, totalmente, un oximoron. Tenemos los pies en el suelo, sabemos donde estamos, en que momento de la historia y cual es el producto que ofrecemos. Si basándonos en esas premisas nos sintiéramos optimistas seríamos unos ilusos.
-Habéis dicho q sois un grupo DIY.
-Bueno, sí y no, no tenemos nada que ver con el DIY del Hardcore de los ’80 o los principios de las bandas más oscuras de la NWOBHM. Nosotros tenemos en La Familia Revolución un fantástico aliado que se encarga de la fabricación y distribución del disco. El resto de procesos si los vamos trabajando nosotros. Pero por cojones ¿Eh? Porque a mi lo que me gustaría es dedicarme sólo a componer y tocar, pero no nos queda otra que subirnos las mangas y hacer el trabajo para que esto avance.
-Háblanos de tu faceta como productor. Cómo y por qué te convertiste en productor?
-Empecé a tocar a finales de los ’80. En aquella época grabar demos en un estudio era muy caro, mucho más que ahora, así que me compré un Fostex usado de cuatro pistas para grabar las demos de mis bandas. Fui aprendiendo sobre la marcha y al poco tiempo empezaron a contactarme otros grupos para que les grabara a ellos. Así empezó todo... todavía conservo el Fostex y un buen puñado de cintas de la época.Como dato curioso te diré que la máxima de Spiderman «Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad» me quedó clarísima desde esos comienzos. Estaba grabando la demo de una banda de Punk muy old school, los WC Fuckers, y les di un sonido totalmente Ministry, en plan «Psalm 69», a mi me encantaba el resultado, pero a ellos no porque no se reconocían en esa grabación. Tenían toda la razón del mundo!Desde entonces pongo mucho empeño en hacer que los músicos suenen a ellos mismos. A ellos mismos en su mejor momento y con un gran sonido, si quieres, pero sin perder su identidad única.Con el tiempo decidí ponerme a estudiar y formarme en todo lo referente a sistemas acústicos, sonorizaciones, producción… Me puse duro y conseguí varias titulaciones, aunque lo más importante fue aprender qué pasa con las ondas cuando giras un botón.A día de hoy tengo mi propio estudio de grabación con equipo profesional y con una sala que, según las palabras de un técnico de los australianos INXS, está entre las diez mejores del mundo en cuanto a acústica se refiere.
Al final es todo muy fácil. Una buena canción bien tocada, un buen entorno acústico captado con gracia, eso es la fórmula básica para cualquier producción. Puedes tener a tu disposición todos los gadgets del mundo, si no partes de ahí no hay nada que hacer.
-Entiendo que te afectó la muerte de uno de los más grandes, Martin Birch.
- Mucho! Cuando muere gente tan creativa no puedo evitar pensar que nunca más podrán regalarnos su talento… Por otro lado, su legado es tan potente que, incluso sin estar entre nosotros, te pueden alegrar el día con un gesto tan simple como pinchar el “Powerslave” de Iron Maiden, no crees?
-¿Cuáles más de productores son tus favoritos y porqué?
-Hay mucha gente muy buena. De los famosos te podría decir que Bob Rock es uno de mis favoritos, cuando le dan cancha es increíble lo que es capaz de conseguir, siempre piensa en la canción y se olvida del contexto en que pueda estar la banda y, sobre todo, se olvida de él como productor. La canción es lo único que cuenta. Michael Wagener es uno de los más grandes. Recuerdo una época en que su nombre estaba en la contraportada de un montón de mis discos favoritos. La manera en que hace sonar las guitarras es acojonante. Tuve la tremenda suerte de trabajar con él en un par de ocasiones. La segunda, en su estudio de Nashville, estuve asistiéndole en una producción durante casi un mes. No puedo ni llegar a poner en valor todo lo que aprendí allí. Iba en todo momento con un block de notas y un boli apuntando las técnicas que no quería olvidar, hasta el punto en que Michael empezó a llamarme en coña “Spanish Inquisition” (risas). Me ofreció trabajar con él en el disco en solitario de Mick Mars, pero no pudo ser, se complicaron los calendarios y, de hecho, a día de hoy ese trabajo aún no ha visto la luz. Mutt Lange también me parece espectacular, el único “pero” que le pongo es que tenía un sello demasiado definido. Adaptaba las bandas a su sonido en lugar de acercarse él a las bandas. En todo caso ha vendido millones y millones de discos, ¿quien soy yo para criticar nada?El tándem que formaban Quincy Jones y Bruce Swedien me parece de otro planeta también...De aquí me gustó mucho lo que hizo Gonzalo Parreño con Uzzhuaïa, es una pena que el maldito cáncer nos lo arrebatara tan pronto.También me parece muy interesante el trabajo que ha hecho Astray en los dos últimos álbumes de Star Mafia Boy, me gusta ese sonido crudo y con aristas.
-Tu currículum resulta espectacular. Debes ser la única persona que ha trabajado con Warrior Soul, The Black Halos y Gaby Alegret. Explica al máximo detalle q puedas estas experiencias.
