Califato ¾: “Te puede influir por igual Platón y Las Chuches. Todo a la batidora”
Publican «La contraçeña», un disco «post folclórico» de raíz andaluza y sonido vanguardista
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En la portada, un paso de Semana Santa mezcla símbolos, la muerte y una «rave» con Darth Vader. «La contraçeña» es el nuevo disco de Califato 3/4, un disco escrito y cantado en orgulloso andaluz, pero que suena como la portada: a comerse un ácido en Sevilla mientras de fondo procesiona la Hermandad de los Gitanos. Hablamos en Madrid con el grupo, formado por Manuel Chaparro, Esteban Espada, Curro Morales, Sergio Ruiz y Lorenzo Coria.
-Se habla mucho hoy en día de la mezcla de tradición y vanguardia, ¿cuál es su punto de vista?
-Pues creo que eso responde más a una cuestión de los medios, porque en la escena de Sevilla eso ha existido siempre. Los grupos que han mezclado las influencias de fuera con su carácter localista es algo que se lleva haciendo años. El localismo y lo universal a la vez es una dicotomía ha existido siempre. Ahora parece que hay más atención a esos proyectos y lo vemos de lujo, pero para nosotros es algo natural que llevamos mamando desde hace tiempo de nuestra ciudad. En este disco creo que hemos llegado a pulir ya la técnica y la forma de trabajar a un nivel que hace que las cosas que hacemos salgan de forma natural. Y nos gusta a nosotros, que es lo importante.
-Es decir, que no tienen un programa.
-Es algo natural, la mezcla de influencias que tenemos, de las cosas que hemos vivido en nuestras casas o nuestros barrios y otras viene de fuera, pero es natural. No es algo forzado ni premeditado. El discurso surge a posteriori. La obra sale de forma física o natural en cuatro días y luego sale el discurso.
-¿Cuál sería el discurso que le habéis visto este trabajo?
-Creemos que tiene un enlace grande con los anteriores. El concepto es el mismo, porque la forma de crear es la misma, aunque el resultado no sea igual. El concepto y las ideas que subyacen son las mismas. La clave es la mezcla de todas las influencias que tenemos sin importar si son locales, tradicionales, familiares o vienen del extranjero y echarlas en nuestra batidora y ver lo que sale. Las letras son asuntos que nos afectan y queremos expresar y salen de forma natural. No queremos vender lo andaluz, simplemente nos sale de forma natural, no puedo explicarlo de otra forma.
-Ha dicho que sale en 4 días...
-Bueno, este sí, el otro en una semana y el anterior en 2. Nos concentramos en un lugar, en poco tiempo, y hacemos el esqueleto de las canciones. Montamos allí nuestro campamento musical y llevamos ordenadores y cacharros. Aislados y metidos en ello. Ese día abrimos la compuerta y sale todo lo que estábamos esperando, porque nos pasamos un año entero sin hacer música hasta ese momento.
-Menuda explosión. Debe ser difícil de gestionar un disco en cuatro días.
-Para empezar porque ni siquiera sabemos cómo los hemos grabado. Nos ponemos ahí locos perdidos en la hora 16 y empezamos a toquetear los efectos y muchas veces ni hacemos la foto a la configuración de la guitarra. Hay temas que hicimos y no sabremos repetirlo nunca. Suenan parecido pero somos incapaces de reproducirlo.
-¿Tienen conocimientos de flamenco?
-Hombre, sí, cada uno tiene lo suyo. Unos saben distinguir diez palos otros veinte, cada uno en sus posibilidades y sobre todo estamos siempre aprendiendo, porque el flamenco y el folclore andaluz es un terreno inagotable. Es parte de la vida, pero el grupo funciona como un aula de estudio, no paramos de aprender y tratamos de ser todos los profesores de los otros. Así que siempre estamos investigando, escuchando y compartiendo. Lo que nos surge, porque no somos muy planificadores.
-El disco se abre con el mensaje directo de “Indios del sur”
-Es un ritual. No la hicimos pensando que era la intro, pero enseguida lo vimos claro porque el mensaje es el que es: “indios del sur”.
-Y enseguida está la versión de Los Sobraos.
-Pues se me ocurrió, porque nos encajaba con un “sample” que teníamos preparado, pero no sé como fue. Vimos que entraba la estructura. Es un “mashup”. Surgió allí, en el momento.
-Es la canción que ha sido considerada hortera.
-Sí, pero para la gente que tenía 14 años entonces y que no era “hater” de nada, pues le quedó un buen recuerdo porque la ponían todas las noches en las discotecas y las ferias. Y la canción lo rompió. La hicieron hortera a posteriori, como Los Manolos.
-Es curioso cómo se transforma una canción con el tiempo.
-Cuando creces, te vuelves más exquisito en el mal sentido. La experiencia y el conocimiento te lleva a eso. Hay que ser siempre humilde, pero quieras que no... te lleva a eso cuando te adentras.
-También está la dicotomía de la alta y la baja cultura.
-Pero es que la alta cultura nos la suda. Tratamos de que no exista esa barrera. Te puede influenciar Platón y también Las Chuches. Va todo a la batidora que te decía antes. Nunca nos autocensuramos, cuando creamos nos sentimos libres, nos aislamos de todo y no pensamos en lo exterior. Es un acto subjetivo y egoísta. Yo he trabajado en 30 proyectos musicales y solo han funcionado dos, los que nunca creí que iban a hacerlo. Califato era algo experimental.
-Le dedican un romance a Carmen Porter, ¿qué les inspiraba?
-Es un icono pop, es un rollo warholiano. La vaciamos de significado y la convertimos en eso. Es que con la resaca vemos “Cuarto milenio”, sin juzgarlo mucho, para reírnos más que nada, y esa canción tiene un punto irónico.
-Los títulos de las canciones están en una grafía muy curiosa.
-Es el andaluz EPA, una ortografía que representa todas las formas de pronunciación del andaluz, del oriente al occidente, son rasgos fonéticos, de forma que “Çevilla” te permite pronunciarlo con zeta, ese, o aspirada, cada uno según de dónde sea. No creemos que sea algo que haya que imponerlo ni nada, pero es interesante y lo adoptamos. Lo damos a conocer. A nosotros nos representa y va con la idea de empoderarnos y reivindicar lo que somos y no avergonzarnos, que las cosas de sur han sido motivo de escarnio y de burla incluso. Nosotros vamos en la línea de decir que son válidas y el que habla andaluz habla bien también igual que uno de Valladolid o de Valencia. Le pasa a los gallegos también. Es un colectivo denostado y hay que decir que ser gallego mola un montón. No hace tanta falta decirlo de un madrileña.
-Hace una aparición estelar el Penumbra.
-Paco el Penumbra, sí, era cantaor y salía con Quintero en el programa. Y tiene una entrevista muy famosa en la que dice verdades como puños. Bueno, lo de que los andaluces somos la primera potencia extraterrestre no lo podemos demostrar...
-Califato podrían ser representantes...
-¡Pregúntale a Carmen Porter! (ríe) Bueno, es que la Alameda de Hércules que frecuentamos está llena de personajes que, entre locura y locura, se cuelan grandes verdades... en el batiburrillo de palabras sinsentido te encuentras con una frase lapidaria que te parte en dos.