-Pues sí tío, he tenido la inmensa suerte de trabajar con grandes artistas a los que admiro. Recuerdo llevar al ensayo de una banda con la que tocaba en los ’90 el disco de “Space Age Playboys” y decirles: “Esta es la dirección que hay que tomar!” Warrior Soul están en mi top desde que los escuché por primera vez. Años después estaba en un escenario de Edimburgo tocando con ellos esos mismos temas y sin creérmelo del todo (risas). Acabé grabando un disco y haciendo varias giras europeas con ellos.Con Warrior Soul todo empezó porque me encargaron una remezcla de un tema acústico de Kory Clarke. Además de remezclarlo le añadí unas percusiones, que Kory decía que parecían pigmeos cabreados, y una linea de bajo. Al parecer el resultado gustó porque a raíz de eso me ofrecieron producir el siguiente disco de Warrior Soul, que obviamente acepté. Durante la grabación Kory tuvo algún desencuentro con el bajista de la banda, honestamente no sé como fue, pero nos dejó con sólo la mitad de los bajos grabados y Kory me pidió que compusiera y grabara el resto. Por el tiempo en que acabamos la producción Kory ya me había visto tocando en directo con otras bandas y nos habíamos hecho muy amigos, o sea que surgió de manera natural que me pidiera formar parte del grupo a tiempo completo. Estuve con ellos seis años, al final de manera intermitente debido a mis compromisos con el estudio hasta que las dos partes decidimos que lo mejor era que mi sustituto se quedara con la plaza. Kory ha sido mi mentor y me ha enseñado muchísimo sobre el entertainment. Le estoy tremendamente agradecido.Con Black Halos se abrió una ventana de oportunidad para que Rich Jones y Billy Hopeless volvieran a girar juntos, pero ni cuadraban las agendas ni había suficiente dinero para traer a toda la formación original. Al final decidimos completar la banda JJ Biscuit a la batería, Mafia Boy a la guitarra y yo al bajo. Fue divertido, pero siempre lo vi como algo temporal y la idea final era que a corto o medio plazo pudieran volver a girar los Halos originales. Están grabando material nuevo, o sea que algo se activó durante aquella gira y espero tenerlos pronto por aquí.
Con Gaby fue todo muy casual, él vive en Blanes, mi pueblo natal, y nos presentó un amigo común. Hicimos muy buenas migas desde el principio y es casi como un hermano mayor para mi. Le gusta Slavedown y nos ha visto en directo varias veces, cuando necesitó un bajista y un guitarrista para su banda nos lo preguntó a Andreu Runo y a mi y, ya sabes, si Gaby Alegret te dice que toques tú sólo preguntas “¿En qué tono?” Es una leyenda del Rock de este país.
-Cómo entraste en contacto con la música de pequeño? Tus primeros discos, conciertos, que es lo primero q te emocionó?
-Mis primeros recuerdos de lo que se escuchaba en casa son de mucho Swing y Jackson 5, tengo el “Destiny” grabado en mi memoria de principio a final. Más tarde, con unos nueve años encontré una caja de zapatos con cintas de Elvis, Beatles, Creedence Clearwater Revival… y recuerdo como si fuera hoy que escuchar “Help”, con esas armonías vocales, me alteró físicamente, se me pusieron los pelos como escarpias, no sabía que me estaba pasando pero era increíble, como el primer orgasmo. Después de eso, obviamente, no hubo vuelta atrás, ya estaba envenenado.
-¿Ý tus primeros pasos como músico?
-De chaval, mi abuela me preguntó si para mi cumpleaños prefería una tabla de skate buena, porque la que tenía era una mierda, o un bajo. Elegí lo segundo y me compró un bajo baratito y un ampli pequeño. Con eso tocaba encima de los discos y fuí aprendiendo.El bajo acabó destrozado en un escenario por un arrebato a lo Paul Simonon y ahora cuelga de una de las paredes del estudio, el ampli aún funciona.
-Puedes escoger tus 5 discos favoritos?
- ¿Cinco? Eso es muy complicado, tío…Pero haz una cosa, pilla los que te haya dicho Sugar Kane de Lipstick y añádele uno de Black Sabbath, seguro que por ahí vamos bien.
-Y un favorito q pueda sorprender?
-Cuando era un adolescente tenía guilty pleasures como Bangles o el “Rumours” de Fleetwood Mac porque todos mis colegas eran metalheads, eso ya no pasa básicamente porque no me importa en absoluto lo que la gente piense de mis gustos. Tampoco creo que vaya a sorprender a nadie ningún disco de mi colección, al menos en negativo.Pero por si te sirve, te diré que en una de mis últimas conversaciones con los chicos de Lipstick y con César Martín se echaron unas risas a mi costa porque les dije que me gustaba el “Cold Lake” de Celtic Frost.
.Como ves el Hard y el Metal actual? Novedades q te gusten?
-Siempre van saliendo cosas interesantes… Si me permites, seré un poco tramposo con esta respuesta y te hablaré sólo de lo que saldrá de mi estudio este año. “The Enemy Inside”, del que ya hemos hablado, pateará culos a mansalva. El nuevo de Lipstick va a hacer que a más de uno se le caigan los calcetines, es un discazo. El nuevo de Gaby & Los Gatos Salvajes es una salvajada que sorprenderá a más de uno, tiene mucho músculo y para nada es lo que la gente espera, asustará a muchos. En plan Metal, Aerial Blacked sacarán un muy buen disco y ERIO, que son un Metal muy moderno, también sorprenderán, básicamente porque hemos optado por una producción con batería y amplis reales, old school, para nada común en este estilo lleno de mierdas programadas, y la valentía se ha visto premiada con un disco muy original. En un mundo justo este disco debería de convertirse en un manual para los próximos movimientos en ese género.
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